"Este parque sobrevivió a varios gobiernos. Empiezan a verse las primeras inversiones y van a venir más". La referencia citada corresponde al del gobernador Alfredo Cornejo, acerca del presente del Pasip (Parque de Servicios e Industrias Palmira) el día que, a principios de mayo, se inauguró la llegada de la primera empresa al predio de más de 90 hectáreas.
Paradigma de los conglomerados en su tipo, a 17 años de haberse conocido el proyecto que le dio vida, Pasip sufrió un sinfín de postergaciones presupuestarias y, pese a haberse organizado en cuanto a infraestructura, aún no logra explotar con la radicación de más compañías. El denominador común de los parques industriales, al menos en Mendoza, es que están dotados de grandes superficies, con servicios comunes y una localización asociada a vías que deberían asegurar conectividad terrestre, por transporte tradicional pero, sobre todo, de cargas ferroviarias.
Aunque Mendoza cuenta con 10 parques, la realidad provincial muestra dos caras: de los que vieron la luz con el nuevo milenio, sólo la mitad muestra un presente próspero, mientras el resto parece haberse quedado en el tiempo. El pronóstico del Gobierno nacional, augura que se duplicarán los complejos de este tipo en los próximos 5 años. Pero como el mundo cambió, también avanzan parques Tecnológicos, como el de Godoy Cruz, y de otros sectores como la madera.
El pionero
El Parque Maipú fue el último en incorporarse al circuito, pero el que más rápido empezó a mostrar resultados. Inaugurado en octubre de 2016, se lo bautizó como Parque de Desarrollo Empresarial e Industrial de Maipú y fue el último en incorporarse al circuito de complejos que tiene Mendoza. En cierto modo se gestó a la inversa del resto, ya que al momento del corte de cintas ya se había asegurado al menos 20 empresas instaladas en el predio, con lo cual le sacó varios cuerpos a otros con una historia de vida más larga, como el de Palmira o San Rafael.
A semejanza de su "primo" lasherino, los terrenos son transferidos bajo el compromiso de ejecución de las obras y puesta en marcha. En escala menor, los resultados avalan la apuesta: al cabo de 3 años de construcción, en tres licitaciones sucesivas logró adjudicar 67 parcelas a 40 empresas, agrupadas en manufacturas (7), transformación, que nuclea madereras, constructoras y metalmecánicas (20), y transporte y logística (40).
A partir de un presupuesto de obra de $ 20 millones en dos etapas ya agotado, el coordinador del parque, Héctor Escobar, afirma que la expectativa es que "pueda convertirse en un modelo a seguir. De hecho, tenemos demanda para 40 parcelas más y, de haber tenido más espacio, seguramente lo hubiéramos vendido".
Si de innovar se trata, desde la comuna destacan un logro: el complejo ubicado en el distrito Parque Ortega es el primero en contar con un consorcio mixto que ha obtenido personería jurídica. Por ahora, con el objetivo de avanzar con la expropiación de más terrenos aledaños para captar el primer parque solar de Maipú.
En plan de expansión
El de Las Heras, por tamaño y capacidad de captación, es tal vez el que justifica el modelo. De hecho, aparece en el ranking oficial como uno de los más grandes del país, con 669 hectáreas en total y un número que supera las 100 empresas instaladas.
Lógicamente, el desarrollo del Pimen (Parque Industrial Mendoza Eje Norte), concebido en 1993, se dividió en etapas. La primera, de 137 hectáreas, acaba de completarse en mayo con la entrega del último de los lotes disponibles, y el municipio, junto al consorcio que lo maneja, van por la segunda, de otras 249.
“Ya está en desarrollo y tenemos a casi 50 firmas radicadas, con 10% en proceso de instalación. Optamos por avanzar con obras de infraestructura, para que no se repitan los atrasos”, señala Daniela Fernández, secretaria de Hacienda de Las Heras.
Lo cierto es que entre obra nueva y reparaciones, en una primera etapa, la inversión concentró $ 80 millones, cuyo 25% fue a la apertura de calles y casi 20% a completar el cierre perimetral, en tanto que el resto se repartió entre asfalto, conexión de agua-cloacas y tendido eléctrico. El presupuesto para la segunda ($ 100 millones), tiene más del 80% destinado a extender el trazado y la red de energía, más edificios, red cloacal y drenaje.
El perfil de los “vecinos” es diverso: desde reciclaje de residuos, vidrios y aluminio, hasta mueblerías y constructoras. Para radicaciones, a igualdad de condiciones, se prioriza el proyecto de mano de obra más intensiva, y la superficie puede variar de 1.000 m2 a 2 hectáreas.
Para Marcos López, presidente de la Asociación de Empresarios del Parque Industrial Las Heras, “se dan tres cosas importantes: una ubicación privilegiada, sobre ruta nacional y frente al Aeropuerto, y la posibilidad de extender una estación multimodal a la estación que está a 200 metros; un sistema de adjudicación muy transparente; y que los primeros empresarios que funcionaron como capital de riesgo no especularon, y se formó un grupo para sustentar inversiones que fue motor de nuevos socios en el Parque”.
Resurgir
El Sur, por ahora, casi no existe pero busca renacer. Es que los terrenos del Parque Industrial y de Servicios San Rafael empezaron a licitarse vía leasing hace 7 años, dentro de una superficie de casi 43 hectáreas en el distrito de Cuadro Nacional, a unos 6 kilómetros del centro de San Rafael. De 60 lotes dispuestos en manzanas para agrupar las industrias por actividad, a principios de 2013 se licitaron 23 y terminaron adjudicándose 9, pero la falta de servicios hizo que el plan pensado en 2003 se congelara hasta ahora.
