El Gobierno inició su último año de mandato con todas las fichas puestas en la cosecha agrícola de 2019 y promueve que las negociaciones paritarias cierren antes de junio, con el 23% como meta deseable para el promedio de los sectores.
Así se desprende de un encuentro de fin de año que mantuvieron ayer con la prensa los ministros de Hacienda, Nicolás Dujovne; de Producción y Trabajo, Dante Sica y de Transporte, Guillermo Dietrich.
Si bien el Indec revelará el Índice de Precios al Consumidor de noviembre el jueves, los funcionarios aseguraron que la inflación "desaceleró fuertemente" durante el undécimo mes del año y mantiene esa tendencia en diciembre.
En ese escenario, Sica celebró que la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines ya cerró su paritaria con un alza salarial del 23% para 2019.
E indicó que hay otros gremios como Luz y Fuerza y los encargados de edificio (Suterh) que ya están negociando una mejora del 23% para el año que viene. Ese porcentaje es el mismo que la proyección de inflación del Presupuesto 2019.
Con el cronograma electoral arriba de la mesa, el Gobierno de Mauricio Macri sostiene que "lo ideal" es que todos los sectores cierren sus paritarias en el primer semestre, porque esto da certidumbre y ayuda a bajar la conflictividad laboral.
En concreto, la gestión Cambiemos no quiere conflictos salariales instalados en las calles o en los aeropuertos a partir del 1 de julio. En ese segundo semestre se juega la continuidad del actual plan económico o un giro radical.
El Gobierno tendrá un primer test electoral el 11 de agosto cuando se celebren las Elecciones Primarias. Aunque en la Casa Rosada aún no descartan la eliminación de esta instancia por sugerencia de Jaime Durán Barba, asesor estrella de Cambiemos.
Sica y Dujovne estimaron que, tras la pérdida de entre 7 y 20 puntos registrada por los salarios este año contra la inflación, en 2019 dependerá de cómo puede negociar cada rubro, porque la economía argentina "es muy heterogénea".
No obstante, el jefe de Producción y Trabajo descartó que la discusión se pueda posicionar sobre la inflación pasada, es decir, el 47% o 48% de 2018. “En las negociaciones siempre tendés a mirar la inflación futura”, afirmó Sica.
El decreto de necesidad y urgencia que firmó Macri el mes pasado para el pago de un bono de 5.000 pesos a trabajadores del sector privado ordenó también a las empresas avisar a Sica diez días antes de despedir empleados.
Si bien la crisis económica es producto de la implosión cambiaria que hubo entre mayo y septiembre, Dietrich aseguró que la denominada causa de los cuadernos de la corrupción impactó en la actividad: "Generó incertidumbre y hubo un efecto grande".
"Esta historia negra de la corrupción esperemos que haya quedado atrás para siempre, el principal responsable fue el Estado pero también las empresas que accedieron”, sostuvo.
Al momento de referirse a la baja que mostraron algunos bonos soberanos en las últimas semanas, el jefe de Hacienda lo adjudicó “al riesgo político-electoral que ven los mercados”, porque no está asegurada la reelección de Macri.