No hay días más bellos que cuando la nieve cae en las calles parisinas y el oscuro invierno cede ante la imponencia de la iluminación navideña. Atrás quedan las jornadas opacas. Es que desde noviembre y hasta el comienzo de enero, arterias, monumentos emblemáticos, plazas y vidrieras, como los coquetos árboles despoblados de hojas de Champs Elysées, como las plazas, esgrimen guirnaldas de luces y motivos festivos para que el mundo quede aún más rendido ante la ciudad más hermosa.
En el mientras tanto, mercadillos de Navidad, pesebres, pistas de patinaje al aire libre, muchos San Nicolás distribuidos por la capital como para atender tantos pedidos, conciertos y espectáculos multitudinarios.
No es fácil hacerse una agenda de fiesta ante la apabullante oferta. Una buena opción es el tour en bus panorámico a cargo de París Cityvision, que propone descubrir los más bellos monumentos de la capital al anochecer y para el final el impagable escenario del Moulin Rouge.
Más allá de las excursiones programadas lo hermoso es caminar -bien abrigados- por la avenida de Champs-Elysées. Quizá algún café al paso para detenerse en los escaparates de las grandes marcas que la habitan, hasta llegar al mercadillo más top del mundo. Luego la Avenue Montaigne, place Vendôme y aquí un paso por el Ritz es absolutamente necesario.
Un café o un aperitivo no sale más que en otro 5 estrellas y la experiencia lo amerita. Más tarde Montmartre, el encantador barrio con su plaza de artistas, la belle iglesia de Sacre Coeur y el carrusel de la base, para volver a sentirse niños, entre los infaltables.
La competencia por las miradas
Cada año se espera la mejor decoración de los grandes almacenes parisinos. Claro, nadie puede andar con chiquitas pues el mundo los está observando.
Grandes propuestas de diseño, tecnológicas y de impacto de marketing compiten entre sí. Printemps Haussmann, Galeries Lafayette, BHV, el Bon Marché, en plena contienda. Color, luces, despliegue de originalidad y muñecos móviles, ahora robots, que representan diversas escenas alusivas a la Navidad.
Este año, las Galeries Lafayette Hausmann presentan Monster Show, con una pandilla de atrevidos monstruitos, incluso, el famoso árbol de Navidad.
En el BHV Marais, Le Noël des Sales Gosses -La Navidad de los Niños Traviesos- invita a descubrir las bromas de esos pequeños escondidos en las vidrieras. En cuanto al Printemps Haussmann, propone un viaje mágico por Burberry.
Con espíritu navideño
Las actividades que planificó la urbe son infinitas. Aquí algunas, aunque más no sea para soñar.
Pistas de patinaje sobre hielo en la plaza del Hôtel de Ville, en los Champs-Elysées y en Trocadéro;
Papá Noel recibe a los pequeños en la Gran Noria, place de la Concorde y en los 20 distritos de París.
Exposiciones de árboles de Navidad decorados por diseñadores.
Parques de atracciones Disneyland Paris y el Playmobil FunPark cuentan con actividades propias para esta época.
Diversión y deportes de invierno con el Grand Palais des glaces o el "Stade Charléty sobre Nieve".
Sesiones de cuentos, talleres especiales para niños y espectáculos en Vaux Le Vicomte y en el Château de Breteuil.