El derechista Mario Abdo Benítez, del gobernante partido Colorado, encabeza el conteo de votos de las presidenciales de ayer en Paraguay, con 46,64% frente a 42,61% del liberal Efraín Alegre, con el 89% de las mesas escrutadas, informó el Tribunal Electoral.
Abdo Benítez también figura de primero en las encuestas a boca de urna de firmas privadas.
Poco después del cierre de los centros electorales, cientos de personas vestidas de rojo se concentraron en la calle donde está la sede del partido Colorado en Asunción, donde se instaló una tarima y ya hay música.
Ninguno de los dos candidatos ha hecho aún declaraciones.
El Tribunal Electoral calcula que la participación alcanzó 65% de los 4,2 millones de votantes, en una jornada que transcurrió con poco entusiasmo y sin incidentes.
En estos comicios se elige también el nuevo Congreso y los gobernadores de los 17 departamentos.
Paraguay, que salió de 35 años de dictadura en 1989, ha vivido bajo la hegemonía del partido Colorado durante los últimos 70 años, con la sola excepción del gobierno del ex obispo y ex presidente izquierdista Fernando Lugo (2008-2012), quien fue destituido en un juicio político un año antes de completar su mandato.
"Me he ganado credenciales democráticas en mi trayectoria política", declaró Abdo Benítez al rechazar ayer las críticas que recibe por la cercanía de su familia con Stroessner.
Aunque se distancia de la dictadura recordando que para el momento del derrocamiento de Stroessner él apenas tenía 16 años de edad, en 2006 asistió a los funerales del ex dictador, que se exilió en Brasilia.
De 46 años, "Marito", como se le conoce popularmente, estudió mercadeo en Estados Unidos.
Su programa propone mantener la política económica del saliente presidente Horacio Cartes, basada en las exportaciones agrícolas, que le ha permitido a Paraguay crecer a un ritmo de 4% anual desde hace más de una década.
"En Paraguay, el partido tiene una centralidad en la vida cotidiana. Durante la dictadura, la sede del partido Colorado servía un poco como enfermería y como agencia de empleos. En los partidos paraguayos hay una fidelidad al candidato", explicó Magdalena López, coordinadora del Grupo de Estudios Sociales sobre Paraguay de la Universidad de Buenos Aires.
Abdo Benítez también pretende llevar a cabo una reforma del Poder Judicial, que considera corrupto.
Paraguay figura en el puesto 135 de percepción de corrupción, de una lista de 180 países elaborada por Transparencia Internacional.
Alegre, un abogado de 55 años que comenzó su actividad política en oposición a la dictadura, intenta por segunda vez acceder a la presidencia.
En las pasadas elecciones de 2013, en las que solamente tuvo el apoyo de su partido Liberal, perdió frente al actual mandatario.
Pero esta vez logró reeditar la coalición con el Frente Guasú (Frente Amplio) y otras agrupaciones de izquierda que en 2008 habían dado el triunfo a Lugo.
Alegre promete atacar la pobreza con un impulso a la economía familiar campesina, frente a los inmensos monocultivos de soja y de granos en general destinados a exportación. En su campaña prometió rebajar drásticamente la tarifa eléctrica para impulsar la inversión industrial para la generación de empleo.
Paraguay, un país rico en hidroelectricidad pero sin salida al mar, no logra reducir su índice de pobreza con la misma velocidad que crece su economía, en promedio 4% anual.
La pobreza afecta a 26,4% de la población y la informalidad alcanza a 40% de la economía, según los especialistas.
Para Gladys Benegas, directora del Instituto de Investigaciones en Competitividad de Paraguay, "el número de pobres está vinculado a la falta de empleo. "Solo 3% de las empresas en Paraguay son grandes empresas. La informalidad hace que el índice de pobreza sea alto", dijo.
Abdo Benítez, hijo de quien fue el secretario privado del dictador Alfredo Stroessner, también figura primero en la encuesta a boca de urna de la firma First Análisis y Estudios, con 51,3% frente a 39,5% de Alegre.
Otro sondeo a boca de urna, de la firma Ati Snead, da a Abdo Benítez 43,3% ante 37,3% de Alegre, quien representa a una coalición de centro izquierda.
Misión de la UE destacó el comicio
La jefa de la misión de observadores de la Unión Europea (UE), la eurodiputada rumana Renata Weber, destacó el ambiente tranquilo que se vivió en la jornada electoral en Paraguay y calificó de "buena" la administración del proceso por parte de la Justicia Electoral.
Weber, que lidera una misión de 96 observadores, hizo esas declaraciones al finalizar el comicio y sobre una supervisión de 160 mesas de votación.
“Nos parece una elección buena y el ambiente tranquilo", dijo Weber a los periodistas.
Añadió que recién mañana ofrecerán las conclusiones preliminares sobre la marcha del proceso y recordó que la misión de la UE permanecerá en el país hasta el mediados del mes de mayo.
“Dejo un país mejor, pero en donde falta todo por hacer”
El presidente de Paraguay, Horacio Cartes, afirmó que dejará "un país mejor" al finalizar su mandato pero en donde "falta todo por hacer", al emitir su voto en las elecciones generales que se desarrollan en la nación limítrofe.
“Hoy habla el pueblo. Hombres, mujeres y jóvenes van a hablar a través del voto. Confiamos plenamente en Dios, que vamos a tener una jornada extraordinaria, que en unas horas más vamos a tener al nuevo presidente de la República”, dijo Cartes a los medios de prensa.