Un atractivo es que los primeros 10 emprendimientos que se instalen en el Parque Industrial recibirán un descuento del 50% en el valor del m2 de las parcelas adjudicadas, que se explotarán por leasing con opción a compra luego de 3 años para cancelar en el 5to. No obstante, la prolongada indefinición hizo que al menos 2 desistieran de instalarse: Sergio Omar Martínez, fabricante de implementos agrícolas y Vides Extremas, de aderezos y conservantes naturales.
Los que siguen en carrera son de perfiles variados: Dante Giannocelli, construcción de varillas metálicas; Industria Metalmecánica, de servicios tecnológicos; Carnes Argentinas de Calidad, desposte y envasado; Ramón Granollers SRL, elementos plásticos para tela antigranizo; y El Jarillal SA, acondicionamiento de sal fina, entrefina y gruesa. También Plegados Verdini, corte y plegado de chapas; y Roberto Martini y Fernando García, depósito de agroquímicos. A ellas hay que sumarle la pulpera de la que se hizo cargo el municipio, en construcción sobre 3,5 hectáreas.
De acuerdo a Roberto Battiston, director de Desarrollo Local de San Rafael, los 8 adjudicatarios en 11 lotes “deberán volver a conversar y confirmar su continuidad, dado que en ese momento no tenía todos los servicios. Hubo que trabajar arduamente pero están en condiciones de reencaminar su proyecto, siempre que no tenga visos de negocio inmobiliario”. Además, el municipio abrirá el 16 de mayo la recepción para otras 9 carpetas y promete una segunda etapa con 24.
El parque sanrafaelino es otro de los que está registrado en el Renpi y se benefició con un ANR de $ 3 millones, “pero el municipio aportó el triple para la electrificación interna. Nos falta trabajar en la transferencia de cargas sacando el transporte pesado que va y viene a la Ciudad. En cuanto al tren, es una decisión macroeconómica de competencia nacional por la que habrá que pelear”, advierte Battiston.
En una tercera etapa aparece la logística y servicios, de rasgos y tarifas a definir. En tanto, ya cuenta con una incipiente ZPA (Zona Aduanera) con báscula que utilizan 100 camiones mensuales promedio, prestaciones que supervisa la Fundación Cede (Centro de Desarrollo Empresarial del Sur de Mendoza) su administradora.
Roberto Zelada, presidente del (CEDE) consigna que “al completarse el proyecto industrial tiene opción de compra con término al tercer año, con un valor del metro que se ajusta por inflación. Estamos en tren de conformar el consorcio de adjudicatarios y en pleno análisis de quiénes seguirán y cuáles desistirán”.
El Pasip
El tren es una condición clave para que un modelo funcione, y particularmente para Pasip, que fue concebido con la Estación Multimodal de Palmira y en los papeles debía garantizar la transferencia de envíos camión-tren y viceversa. Pero también es un ejemplo de un esquema que avanza a paso de tortuga, a causa de las demoras en obtener ciertos instrumentos legales y, sobre todo, disponibilidad de fondos.
Pese al tiempo transcurrido (se gestó en 1996 pero recién en 2007 arrancó la sociedad desarrolladora, Inversora Pasip S.A.), finalmente a inicios de mayo se instaló la primera empresa, Allub Hermanos, distribuidora exclusiva de YPF para la zona Este, con el centro llamado YPF Directo. Es, además del módulo que ocupa Inversora Pasip, la desarrolladora, lo único visible en el espacio de 90 hectáreas después de años.
“Es un proceso desde hace un año y medio, cuando el municipio se hizo cargo. Siempre tuvimos el 14% de acciones y pasamos al 42%, y finalmente, con un nuevo aumento de capital, pasaríamos a tener más del 50%”, consigna Walter Carini, presidente de Inversora Pasip S.A. , la desarrolladora, en representación de la comuna sanmartiniana y sustituto del renunciante Mario Lingua, su fundador y principal mentor de la iniciativa, hoy senador provincial.
Pero vender los terrenos y construir depende de un fideicomiso administrado por el Fondo para la Transformación y Crecimiento, que integran Parque Tecnológico, Ministerio de Economía, y es responsable de transferir los fondos a IPSA. Por ahora, la realidad muestra que sólo una firma se instaló (Allub Hermanos, con su emprendimiento de venta de combustibles, lubricantes y fertilizantes YPF) y rompió así con una postal de años de monotonía. Abre la puerta a la escrituración, de acuerdo a lo que anticipan los administradores, de otros 80 lotes (30 pagados).
“Una cosa es verlo ahora, y otra hace 3 años. Allub apostó y fue la primera pero hay otras 4 a punto de inaugurar. Quizá para fin de año se vea algo distinto; lo que puede cambiar es la promoción: sin venta no hay ingresos para hacerlo, y la idea del municipio es trabajar con la Provincia para moverlo”, resume Carini que, como responsable de las finanzas de San Martín, logró que el presupuesto 2017 del municipio incluyera $ 10 millones para comprar acciones “y terminar lo que falta”.
A eso hay que sumar U$S 2,5 millones que insumió la inversión realizada por Allub/YPF, y aproximadamente la mitad de ese monto comprometido por la constructora Camer para instalar una planta de premoldeados.