Desde hace décadas, los tupungatinos luchan por poder disfrutar y proteger su Parque Provincial Volcán Tupungato. Hoy no pueden hacerlo -simplemente- porque no tienen una forma de llegar a él. Tranqueras, alambrados, exigencias militares, litigios entre privados y otras cuestiones impiden que pobladores y turistas accedan a esta reserva natural, donde nace gran parte del agua que riega a toda Mendoza.
Ahora, un proyecto de ley propone expropiar una porción de tierra a un privado para asegurar un camino público, seguro y permanente al Parque, por el costado norte del río Las Tunas. Pese a que, en la actualidad existen tres huellas de ingreso, la iniciativa se vuelca por la que fue usada históricamente para acceder a la zona de Confluencia, base de la reserva.
Incluso hubo un tiempo en que la montaña tupungatina era accesible y el municipio llevaba por este camino en micro a los alumnos de las escuelas, para que conocieran y -así pudieran proteger- el lugar.
Expropiar o negociar
En virtud del proyecto de ley, presentado por el diputado tupungatino Marcelo Osorio, el Estado provincial debería expropiar una porción de tierra nada menos que al histórico dirigente peronista- José Luis Manzano.
Sucede que este camino atraviesa la estancia adquirida años atrás por el también empresario de medios.
“Declárese de utilidad pública y sujeto a expropiación las fracciones necesarias de los inmuebles ubicados en Gualtallary, departamento de Tupungato, Mendoza, y que constituyen el acceso natural al Parque Provincial Volcán Tupungato”, reza uno de sus artículos, que puntualiza que las fracciones a afectar serían las necesarias para construir un camino de 12 metros de ancho por “el largo de la vía que atraviesa” el terreno en cuestión.
El 16 de junio, el proyecto ingresó para ser tratado en Diputados y la última semana pasó a la comisión de Legislación y Asuntos Constitucionales (LAC). "Sé que resolver una expropiación no es sencillo, de hecho luego será estudiado en Hacienda. Sin embargo, que el tema se ponga en debate ya es un gran avance. Es necesario que se incorpore a la agenda política como una necesidad", señaló Osorio.
La iniciativa del diputado radical cosechó distintas reacciones dentro del oficialismo. Desde el municipio, el intendente Gustavo Soto dijo no estar al tanto de la propuesta, sin embargo priorizó la apuesta “al diálogo” y que “la expropiación debería quedar como último recurso, entre otras cosas porque es muy poco viable para el Estado”.
Por su parte, la directora de Recursos Naturales, Mabel Chambouleyron, dijo que la propuesta es “oportuna” porque puede agilizar el encuentro de una solución “esperada largamente por la comunidad y los deportistas”.
Para la funcionaria, esta podría ser la manera eficaz de conseguir un camino comunero definitivo que asegure el ingreso al Parque.
Tanto en la comuna como en Recursos manifestaron que han venido negociando con los privados y aseguran que hay voluntad de las partes para construir esta vía. “No hemos podido concretar una reunión para hablarlo directamente, pero confiamos en que ésta será la solución”, coincidieron.
Quienes celebran la “actualización” de este pedido son los vecinos autoconvocados en las asambleas por el Agua Pura. Hace tiempo que vienen denunciando que el estar vedado para la comunidad y el turismo -lejos de asegurar su protección, como refieren algunas voces- hace que sea aprovechado sólo por un puñado de privados y “nadie sabe qué está pasando con nuestros bienes comunes”, resumió Karina Castañar, de la asamblea local.
Hace un año, promovieron una petición masiva a través de la plataforma virtual Change.org. Allí, lograron reunir unas mil firmas solicitando al Gobierno este ingreso público. Tanto ellos como el autor del proyecto legislativo señalaron el impacto que el ganado sin control está dejando en “las ciénagas del Tupungato y en otras vegas ubicadas más arriba” y la falta de protección de fuentes de agua y sitios arqueológicos, entre otros recursos.
