El gobernador Francisco Pérez ofreció bajar su precandidatura a diputado nacional a los principales armadores políticos de la Casa Rosada para conseguir a cambio auxilio financiero del Gobierno nacional en los últimos meses de su gestión y el apoyo explícito de Cristina Kirchner a la campaña del candidato a la gobernación por el oficialismo, el senador Adolfo Bermejo.
La propuesta de Pérez se produjo el pasado martes en la reunión que él mantuvo en Balcarce 50 (junto a Bermejo y el intendente de San Rafael, Emir Félix) con el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández; el secretario general de la Presidencia, Eduardo “Wado” de Pedro; el jefe de La Cámpora, el diputado Andrés “Cuervo” Larroque, y el secretario Legal y Técnico de todos los gobiernos K, Carlos “Chino” Zannini.
Como nexo de este encuentro entre el PJ ortodoxo de la provincia y los altos mandos políticos del Frente para la Victoria, también participaron los diputados nacionales Guillermo Carmona y Anabel Fernández Sagasti, las dos caras más visibles del kirchnerismo mendocino de ‘paladar negro’.
Tres fuentes consultadas por Los Andes confirmaron que Pérez intentó limar asperezas con la Casa Rosada luego del traumático cierre de listas (de fines de febrero) para las elecciones provinciales en las que los sectores de Pérez, de Bermejo (Azul) y del vicegobernador Carlos Ciurca (La Corriente) decidieron enfrentar a los dirigentes más cercanos al kirchnerismo nacional.
Como producto de este acuerdo político interno, Pérez lanzó su precandidatura a diputado nacional y el intendente de Las Heras, Rubén Miranda, aceptó bajar su postulación a la Gobernación a cambio de encabezar la lista para el Senado nacional.
Los delegados de Cristina Kirchner en la reunión del martes evitaron zanjar la discusión ese mismo día, ya que la orden presidencial fue que primero el PJ de Mendoza haga gestos bien claros de alineamiento con el “proyecto nacional”, que deberán traducirse en los spots publicitarios de Bermejo y en los ejes de la campaña oficialista.
Sin embargo, uno de estos altos dirigentes del Olimpo kirchnerista le recordó a Pérez que también están en juego en las elecciones nacionales la representación de Mendoza en el Parlamento del Mercosur, una forma cortés de invitarlo a que deje de lado su postulación a diputado nacional, que le garantizaría cuatro años en el Congreso, para que pelee por una banca en el Parlasur, a la que sólo accedería si el Frente para la Victoria (FpV) gana las elecciones en Mendoza el 25 de octubre.
Las principales espadas políticas de la Nación no ocultaron en la reunión del martes ante Pérez que la Presidenta pretende que la joven Fernández Sagasti, nueva estrella de La Cámpora en el Congreso, encabece la lista de diputados nacionales y que Carmona tenga un lugar asegurado en el Senado.
“Recuerden que están los parlamentarios del Mercosur en distrito único, el parlamentario que va a representar a Mendoza, cinco diputados nacionales y tres senadores nacionales, además de los suplentes. Voy a estar en el lugar que ayude; yo soy feliz y agradecido a las mendocinas y mendocinos por haberme dado la posibilidad de gobernar esta provincia durante cuatro años”, dijo 24 horas después Pérez a los periodistas.
Sin lugar para la rebeldía
Lo que quedó descartado en la reunión en Casa Rosada es que el peronismo mendocino enfrente a la lista que diseñe la propia Presidenta en las PASO del 9 de agosto.
“Es ella la que pone al apoderado del FpV y es quien autoriza la boleta larga, es decir ir colgado de las listas presidenciales de Daniel Scioli y Florencio Randazzo. Si ella no está de acuerdo, tenés que competir con boleta corta y eso es una locura”, explicó uno de los participantes del cónclave. Otra fuente lo corroboró: “Habrá un lista de unidad, no hay margen para otra cosa”.
Pérez, Félix -quien puja para que su hermano Omar Félix vuelva al Congreso nacional- y Bermejo regresaron de Buenos Aires con la difícil tarea de aquietar las aguas mendocinas. El principal conflicto es hoy Miranda, quien no quiere deponer su candidatura a senador, como esperan en la Rosada que suceda.
“Está sacado, no puede desafiar a Cristina como lo está haciendo”, dijo ayer alarmado un colaborador de Bermejo, quien está muy preocupado porque su campaña depende del apoyo presidencial.
El problema que tiene Bermejo es el factor tiempo. No puede esperar a que las asperezas entre los sectores que lo apoyaron en la primaria mendocina y la Casa Rosada se limen en las próximas semanas (la fecha de cierre de listas es el 20 de junio, un día antes que la elección mendocina). “Esto se debe resolver en los próximos días, necesitamos la ayuda nacional como la tuvo Carmona en las PASO”, explico la misma voz.
En este contexto, la posibilidad de que la presidenta Cristina Kirchner realice una visita a Mendoza antes de los comicios -que ventiló el propio Pérez tras la reunión del martes- es por demás incierta. “La dirigencia del PJ mendocino debería cambiar radicalmente su actitud y eso no está sucediendo”, dijo ayer un dirigente ultra-kirchnerista en alusión al pataleo de Miranda.
Si bien todas las fuentes consultadas marcaron que el clima del cónclave en Casa Rosada fue “fraternal” ya que la Nación aceptó colaborar para que el oficialismo retenga la gobernación el próximo 21 de junio, abundaron las recriminaciones de Aníbal Fernández, De Pedro, Zannini y Larroque al Gobernador.
“Fue una reunión sin hipocresías, las cosas que se tenían que decir se dijeron”, explicó una fuente K que recordó, además, que la mala relación entre Pérez y la Rosada lleva casi un año, cuando el mandatario se enfrentó por la Ley de Hidrocarburos.