Día de protesta en la Administración Pública. Varios gremios, estatales y privados, que se concentraron en la Legislatura y se movilizaron hasta Casa de Gobierno, reclamando la derogación del “ítem aula”, el sostenimiento de las paritarias como herramienta para la discusión salarial, por los incrementos de las tarifas de servicios, justicia por Carlos Fuentealba (el docente muerto hace 9 años durante una manifestación en Neuquén) y la no criminalización de la protesta.
Cómo siempre, la guerra de números estuvo presente: mientras que el SUTE hablaba de 80% de acatamiento del paro en las escuelas (en el paro anterior del 21 de marzo SUTE dijo que el acatamiento fue del 90%); en el Gobierno dijeron que el ausentismo apenas había llegado al 24%.
También hubo adhesión al paro en la Empresa Provincial de Transporte Mendoza (EPTM). Según el gobierno el ausentismo allí llegó al 8%. Siempre según números del Poder Ejecutivo, hubo un 13% de ausentismo entre no profesionales de la Salud.
El paro no se sintió fuerte. La movilización un poco más. Las columnas partieron desde Legislatura por Patricias Mendocinas hasta Colón, dónde giraron al oeste hasta Mitre, de ahí hasta la explanada de Casa de Gobierno. Según los cálculos más optimistas entre 10 mil y 12 mil manifestantes, según el Gobierno cerca de cinco mil.
No sólo estaban ATE y SUTE, también el Sindicato de Trabajadores Estatales Autoconvocados (Sitea), los docentes privados (Sadop), docentes nacionales (UDA), los de la Universidad Nacional de Cuyo (Fadiunc), Ampros, Judiciales, Juegos y Casinos (Upjcm) y Municipales de Capital. Entre los gremios privados, Televisión (Satsaid) y Prensa.
La explanada estaba llena de pancartas y los discursos fueron incendiarios. Se cantó el himno de espaldas a la Casa de Gobierno y luego vinieron las palabras de los dirigentes sindicales. Roberto Macho (ATE) acusó al Gobierno y al gobernador Alfredo Cornejo de engañar respecto de la crisis financiera de la provincia diciendo que si hubiera tal escasez de fondos no se pagaría el subsidio a las empresas de transporte “por kilómetro recorrido”.
Tal vez ese ejemplo no sea muy feliz, de hecho en la gestión anterior hubo varios atrasos en el pago de ese subsidio, atrasos que casi generan el corte de servicio de colectivos en varias oportunidades. Y, en caso de no pagarse, la consecuencia es el aumento del boleto.
Sí dijo que si faltara plata no se habrían bajado las retenciones al agro y a las mineras. También habló de 1.000 millones de coparticipación que llegaron y que no fueron al bolsillo de los trabajadores y que los recursos del Estado se usan para apoyar a grupos concentrados. Tal vez sería conveniente recordar que cada nómina salarial del Estado excede largamente los mil millones.
Entonces recordó que un 4 de abril de 1972 se produjo el Mendozazo y llamó a todo el movimiento obrero a realizar una huelga general de 48 horas. “No nos van a hacer arrodillar” cerraba Macho.
Luego fue el turno de Gustavo Correa, el titular de una de las CTA mendocinas, la que responde a Hugo Yasky a nivel nacional. Recordó los despidos en el Casino y los 62 días de acampe en la puerta de la sala de juegos estatal y acusó al Gobierno de padecer “ceguera y tozudez”.
Dijo que en Mendoza se perdieron 17 mil puestos de trabajo “con este gobierno que está achicando el Estado”. Luego dejó una frase que luego debió ser aclarada: “Si quiere ajustar, que cierre el IPV, porque no se van a construir casas para los trabajadores”.
“Que Cornejo se saque las fotos que quiera con los 18 intendentes, vamos a frenar el techo de las paritarias de los compañeros municipales” y luego Correa dijo que mañana habrá una reunión de dirigentes sindicales para acordar cómo sigue el plan de lucha y recordó también el aniversario del Mendozazo.
El secretario adjunto de la otra CTA, la Autónoma, Guillermo Martínez Agüero acusó al Gobierno de Cornejo de gestionar al Estado como una empresa privada, “tienen que sacar trabajadores, precarizarlos, porque el Estado lo quieren para ellos”.
Por último habló la secretaria gremial del SUTE Liliana Chávez, quién dijo “qué pretende de nosotros este gobierno inhumano” y luego acusó a Cornejo de que “viene a robarnos la esperanza y que vayamos a trabajar enfermos”. “Es hijo de trabajadores, fue a la universidad pública y ahora agarró el látigo para darnos en la espalda” dijo Chávez de Cornejo.
Sin protocolo
El fantasma del “Protocolo antipiquetes” sobrevoló la manifestación de ayer. En Mendoza hay tres imputados por el corte de la calle Peltier el 29 de febrero pasado: Roberto Macho y Raquel Blas de ATE y Federico Lorite de Sitea. Este último presentó un hábeas corpus preventivo, con el patrocinio de la organización de derechos humanos Xumek.
En la presentación se indica que el hábeas corpus colectivo es para proteger a Lorite y a todos los manifestantes de la aplicación del protocolo. “Un procedimiento ágil y desformalizado destinado a prevenir el inminente y actual cercenamiento de la libertad de las personas cuya tutela se requiere con sustento en el art. 18 de la Constitución Nacional”.
Según el subsecretario de Relaciones con la Comunidad Néstor Majul la manifestación se realizó según lo acordado con el SUTE, la columna circuló sin estacionarse en ninguna esquina, así como que cumplieron con el pedido del Gobierno de no armar escenario sobre Peltier.
“El fiscal estuvo, siempre está, para verificar el normal desarrollo de la protesta”, dijo Majul.