En nuestra provincia la fecha en la que se llevarán a cabo las paritarias ya está definida. Y, aunque resta definir bien el cronograma que determine qué día se sienta cada gremio a negociar con el Gobierno, el mes inamovible es febrero. Hasta la semana pasada los números que los gremios de los trabajadores estatales tenían en mente para empezar a discutir su salario para 2014, eran unos.
Aunque no habían dicho con exactitud qué aumento pedirían ni habían fijado techos, el salario mínimo sería el mismo que hoy cobra el cuerpo policial de Mendoza luego de la suba de diciembre: $ 8.500.
Pero con la acelerada devaluación del peso (que dio el primer salto el jueves) el panorama cambia completamente y está claro que, por mayores expectativas de inflación, tendrá un fuerte impacto en la apertura de las paritarias.
Así lo evalúan ATE y Ampros, dos de los sindicatos más combativos de la provincia, que coinciden en que la situación económico-financiera del país y, por ende de Mendoza, es muy preocupante. Asimismo, coinciden en que no será suficiente con una paritaria anual, que deberán negociar otra vez en un par de meses y que será imposible poner un techo salarial.
"La devaluación tremenda que hay, claramente va a tener un impacto en las paritarias. Será el impacto que tenga en los precios de las cosas elementales que necesitan los trabajadores en su vida cotidiana: alimentos, transporte, alquileres. Este es un ajuste más, que sigue licuando los sueldos", enfatizó Raquel Blas, titular de ATE.
Además, Blas recordó que el sueldo mínimo que desde su gremio tenían pensado negociar ha quedado desactualizado. La suma, de $ 8.500, había sido calculada en noviembre del año pasado, basándose en lo votado por los trabajadores: salario inicial igual a la canasta familiar.
"Los trabajadores ya veníamos perdiendo desde el año pasado, arrancamos este año con problemas serios (por ejemplo, la suba del boleto de micro -que pasó de $ 2,50 a $ 3,50) y esto termina de configurar un año que va a ser bastante difícil", reflexionó Blas.
En ese sentido, la titular de Ampros, Isabel Del Pópolo, comentó que aunque está de vacaciones ha seguido de cerca todo lo que está sucediendo y está sumamente preocupada. "Esto nos ha shoqueado a todos.
El 5 de febrero en Rosario hay un encuentro de la Fesprosa (Federación Sindical de Profesionales de la Salud de la República Argentina) y el primer tema a tratar será desde qué piso partiremos en la negociación salarial.
El 35% que habíamos pensado antes de esto no creo que sirva. Sí tenemos claro que no vamos a aceptar que nos pongan un techo", determinó Del Pópolo, cuyo gremio tiene turno el 14 de febrero. Según el cronograma tentativo, las reuniones comienzan el 7 con SUTE, el 21 Administración Central y el 24 Judiciales.
Realidades paralelas
Los gremios y el Gobierno -tanto local como nacional- parecen vivir en dos países distintos. La preocupación de los primeros por la devaluación y por un dólar oficial que ya supera los $ 8, es marcada.
Mientras que desde la Subsecretaría de Trabajo de Mendoza, su titular Rubén Boris dice con tranquilidad que este nuevo panorama de la economía argentina, en principio no debería tener un efecto directo sobre la negociación salarial.
"El salario se va a determinar en función del costo de vida y, evaluando eso, no hay impacto de la devaluación sobre el salario. Los gremios primero dijeron que pedirían un aumento de 30%, después de 35%. Algunos juegan a la economía. Deberían determinar con precisión cuál es para ellos el valor del salario", opinó Boris, que asumió la semana pasada su nuevo cargo.
En tanto, en una entrevista publicada ayer en el diario Página 12, el ministro de Economía de la Nación, Axel Kicillof, respondió a la misma pregunta que Los Andes le hizo a Boris. Para él la devaluación tampoco impactará en las paritarias.
"Ni los precios en la Argentina son en dólares ni los salarios son en dólares, a pesar de que hemos llevado el Salario Mínimo Vital y Móvil medido en poder adquisitivo en dólares al más alto de la región. Si alguien me quiere explicar el mecanismo que hace que un cambio en el valor del dólar afecte de manera inmediata, directa y proporcional a todas las variables económicas que también me explique por qué la Argentina no es Estados Unidos", respondió Kicillof.