Los vecinos de Vista Flores, La Consulta, Pareditas y otros pueblos valletanos ayer vivenciaron un espectáculo sin igual y en forma gratuita. Sólo les bastó dirigir la mirada al cielo. Sucede que decenas de pilotos surcaron esos cielos con sus velas multicolores en la tarde de ayer, en lo que fue la primera prueba de la 4ta fecha del Campeonato Argentino de Parapente.
La ‘línea de largada’ fue el cerro San Pedro del Manzano Histórico. Pasada la una de la tarde, unos 53 competidores corrieron para lanzarse cerro abajo y tomar vuelo. Los verdaderos afortunados fueron habitantes de este paraje tunuyanino y un puñado de visitantes, pues los pilotos sobrevolaron por más de media hora la zona para tomar buena altura.
Algunos eran novatos en este ‘terreno’, por lo que este tiempo de ambientación también sirvió para explorar la pista y encontrar las tan mentadas térmicas o ‘pajareras’ en el lenguaje más popular -columnas de aire ascendente- a través de las cuales los parapentistas se catapultaron hacia arriba.
Hubo para quienes esta tarea no fue tan simple, pues no consiguieron retomar altura y tuvieron que resignar los puntos de la primera manga. “Hemos tenido aterrizajes en la zona del Carrizalejo, en los viñedos del Clos de los Siete y en distintos puntos de aquí del Manzano”, apuntaron los organizadores.
Las nubes cargadas y el frío del Manzano Histórico obligaron a largar un poco antes de lo pensado. “Sin embargo, hacia el valle está el sol lindo y se va a poder volar a gusto”, marcó Oscar Ganem, uno de los coordinadores y presidente del club tunuyanino Cal-hue (lugar de los pájaros).
A las 14, el equipo organizador del Club de Vuelo Libre Cerro Arco y Tunuyán Parapente dio aviso por radio a los jugadores que la manga comenzaba. Así todas las velas se encaminaron hacia el sur. Debieron recorrer unos 123 kilómetros y pasar por los puntos (balizas) estratégicamente marcados en sus GPS: Vista Flores, Campo Los Andes, La Consulta, Pareditas y Agua del Toro.
Cada piloto lleva un equipo de alta tecnología, donde dejan registrado su paso por las verticales pautadas y la hora en que se produjo. Esta es la base de información que el comité analiza después, para colocar los puntos correspondientes. Generalmente este conteo, se suele hacer al finalizar la jornada de vuelo y en el ámbito tranquilo de una cena de camaradería. Esta vez será seguro compartiendo algún buen vino del Valle de Uco.
Las características climatológicas propias de la alta montaña, sobre todo sus vientos, fueron quizá el único blanco de las preocupaciones de los competidores. La mayoría destacó la belleza del paisaje y las condiciones propicias para un buen vuelo. “Es la primera vez que voy a volar en alta montaña, tengo muchas ganas de probar estas alturas”, apuntó Javier Funes (36) el piloto cordobés, que formó parte del equipo argentino en el mundial de Colombia, en enero de este año.
Este parapentista ha ganado algunos torneos nacionales. Asegura que Argentina está adquiriendo un posicionamiento en este deporte a nivel internacional. “En el último mundial, logró la quinta plaza. Es decir que en el próximo llevará un equipo formado por cuatro hombres y una mujer”, agregó.
Por su parte, Michel Guillemot (29) destacó el gran potencial que tiene la región valletana para la práctica de este deporte. “Mendoza es una de las plazas con mayor frecuencia de vuelo del país”, apuntó este piloto de La Cumbre, Córdoba, que empezó a navegar por los cielos a los 11 años.
Guillemot es una de las figuras del campeonato, entre otras cosas, porque es el único argentino que ha logrado ganar una manga en un certamen mundial. Pese a ser uno de los favoritos, Michel corre con una desventaja. Sucede que estuvo ausente en la primera fecha del torneo nacional, que se llevó a cabo en San Antorio de Areco, porque nació su primer hija, Nicole. “Tengo que recuperar esos puntos, por eso tendré que exigirme un poco más”, apuntó el joven que quedó en los primeros puestos en las dos fechas posteriores.