El gobierno provincial de Alfredo Cornejo hace notar que 'el decreto es la última medida' para definir una negociación paritaria. Y al mismo tiempo ha demostrado que está dispuesto a aplicarlo.
El Sute que encabeza Sebastián Henríquez remarca que "el conflicto es la última opción" a una negociación. Y también está dispuesto a encararlo.
Los paritarios del Estado y del sindicato se mantuvieron ayer muy lejos de un entendimiento. Y el capítulo docente entrará en las dos últimas semanas previas al comienzo del ciclo lectivo -el 5 de marzo- con pronóstico reservado. Aunque las negociaciones continúan.
La 'mejor y última' propuesta oficial subió a $ 2.500 el aporte por útiles para los docentes y a $ 2.000 la vestimenta para los celadores. Y mantuvo el incremento de 15,7% en tres tramos (5% en enero, 5,2% en junio y 5,5 en noviembre) con cláusula gatillo de reconocimiento de la inflación que supere el 15,7%.
La conducción del sindicato bajará esta propuesta entre lunes y miércoles próximos a las asambleas de las escuelas y a los plenarios del jueves y viernes. Pero hizo notar que 'militará' su rechazo, que el lunes 26 presentará al Gobierno una contrapropuesta y que ese mismo día habrá una movilización docente.
“El sindicato mostró la hilacha”, disparó el negociador del Estado, Ulpiano Suárez. “Luego de tres reuniones técnicas no hizo ningún aporte para trabajar en una contrapropuesta y ahora, ante la última oferta, nos dice que él va a venir con una contrapropuesta. Esto deja en evidencia la intención de dilatar la discusión paritaria”, remarcó.
Por su parte, el secretario general del Sute, Sebastián Henríquez, confirmó que "queremos que las escuelas avalen este rechazo para que el Gobierno no pueda decir que fue la conducción y no los docentes o celadores los que están en desacuerdo. Pero vamos a llevar una segunda discusión a las escuelas, que es la de hacer una propuesta superadora que contemple las pérdidas del año pasado e impida las de este año. La vamos a traer el lunes 26 y le vamos a exigir al Gobierno que siga dialogando y que evalúe nuestra iniciativa", remarcó.
Hay que hacer notar que en el Sute se considera que en 2017 el salario quedó retrasado en 7,6 puntos respecto de la inflación. Por lo que la contrapropuesta del gremio no bajaría de 23,3%.
Henríquez se mostró también partidario de una cláusula gatillo que siga la inflación en tiempo real en lugar de una que se dispara cuando supere el 15,7%, como prevé la propuesta oficial.
“La compensación del año pasado fue saldada con el bono de 7 mil pesos”, remarcó Suárez. Pero Henríquez lo consideró sólo ‘un pago por única vez y en negro’.
A 17 días del comienzo de las clases la paritaria docente no muestra mayores avances. Y el miércoles 28 -dos días después de la presentación de la contrapropuesta del sindicato al Gobierno - el congreso de Ctera -que integra el Sute- resolverá la actitud del gremio en todo el país.