Las pasarelas sirven para garantizar la seguridad física de las personas y brindar mayor comodidad al cruzar de un lado a otro en las rutas más peligrosas de la provincia.
En agosto de 2017, sobre la mano que va hacia el norte del Acceso Sur, el joven Alan Villouta, de 21 años, fue atropellado por un empresario que marchaba a gran velocidad en una camioneta y que en un primer momento se dio a la fuga, aunque después se presentó ante la policía.
El infortunado peatón salía de trabajar de un negocio de comidas, ubicado en el shopping “La Barraca”, de Guaymallén, en horas de la madrugada, para retornar a su hogar. De haber contado con un paso seguro, hoy estaría con su familia y amigos.
La gestión decidida de los progenitores de Alan, especialmente de su padre, que reclamaron la construcción de una pasarela en el lugar, cumplió su cometido, luego de un comienzo incierto en el que la obra parecía no tener posibilidades por falta de presupuesto. Pero la militancia por esta infraestructura, imprescindible diríamos, dio resultado y hace algunos días el intendente de Guaymallén, Marcelino Iglesias y Rubén Lomas, administrador del Distrito Mendoza de la Dirección Nacional de Vialidad (DNV), anunciaron que la repartición federal y el municipio llegaron a un acuerdo para construir en conjunto dos pasarelas, una en el punto que se ha referido del Acceso Sur y la restante en el Acceso Este.
En 2016 cuando se construía la ampliación de una trocha en el acceso que conecta Luján de Cuyo con la ciudad, base de la ruta nacional 40, la Municipalidad de Guaymallén hizo la petición de una pasarela frente a La Barraca y la modificación de las dos que estaban en el Acceso Este, una situada frente al Mendoza Plaza Shopping y otra más hacia el este para hacer rampas para personas con discapacidad. Pero en ese momento no hubo respuesta favorable a la solicitud municipal.
Ahora se acordó construirlas en conjunto, porque sin la autorización y la supervisión del ente nacional, propietario de los dos caminos, no se podrían ejecutar.
Desafortunadamente, en el acceso que desemboca en el cruce con la Nacional 7 se produjo el siniestro vial que acabó con la vida de Alan, entonces la familia de la víctima potenció el reclamo.
La obra a realizarse tiene un costo que oscila entre los 35 y 40 millones de pesos y se encuentra en la parte final de la aprobación técnica del proyecto para hacer una pasarela en la ruta 40 y otra en la ruta 7 frente al shopping.
Es un progreso muy grande el que se va a materializar, porque el Acceso Sur sigue siendo una vía de circulación apta para la comunicación con el eje sur-norte y viceversa, pero sigue careciendo de infraestructura de seguridad, por cuanto hasta ahora sólo tiene el cruce aéreo de transeúntes frente al barrio La Gloria. Cuando se materialice el que ahora se ha acordado, serán solo dos los pasos de vinculación de peatones y deberá pensarse en, por los menos, dos más entre en el nudo vial de calle Paso y la calle Azcuénaga, el ingreso a la ciudad de Luján.
Cuando finalmente se disponga de los dos pasos peatonales para cruzar los accesos en cuestión, de un lado a otro, las personas tendrán que usarlos porque en la actualidad todavía se observa a muchos temerarios cruzar las calzadas corriendo y por tal motivo, ponen en riesgo la integridad física propia y ajena.
