El director de la CIA, Mike Pompeo, dijo ayer que Corea del Norte desarrolla "a ritmo alarmante" su capacidad para lanzar un ataque nuclear contra Estados Unidos, pero relativizó la inminencia de una confrontación militar con Pyongyang.
"Cada vez que hacen pruebas de misiles, o si realizan un ensayo nuclear, adquieren experiencia, y podemos decir que están progresando a un ritmo alarmante", dijo Pompeo a la cadena Fox News cuando se le preguntó sobre la posibilidad de un ataque con misiles nucleares norcoreanos a territorio estadounidense.
Sin embargo, interrogado sobre si los estadounidenses deberían preocuparse por las crecientes tensiones con Corea del Norte, Pompeo respondió que “nada es inminente”. “Nada es inminente hoy. Pero cuidado, el aumento de la probabilidad de un ataque con misiles nucleares a Denver es una amenaza muy seria”, agregó el director de la agencia de inteligencia de Estados Unidos.
Estas declaraciones se producen tras una semana de escalada verbal entre EEUU y Corea del Norte. Donald Trump prometió "fuego e ira" a Pyongyang.
Corea del Norte, por su parte, amenazó con lanzar cuatro misiles a Guam, puesto estratégico de las fuerzas estadounidenses en el Pacífico, con cerca de 6.000 soldados estacionados. “No me sorprendería si hacen otra prueba. Ya han hecho dos en julio”, añadió Pompeo, en referencia a dos lanzamientos de misiles balísticos intercontinentales (ICBM) capaces de alcanzar territorio continental estadounidense, llevadas a cabo por el régimen norcoreano.
En Guam todos rezan
Por otra parte, en Guam, los católicos rezaban “por la paz” y algunos incluso pedían a Dios que “toque el corazón” del líder norcoreano Kim Jong-Un para que no ataque su isla.
Dora Salazar, de 82 años, ha acudido expresamente a Agaña, capital de Guam, desde su aldea de Mangilao, a una quincena de kilómetros, para participar en una gran "oración por la paz".
"Somos inocentes", se defiende, implorando que la gracia divina toque a Kim Jong-Un y le haga descartar sus planes de lanzar misiles nucleares contra esta isla estadounidense del Pacífico.
“Rezamos para que Dios toque su corazón, porque Dios lo ama. Ésa es mi plegaria”, dice, con fervor.