Incluso, los vecinos han denunciado la construcción de una línea eléctrica de media tensión que se levantó años atrás en la parte baja de la reserva y que nadie conoce cuál es su finalidad ni si cuenta con el debido estudio de impacto ambiental.
Un tesoro desprotegido
Pese a estar a menos de 150 kilómetros de la Ciudad de Mendoza y tener una belleza paisajística que incluye glaciares, valles y altas cumbres -con el volcán de 6.570 metros- este Área Natural Protegida lo es sólo en los papeles. El organismo de aplicación -Recursos Naturales- nunca tuvo control del manejo del Parque y sólo hubo presencia de guardaparques en la zona en un lapso de unos tres años en los ‘90.
Esta reserva natural fue creada en 1983 por ley provincial 5026. Luego, en 1994, se modifica su extensión por la ley 6116, incorporando un importante sector del departamento de Tupungato. Sin embargo, en el ‘97, a raíz de peticiones realizadas por dueños de cateos mineros, se desafectó una porción (ley provincial 6459). Así, quedó con las 150 mil hectáreas actuales.
Los litigios entre privados y el Ejército Nacional fueron cercenando el ingreso a particulares. Hubo un tiempo en que se organizaban viajes turísticos y hasta certámenes de pesca y otros deportes. Hoy ingresan más visitantes por el lado chileno y sólo unas pocas agencias de turismo se dan el lujo de ofrecer excursiones a la zona a cambio de altísimos montos en dólares.
Su accesibilidad dependió de los gobiernos de turno. Hay quienes hicieron buenos convenios con las autoridades del RIM 11, para permitir el paso por la zona militar. Incluso, el ex gobernador Celso Jaque firmó un acuerdo en este sentido con la ex ministra de Defensa, Nilda Garré, que quedó sólo en papeles.
También, hubo distintos intentos de nombrarlo Parque Nacional y que la Nación lograra un desarrollo del turismo sustentable y la protección que la Provincia no consiguió. Pero esta iniciativa tampoco prosperó.
Para Chambouleyron, la solución es acordar o expropiar para establecer un camino definitivo, que puede ser comunero pero establecido de forma definitiva por ley.
Tres caminos posibles para eliminar tranqueras
El proyecto del diputado Osorio prioriza el ingreso histórico al Parque Volcán Tupungato, que es por la margen norte del río Las Tunas. Se accede por el distrito de Gualtallary, por una huella que se abre al norte de la ruta, antes de llegar al dique Las Tunas. Por esta vía se encuentran tres tranqueras, que habitualmente permanecen cerradas: la primera es de Irrigación y las dos restantes de privados.
Incluso, fuentes conocedoras del territorio manifestaron que los antiguos dueños de estas tierras (familia Luconi) habían donado al Gobierno la zona para abrir un camino, pero con la condición de que fuera en el límite norte de la estancia. Esto nunca se concretó y la donación se cayó. Esta vía más al norte, que ya pensaban los Luconi, está mencionada como una alternativa en el texto de la futura ley, pero la relega a un segundo plano porque requiere de mayor infraestructura vial y negociación con un mayor número de dueños.
“A fines del año pasado, viajamos hasta el lugar y exploramos los accesos posibles con gente de Recursos Naturales y del Ejército, y este camino resultó ser el más factible, porque no implica riesgos y es el más directo”, justificó Osorio el proyecto.
Queda otra huella de acceso actual, que no ha sido propuesta por el diputado y que sí sostienen desde la comuna. Es la que supo ser el camino comunero que compartían los antiguos puesteros y el Regimiento de Infantería 11 General Las Heras para llegar a sus tierras y al refugio militar Santa Clara. Según Osorio, la dificultad es que este camino “quitaría operatividad al paso, porque debería cerrarse en las épocas donde los militares realizan sus maniobras, además de la época invernal”. También se necesita reparar varios puentes que cruzan el río Las Tunas.
Para Chambouleyron, la solución es acordar o expropiar para establecer un camino definitivo, que puede ser comunero pero establecido de forma definitiva por ley.