El Gobierno sostuvo ayer que la nueva tarjeta Supercard es "una revolución", advirtió que "algunos sangran por la herida" y descartó una estampida inflacionaria porque "todo el tiempo" el Poder Ejecutivo "está cuidando el poder adquisitivo del salario".
Así lo aseguró la subsecretaria de Defensa del Consumidor, María Lucila Colombo, quien destacó que el acuerdo con los supermercados "es una herramienta que no podrá ser eterna, pero está resultando muy interesante ahora y ha dado resultado excelente".
En declaraciones a radio Del Plata, Colombo dijo que los detractores de este congelamiento "han apostado al día 61. No hay día 61, como no va a haber día 121. No va a haber".
Consultada sobre evaluaciones de algunas asociaciones de consumidores que advirtieron que subieron los precios de las segundas marcas, contestó: "No sé cuáles serán, pero te aseguro que ni defienden a los consumidores, ni hacen las compras ni van a ver los precios. No es cierto".
Colombo dijo ver los beneficios del convenio "con las amas de casa y lo escucho en el 0-800 de la subsecretaría: no hay problemas con el acuerdo de precios. Se ha cumplido perfectamente. Las provincias también lo están comprobando".
"Lo que pasa es que Clarín viene preparando el terreno para poder anunciar una inflación que no es tal y que solamente le conviene a algunos pocos que hacen grandes negocios y se han acostumbrado a hacer", insistió.
Según la subsecretaria, "No quiere decir que no tengamos problemas ni dificultades, pero acá, a lo largo de los años, lo que ha ocurrido es que el poder adquisitivo del salario de los trabajadores ha permitido que mejoremos nuestras condiciones de vida, que tengamos eso que se llama movilidad social ascendente, que se pueda vivir cada vez mejor, con mayor ingreso, que los chicos vayan a la escuela, que haya generaciones de nuevos universitarios".
Colombo defendió también la flamante Supercard, que entrará en vigencia el 1 de abril, será gratuita y ofrecerá un límite de compras de 3.000 pesos y de crédito de 1.000 pesos, con una tasa máxima de financiación anual de 22 por ciento.
"Esta tarjeta no es magia: es política destinada a cuidar el consumo popular con distintas herramientas. Esto es una revolución", dijo.