El inicio de clases suele encontrar las casas de libros llena de papás y alumnos que se lanzan en la búsqueda del material bibliográfico para el año. Pero este ciclo escolar, que completó su segunda semana en el calendario, todavía no se hace sentir en las librerías y los comerciantes aseguran que aún no comienza la venta fuerte de textos escolares.
La proporción de ventas se mantiene constante en los últimos años, pero el aumento en los precios de los libros y los paros de los docentes hacen que los padres posterguen las compras. En los negocios esperan poder repuntar en las próximas semanas.
Los Andes recorrió las librerías de la calle San Juan y pudo hablar con los vendedores que, detrás del mostrador, todavía esperan el gran afluente de padres. "El año pasado a esta altura el negocio estaba lleno de gente, sobre todo los sábados en la tarde. Pero en lo que vamos de este 2013 todavía está todo muy flojo aunque esperamos que en las próximas semanas la gente comience a comprar", señaló Analía, una vendedora de la casa Simoncini y Gómez.
Esta opinión fue compartida por los otros comerciantes: "Algo se está vendiendo aunque todavía no tenemos el fuerte de ventas. Lo que más se mueve son los libros para colegios privados, que son los que tienen un programa establecido con más anticipación y quienes ya los están utilizando", señaló Antonio López, de Mendoza Libros.
En cambio, en las públicas la situación es distinta: "Muchas maestras piden los libros recién para el mes que viene y de esta manera los padres no se sienten tan presionados a comprar todos juntos desde un principio", comenta Santiago Salomone, gerente de Rayuela.
Los precios
María Ángeles va a 9no año de un colegio privado y para este ciclo le han pedido 4 libros para distintas materias. A esta cantidad le suman 6 novelas de las cuales ayer compró la primera: "Esta ficción que tengo que leer me cuesta $ 100 y eso que es la edición de bolsillo", comenta sorprendida.
Muchos vendedores señalan que uno de los principales factores que inciden en esta demora de ventas está vinculado al aumento de los precios, aunque otros comerciantes disienten en torno a este criterio. Lo cierto es que todos coinciden en que la gente, en general, se queja de que los libros son muy caros.
"Los textos escolares son muchas veces inaccesibles, sobre todo para aquellos padres que tienen varios hijos. Hay que tener en cuenta que a cada chico le piden un libro por área (lengua, historia, geografía, entre otros), más si están en la secundaria, y que cada uno de estos ronda cerca de los 100 pesos. Es por eso que siempre conviene más un manual que sale cerca de 140 pesos y tienen material para las cuatro áreas básicas. La desventaja es que sólo vienen para 4to, 5to y 6to grado", comenta Analía, quien agrega: "Respecto al año pasado el aumento de los precios fue más o menos de 30 por ciento".
Pero no todos los vendedores coinciden en que los libros sean caros y desde el otro lado de la vereda están quienes defienden el precio: "El aumento de los libros este año es menor en proporción con el de las zapatillas y se mantiene en relación a otros productos de la canasta escolar. La queja está todos los años y es porque muchos padres no lo ven como una inversión", comentó Salomone de Rayuela.
Usados cada vez menos útiles
Una de las opciones más buscadas a la hora de comprar un libro son los de segunda mano o los usados. Estas ventas son una constante desde hace varios años y muchas casas de libros se dedican casi exclusivamente a su compra y venta. Pero los cambios que se hacen desde las casas editoriales todos los años hacen peligrar este mercado y muchos libros, luego de un ciclo lectivo, quedan inutilizables.
"La gente se vuelca mucho a los usados para poder comprar todos los libros que necesitan. La diferencia se nota en el bolsillo ya que valen entre un 35 y 40 por ciento menos con respecto a los nuevos. El problema está en que las casas editoriales cambian los contenidos todos los años y no dejan opciones a la gente", señala Domingo Lara Puebla, gerente de Casa Lara.
Dentro de las alternativas a la compra de un libro nuevo están las fotocopias, eterno rival de los textos originales. Sin embargo, en esta competencia las posiciones han cambiado y el aumento del precio de las copias ya no hace a la diferencia. "Antes fotocopiar un libro salía menos de la mitad que comprar el original, pero hoy ya no conviene sobre todo si es un texto grande. Lo que sí comprobamos es que muchas maestras, sobre todo de los grados más chicos, optan por sacar fotocopias a varios libros y armar sus propios cuadernillos", comenta Isabel Porta, dueña de Librería Lamadrid.
Y agrega: "La tendencia muestra que cada vez se usan menos los libros con sólo información, como los manuales, y más aquellos que traen actividades para realizar en el mismo. Es por esto que después cuesta venderlos como usados y a su vez, muchos prefieren fotocopiarlos".
Menos librerías
Siempre ha sido una odisea en esta época cruzar la calle San Juan, entre Lavalle y Garibaldi, sin que a uno le pregunten si quiere un libro. Pero desde hace un tiempo esto no es así y la extinción de los "arbolitos de libros" marca las transformaciones que vive el rubro.
Diego Corradi, vendedor de Iván Miszei, comenta en torno a la situación: "En la calle San Juan han desaparecido muchas librerías ya que éste es un negocio que tiene muy poco margen de ganancia y necesita de una inversión grande". En este sentido, Domingo de Casa Lara arriesga una cifra: "En los últimos años ha desaparecido cerca de 50 por ciento de casas de libros y ya no conviene tener a chicos vendiendo en la calle".