Paritarias y la reticencia a firmar acuerdos - Por Horacio Aizpeolea

Varios de los acuerdos contemplan “cláusulas de revisión”; se revisarán los números en caso de desmadre.

Paritarias y la reticencia a firmar acuerdos - Por Horacio Aizpeolea
Paritarias y la reticencia a firmar acuerdos - Por Horacio Aizpeolea

En el Gobierno nacional existe una expectativa en torno a los acuerdos paritarios de este año: que el promedio de arreglos entre empresas y sindicatos no vaya más allá del 28% de aumento salarial. “La idea es que las conversaciones tiendan a una convergencia con las expectativas de inflación”, comentaron a este diario fuentes de la Secretaría de Trabajo de la Nación. La pulseada no será sencilla, si se considera que en el primer trimestre del año, la inflación acumula 11,8 puntos, sin que se vislumbre una ralentización de los precios en los próximos meses. En este cuatrimestre, ya fueron varios los sindicatos que arreglaron la pauta salarial para 2019. El piso estuvo en un 20% (Obras Sanitarias bonaerense y Seguros), el techo en 28% (Carne y Estaciones de Servicio). En el medio, con un 23%, acordaron Utedyc (clubes deportivos y espectáculos), aceiteros, porteros, y Luz y Fuerza), un 24% los remiseros y un 25% la Federación de Trabajadores del Tabaco.

Varios de estos acuerdos contemplaron “cláusulas de revisión”, es decir, las partes mantienen el compromiso de revisar los números frente a un eventual desmadre de las principales variables económicas del país.

Estas cláusulas de revisión, precisamente, se activaron el año pasado. Así fue como entre el segundo semestre de 2018 y el primer trimestre de este año, varios sindicatos terminaron de cerrar sus acuerdos paritarios. Para recordar: a principios de 2018, el gobierno aspiraba a que el tope de aumento salarial se ubicara en un 15%.

“Complemento salarial” fue la definición que se le dio días atrás al acuerdo arribado entre Gobierno nacional y los empleados estatales agrupados en UPCN, un arrastre de la paritaria 2018. Hubo, entonces, un aumento del 3% a cobrar el mes que viene, más un bono “por única vez” de dos mil pesos, y un aumento al premio por presentismo del 13%. “Sabemos que el aumento no llega ni por casualidad a compensar la inflación del año pasado, pero ayuda a descomprimir”, se admitió desde el Gobierno nacional. UPCN firmó el acuerdo en disidencia. Andrés Rodríguez, titular de UPCN, había expresado el deseo de ir por una recomposición salarial de un 40 por ciento.

“En el marco de la difícil situación económica que atraviesan los argentinos, nuestra organización decidió acortar e intensificar los plazos de la negociación paritaria para lograr una revisión, cada vez más acotada, de la realidad salarial y el incesante deterioro del poder adquisitivo de las trabajadoras y los trabajadores”, dijo UPCN en un comunicado.

Superada ya la primera tanda de discusiones paritarias, en mayo tendrán lugar negociaciones que alcanzan a sindicatos grandes. Entre ellos, la Federación de Empleados de Comercio, que dirige Armando Cavalieri.

El sindicato tiene como objetivo firmar un acuerdo que contemple subas mensuales, más una suma fija. “Pero esto solo alcanza para recuperar el poder adquisitivo perdido en 2018”, aclaran desde el sindicato. El año pasado, Comercio abrió dos veces la paritaria y llegó a alcanzar un 45%. Hay que tener en cuenta que la inflación interanual entre marzo 2018 y marzo pasado fue de un 54,7%.

Además de Comercio, la UOCRA, Alimentación y la UOM son otros sindicatos considerados “grandes” que arrancaron las conversaciones en la segunda quincena de este mes y se espera que estén concluidas a fines de mayo. “Colectiveros, Sanidad, y Comercio (todos pesos pesados del sindicalismo clásico) están expectantes, no van a firmar nada, nadie quiere firmar en este contexto político”, dijo a este medio un integrante del Consejo Directivo de la CGT.

La paritaria de los metalúrgicos, por años, marcó la hoja de ruta a seguir; por lo general cerraba en marzo. La situación ha cambiado. El sindicato que conduce Antonio Caló reconoce que desde que asumió el gobierno de Cambiemos, se perdieron 50 mil puestos de trabajo en el sector. Los afiliados bajaron de los 200 mil trabajadores registrados en 2015.

No será sencilla la discusión entre la UOM y la Asociación de Industrias Metalúrgicas (Adimra). El sindicato ya amagó con un paro del sector, que solo fue evitado porque la Secretaría de Trabajo dictó la conciliación obligatoria.

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