Aunque en la cancha fue un empate (1-1) en el que se sacaron chispas y hasta hubo dos jugadas muy polémicas, afuera volvió a ganar el fútbol. Porque mucho más allá de vencedores y vencidos, el clásico del este del departamento de Maipú volvió a ser una fiesta que terminó en paz.
Hace cuatro años, la Liga Mendocina de Fútbol recuperó un derby barrial realmente apasionante. Y ayer Beltrán y Rodeo volvieron a demostrar que son rivales, pero no enemigos. En un Rafael Alonso que se vistió de gala y contó con una convocatoria cercana a las mil personas (a pesar de la prohibición Rodeo contó con el aliento de un nutrido grupo), el Fraile y el Toponero se repartieron puntos en un encuentro realmente emotivo de principio a fin.
Envalentonado por el triunfo ante Godoy Cruz en la fecha pasada, el juvenil elenco de Rodeo del Medio sorprendió a propios y extraños cuando Brian Gallardo abrió la cuenta con un zurdazo bajo y cruzado que dejó sin respuestas a Gianoni.
La apertura del marcador por parte de la visita debió llegar antes: a los 8' César Cáceres se elevó y metió un frentazo limpio, la pelota pegó en el travesaño y pico claramente adentro. Era gol de Rodeo, pero ni el juez Paolo Conte ni su asistente Alejandro Caltabiano se percataron de tal situación y el tanto no fue convalidado.
Partido en el medio, Beltrán regaló terreno a espaldas de los volantes y fue bien aprovechado por la visita. Y luego de fallar algunas chances en el primer tiempo, reaccionó en el complemento. Ajustó marcas, levantó Alarcón y generó situaciones para igualar. Pero tenía la pólvora mojada y hubo un penal a Guzmán no sancionado. El empate de Páez le dio envión al Fraile, que no lo pudo ganar.