La semana pasada tuvo lugar la Semana de la Moda de París, que empezó a pleno de la mano de grandes representantes y referentes como Chanel, Valentino, Christian Dior, Jean Paul Gaultier, Armani, Versace y Elsa Schiaparelli (entre muchos otros).
La jornada inaugural estuvo consagrada a Versace y las diseñadoras francesas Stéphanie Coudert, una modista de barrio, y Fred Sathal, ex diseñadora de vestuarios de ópera. Para los desfiles se eligieron algunos de los edificios más bellos de París.
Paralelamente, la gala contó con decenas de desfiles o presentaciones privadas off, entre las que han figurado este año el brasileño Gustavo Lins, el mejicano Antonio Ortega, el peruano Alexandre Delima, y el venezolano Oscar Carvallo (uno de los más ovacionados).
En tanto el diseñador alemán Karl Lagerfeld firmó una colección de alta costura otoño-invierno para Chanel, que proyectó la modernidad inspirada en el siglo XVIII.
En la pasarela, Chanel propuso sandalias planas, bolsos en bandolera, y pantalones bombachos (usados como ropa interior en aquel siglo).
La colección se mantuvo en el negro y en el blanco, acompañados con oros y platas, y pocos colores, como el rojo, el lila o el azul.
Por su lado, la italiana Donatella Versace mostró diseños que dejaron mucha piel al descubierto, en tonos claros y oscuros, mientras que Marco Zanini creó para la casa Elsa Schiaparelli, vestidos ajustados a la figura e incorporó lujosos bordados con perlas y cristales, además de pieles.
Entre otros de los más destacados estuvo el italiano Giambattista Valli, quien presentó su nueva colección de alta costura en el Gran Palais de París, asegurando haberse inspirado en un viaje realizado a la Alhambra de Granada, y en las pinturas del impresionista español Joaquín Sorolla.
Durante el desfile, las rayas dejaron paso a los motivos florales, el blanco y el negro a colores más llamativos como el rosa, el amarillo o el violeta. Los volúmenes se mezclaron con trajes que marcaron la silueta femenina.
Algunas modelos lucieron blusas masculinas en diferentes colores combinadas con faldas largas, realizadas con plumas de avestruz. “Me he inspirado en la filosofía de mi tipo de mujer, de la mujer de Valli, ecléctica y excéntrica, siempre.
Pero esta vez también he querido mostrar a una mujer que está siempre viajando, a una mujer influenciada por sus viajes”, explicó el diseñador.
Los jardines del Museo Rodin de París (ver nota) fueron el escenario escogido por la casa Dior para presentar sus propuestas de alta costura para la próxima temporada de otoño-invierno.
El diseñador belga Raf Simons ofreció un paseo por la historia de Dior, con vestidos inspirados en el siglo XVIII con aros laterales y abrigos de corte masculino bordados.
Simons aseguró estar buscando con esta nueva colección una interpretación moderna de los códigos de la moda de los siglos pasados. Vale recordar que se trata de su quinta colección de alta costura, desde que fue nombrado jefe de diseño de Dior en 2012, para sustituir a John Galliano.
