José Luis Toso - jtoso@losandes.com.ar
Después de la intensa jornada electoral dominical comenzaron a escucharse, en las dos fuerzas políticas mayoritarias, algunos comentarios sobre necesarios replanteos estratégicos pensando en la campaña hacia las generales del 21 de junio.
La inquietud en muchos casos quedó planteada en la misma madrugada del lunes 20. Es que los resultados globales (lo que obtuvo la fórmula encabezada por Cornejo versus la sumatoria de Bermejo más Carmona más Roby) arrojaron sorpresas gratas para el oficialismo provincial y algunas dudas puertas adentro del radicalismo, en su carácter de columna vertebral del frente Cambia Mendoza.
En uno y otro frente comprobaron que no había tiempo que perder. La diferencia es escasa pero para nada despreciable a favor de la oposición, a pesar de todo, si se tiene en cuenta la polarización existente.
En realidad, si se hace la medición entre fórmulas, la enorme ventaja de Cornejo y Montero sobre Bermejo y Martínez Palau aparece como muy difícil de descontar, pero el aporte de los porcentajes que reunieron Carmona y Roby redondeó un número con el que se envalentonaron en el oficialismo.
La gran duda es si la mayoría de los votos que obtuvieron los dos precandidatos derrotados en las PASO por Bermejo se trasladarán automáticamente a éste el día de la elección general. Hay que recordar que lo que las jerarquías muchas veces deciden o acuerdan no necesariamente coincide con el punto de vista de quienes votan priorizando políticas o ideologías, o a un candidato que canalice dicha inclinación personal.
La búsqueda de unidad en el oficialismo. En la semana, las oficinas céntricas de Adolfo Bermejo reunieron a un importante número de dirigentes de las distintas corrientes internas que dieron forma a la fórmula del maipucino con Martínez Palau. Entre los sectores también estuvo representado el “paquismo”.
Se comenta que hubo rápida coincidencia en cuanto a lo inconducente del distanciamiento entre el peronismo mendocino y la Casa Rosada. Hubo algunos otros planteos, principalmente destinados a fortalecer la jefatura de la campaña que comienza hacia las generales de junio. Hasta ahora ese liderazgo lo venía ejerciendo el intendente lasherino Rubén Miranda.
También surgió de ese encuentro la recomendación a Adolfo Bermejo para que mantuviera rápidos contactos con Guillermo Carmona, especialmente teniendo en cuenta que éste ya había prometido no poner palos en la rueda a quien resultara victorioso en las primarias del Frente para la Victoria.
Esa reunión Bermejo-Carmona se realizó rápidamente y de la misma pareció fortalecerse la anhelada unidad que debía quedar testimoniada en la foto del domingo a la noche, que nunca se concretó.
Esta actitud de acercamiento permitiría en lo inmediato al oficialismo mantener un equilibrio de líneas internas de cara al proceso electoral que viene.
No escapó al análisis de la situación lo que está ocurriendo en Guaymallén, donde la pelea entre Lobos y Abraham ya genera planteos de la oposición. Esperan para mañana un informe completo de la Junta Electoral luego de que ayer le tocara el turno del recuento al conflictivo departamento.
Más allá de estas precisiones, varios referentes del PJ no descartaban la posibilidad de que se llegara a un acuerdo entre los “caciques” en conflicto pensando, más que nada, en la gravitación que tiene Guaymallén en la elección general de la provincia. Hay quienes consideran que la votación del domingo pasado marcó un techo para las posibilidades electorales de Lobos, no así de Abraham.
Aquél, sin embargo, confía en haber sido el ganador de la primaria departamental y está seguro de imponerse como candidato del FPV en junio, por lo que se duda de que en algún momento acepte dar un paso al costado si se lo piden por la unidad y posibilidades del frente que integra.
El rol de Pérez de ahora en más. Con el compromiso de respaldo garantizado por parte de Carmona, hay quienes sostienen que “es imperioso” que Bermejo, si resulta necesario, se siente a conversar con la Presidenta en Buenos Aires buscando dejar de lado diferencias. Están convencidos, en el entorno partidario del actual senador nacional, de que el voto cristinista será fundamental para intentar ganarle a Cornejo.
Al Gobernador también le compete un papel fundamental de ahora en más. Le han sugerido a Pérez dejar el protagonismo político a la fórmula provincial, acompañar en la campaña y, fundamentalmente, ordenar lo más posible la gestión para que ésta no sea el origen de más críticas por parte de la oposición.
Hay una especial expectativa en el oficialismo por el tenor del discurso que dará el viernes Pérez ante la Asamblea Legislativa, el último como mandatario provincial. Hay quienes recomiendan sólo un “aburrido” repaso de casi tres años y medio de gestión y los que prefieren un mensaje con fuerte contenido político.
Deberá decidir Pérez, a quien el ímpetu lo ha llevado insistentemente a confrontaciones dialécticas de todo calibre no siempre beneficiosas para él. De todos modos, resultará inevitable desde la oposición una evaluación crítica del gobierno luego del discurso del viernes. La apertura de sesiones legislativas en medio de un proceso electoral no siempre es muy oportuna.
UCR: tras el festejo, mesura. Luego de la noche triunfal del domingo, Alfredo Cornejo se llamó a silencio durante gran parte de la semana. Sólo se mostró en el comité radical el lunes para demostrar que él también tiene intendentes ganadores en los departamentos.
Es un asunto al que por lo general siempre recurre el justicialismo haciendo alarde de su poder territorial y ayer el candidato radical hizo otra vez declaraciones periodísticas.
El contenido del mensaje que dio aquella noche fue el que desató críticas del oficialismo y generó alguna polémica puertas adentro de Cambia Mendoza. Exceso de triunfalismo y una actitud demasiado desafiante hacia la investidura del Gobernador fueron los aspectos más criticados.
En el entorno del candidato radical aclaran que la contundencia a la que aludió Cornejo cuando habló fue por el caudal de votos que recibió el frente que encabeza.
Si bien en el radicalismo no subestiman los cinco puntos porcentuales de ventaja sobre el oficialismo que surgieron de las PASO, también evalúan que están muy cerca de la obtención de una mayoría difícil de alcanzar en las generales y los alienta la tracción que la fórmula provincial ejerció en distintas zonas de la provincia, como Las Heras, donde indudablemente Cornejo fue muy votado, al punto de obligar a Carlos Ciurca a tomar licencia como vicegobernador para dedicarse de lleno a la campaña departamental.
Qué harán en junio los miles que no votaron en estas PASO es otro gran interrogante a la hora de las proyecciones.
Algunos analistas locales consideran que la tendencia a favor de la fórmula Cornejo-Montero difícilmente se modifique en junio y que la amplia diferencia porcentual con Bermejo-Martínez Palau es otro dato a tener presente.
En la semana posterior a las PASO, Bermejo y Cornejo se subieron al ring de la pelea final sin dejar de tomar nota de sugerencias y reclamos de sus dirigentes.
Aquél sabe que debe lograr que la sumatoria que colocó al FPV en su conjunto a pocos puntos de Cambia Mendoza, no sea el techo posible desde el punto de vista electoral, mientras que éste ya exige a los suyos trabajar para que lo logrado el domingo 19 sea sólo una base de votos que sustente su anhelado destino de Gobernador.