En el Hernando Siles de La Paz, el “Ciclón” cayó 1 a 0 con Bolívar pero igual logró el sueño, el viejo anhelo: jugar la final de la Copa Libertadores. Es que aquella goleada por 5 a 0 en la ida, le alcanzó al conjunto de Edgardo Bauza para avanzar a la llave definitoria de esta competición. Es simple el enunciado, pero complejo el desarrollo de esta revancha semifinal. Porque el Ciclón llegaba con una diferencia inesperada para una instancia tan importante, pero había cierto respeto por los 3600 metros de altitud que presenta la ciudad boliviana.
Y fue como se esperaba, desde el inicio, con Bolívar lanzado a buscar achicar semejante diferencia, y creando situaciones, por momentos clarísimas (tiros en los palos, remates apenas desviados y salvadas providenciales de Torrico y compañía). No fue un aluvión, ni un dominio exhaustivo del local. Fue una entrega del balón y del terreno de San Lorenzo, para que Bolívar se hiciera cargo de todo: del trámite, de las obligaciones y de los errores.
Total, la diferencia de cinco goles era un argumento suficiente que el conjunto de Bauza utilizaba para darse el lujo de contraatacar cuando quería. Sin embargo, las acciones de Nicolás Blandi, Ignacio Piatti y Leandro Romagnoli siempre tenían el último toque erróneo. Por este motivo, el "Ciclón" no pudo convertir, aunque su rival tampoco, durante los 45 minutos iniciales sobre un Hernando Siles de pésimas condiciones para albergar una Semifinal de Copa.
Como no pudo anotarle de arranque y la diferencia seguía siendo de cinco goles, Bolívar tuvo que salir a hacer todo el gasto en el complemento. Y San Lorenzo, como era de esperarse, no se molestó en ganar metros, sino que todo lo contrario, siguió esperando en su campo ya con Blandi como el único punta.
Pero a partir de ahí, el trabajo de Juan Mercier y Néstor Ortigoza en el mediocampo, como así también el de la defensa, se hizo más importante y todos están a la altura de las circunstancias. Los de La Paz apretaron pero en todas estuvo Sebastián Torrico, la figura de la cancha. Sobre el final, Yecerotte logró el agónico tanto del honor que no empañó la fiesta del Ciclón.
Ahora, a definir la llave en casa
De todos los rivales que podía enfrentar San Lorenzo en la final, le tocó el único que por su posición, le favorecería con la localía en la revancha. Esto es porque en la tabla general que se armó luego de la fase de grupos, el Ciclón culminó en el lugar décimo quinto (clasificó como uno de los peores segundos), y el Nacional paraguayo clasificó en el último lugar, decimosexto.
Entonces, el primer encuentro definitorio entre estos dos clubes que nunca jugar la final de la Copa Libertadores, se llevará a cabo en Asunción y el decisivo, en el escenario de Flores Sur.
Resta definir las ternas arbitrales para cada uno de los encuentros y los horarios, además de las entradas con que contará cada institución cuando sea visitante.