Unos 4 millones 200 mil paraguayos tendrán hoy la responsabilidad de decidir si el país se mantiene entre aquellos gobiernos de centroderecha, en expansión en la región, o da un vuelco hacia la centroizquierda con un triunfo opositor, en las elecciones de única vuelta en las que elegirán al sucesor del presidente Horacio Cartes.
Aunque son 10 las fórmulas inscriptas, la discusión real está centrada en dos binomios: el del gobernante Partido Colorado, Mario Abdo Benítez-Hugo Velázquez, con buena ventaja en las últimas encuestas; y en el de la Gran Alianza Renovada (Ganar), Efraín Alegre-Leonardo Rubín.
Todos los sondeos -sólo pudieron difundirse hasta hace dos semanas- indican que colorados y opositores de Ganar monopolizarán los votos, aunque existe coincidencia en que el oficialismo corre con ventaja para retener la jefatura del Palacio de López.
El aspirante de la Asociación Nacionalista Republicana (ANR, nombre formal del coloradismo) es el ex senador Abdo Benítez, escoltado por Velázquez, ex jefe de Diputados, ganadores de la interna que en diciembre relegó al candidato elegido por el propio Cartes y que los colorados leen como la verdadera elección.
Gobierno durante seis décadas -sólo fuera de la gestión en el período 2008-2016-, el coloradismo se apoya en una poderosa estructura que parece camino a ser clave otra vez en la compulsa de hoy.
Del otro lado, el histórico Partido Liberal Radical Auténtico y los partidos Democrático Progresista, Revolucionario Febrerista y Encuentro Nacional, el Frente Guasú y Concertación Nacional Avancemos País se unieron en Ganar, y van a la pulseada con el ex senador Alegre y el periodista Rubín como binomio.
Quien gane asumirá la jefatura del Palacio de López el 15 de agosto y se quedará hasta 2023, sin chance de reelección, al menos hasta ahora, porque la Constitución nacional veta esa posibilidad.
Además de mandatario y vice, hoy se eligen 45 senadores (más 30 suplentes), 80 diputados (más 80 suplentes), 17 gobernadores, 17 juntas departamentales y los 18 miembros del Parlamento del Mercosur (más 18 suplentes).
Alianza como en 2012
Una de las novedades de los comicios es que vuelve a aparecer con alguna chance de imponerse una alianza similar a la que se armó en 2012 y que logró, con el triunfo de Fernando Lugo, terminar con la hegemonía colorada.
Aquel acuerdo se destrozó cuando parte del PLRA apoyó el golpe institucional que terminó con Lugo fuera del cargo, por su responsabilidad política en la llamada masacre de Curuguaty, donde murieron 11 campesinos y 6 policías, en el desalojo de una propiedad ocupada por trabajadores.
Superadas por demás las heridas que dejó su interna y con su maquinaria electoral a pleno (un millón y medio de afiliados), el Partido Colorado debió enfrentar en la campaña los reclamos por las cuentas pendientes de su gestión (altas cifras de pobreza, baja inversión en educación, un crecimiento económico que no llegó a todos los sectores) y por el pasado de su candidato.
Sabedor de las carencias del país, el candidato colorado lanzó en las últimas semanas un pliego de propuestas: promover una Asamblea Nacional Constituyente que trabaje sobre una necesaria reforma del Poder Judicial, lograr una “revolución educativa” que lleve el porcentaje de Educación al 7% del PBI, y mejorar la base contributiva del país, que tiene un esquema con impuestos muy bajos.
Alegre, por su parte, hizo campaña con las que serán sus 5 primeras medidas si gana: reducir el costo de la electricidad (el país cuenta con dos importantes centrales hidroeléctricas, Itaipú -compartida con Brasil- y Yacyretá -con Argentina-; lograr la salud básica gratuita; promover un salto cualitativo y cuantitativo en educación y llamar a una Asamblea Nacional Constituyente para sanear la justicia.
Pesada herencia: aumentaron la pobreza y la deuda externa
El analista político Ignacio Martínez dice que el legado de Cartes “es contradictorio porque si bien logró que los funcionarios públicos comenzaran a mejorar el servicio a la comunidad cuidando los recursos públicos, ejerciendo mayor control y mostrando transparencia, no pudo vencer a la pobreza estructural”.
Martínez recordó que la pobreza en 2017 trepó al 28,9% respecto del 26,6% de 2016, lo que implicó que de los 6,7 millones de habitantes que tiene el país, 1,9 millones son pobres. A estos datos, respaldados por la Dirección de Estadísticas y Censo de Hogares, se suma una tasa de desempleo de 8,3%.
Otra herencia de Cartes, opina el analista, será la deuda externa. “Cuando asumió el mando en 2013 era de 2.674 millones de dólares pero hasta enero pasado llegó a 5.592 millones de dólares. Hubo un aumento de 109%, según Hacienda.
Agrícola-ganadero
El principal producto de exportación es la soja, con 3 millones de ha cultivadas y 10 millones de tn cosechadas en 2017. Tienen 11 millones de ovinos.
La deuda externa del país es de 5.592 millones de dólares a enero de 2018. Tienen 220.000 funcionarios públicos.
Alrededor de 4,2 millones de personas están habilitadas para votar. En Argentina, votan unos 20.000.