Millones de personas sufrirán hoy en todo el país un paro en el transporte urbano de pasajeros en las principales ciudades debido a un conflicto salarial entre los choferes y las empresas concesionarias de los servicios.
La Unión Tranviaria Automotor (UTA) y la Federación Argentina de Transportes por Automotor de Pasajeros (Fatap) venían en una conciliación obligatoria que venció ayer. Y si bien hubo negociaciones, no se pusieron de acuerdo.
La medida de fuerza es en protesta contra la negativa de las empresas de pagar un incremento salarial del 20% y un bono de 16 mil pesos para los trabajadores en tres cuotas: 8.000 pesos a cobrar el 20 de julio; 4.000 pesos el 4 de agosto; y 4.000 pesos el 4 de septiembre.
Ese incremento salarial ya fue acordado por la UTA con las empresas que operan en la Capital Federal y la provincia de Buenos Aires, que hoy tienen actividad normal.
El gremio de choferes pretende que lo mismo se replique en todo el país, pero las empresas ratificaron que no pueden pagar ese aumento. La Fatap, que representa a 33 cámaras, asociaciones y grandes conglomerados de empresas de todo el país, asegura que la situación es crítica. Y admite que si no hay un "salvataje" del Gobierno nacional, el conflicto seguirá.
El escenario está dada por una decisión del Gobierno nacional, que acordó con los gobiernos provinciales un recorte de subsidios. Ahora, por la crisis económica, los gobernadores e intendentes no pueden cubrir ese faltante.
En los primeros cincos meses del año se observó un recorte de $9.718,1 millones (-55,4%) en subsidios nacionales al transporte automotor del interior del país. En ese contexto, los gobiernos locales no autorizan nuevos aumentos de boleto porque los salarios están afectados por la inflación (del 56% anual), con la que vienen perdiendo terreno desde hace un año y medio.
Las provincias y los municipios no cubren los subsidios que dejó de pagar el Gobierno nacional porque sus ingresos propios y los de la coparticipación federal de impuestos cayeron en términos reales por la crisis económica.
Por ello, en la Fatap y en la UTA creen que el conflicto va para largo.