Con la intención de desacreditar la jornada de protesta convocada por las centrales gremiales opositoras, desde el Gobierno salieron ayer a decir que la inflación proyectada para 2014 "no es argumento suficiente para un paro general".
La inflación es uno de los ejes del reclamo de los sindicatos en este día de paro, cuatro días después de que el Gobierno re lanzara su política de Precios Cuidados. Un integrante del Gabinete indicó que la inflación proyectada para todo el año del 30% no es causal de un paro general. "Nunca se hizo un paro general por una inflación media. No estamos en un escenario hiperinflacionario, entonces es claro que esto es político", señaló.
Fuentes del Ministerio de Economía sostienen que ante la situación inflacionaria que atraviesa el país, las expectativas continúan colocadas en "Precios Cuidados", que el lunes incorporó 108 nuevos productos, habilitando un aumento de 3,2% en el trimestre sobre la canasta general. Sin embargo, los menos optimistas desde la Casa Rosada señalan que la medida "no alcanzará, es cortoplacista y con el dólar estabilizado, Economía debería acompañar más para realmente detener la inflación".
En este contexto, desde el Gobierno niegan cualquier posibilidad de una nueva devaluación, y señalan al sector empresarial por los aumentos sufridos en los últimos meses. "Ésa es una variable que escapa a cualquier medida del Gobierno, el comportamiento del sector privado, pero no hay señales de una nueva situación de devaluación. El dólar fue estabilizado", agregó el mismo funcionario.
En medio de la preocupación por el paro sindical, en la Casa Rosada califican la medida de fuerza como algo "netamente político". "Todos tienen derecho a huelga, eso es indiscutible, pero éste es un paro político, sin argumento", indicó una fuente oficial.
Esperando que la jornada de hoy transcurra sin sobresaltos, al personal del Gobierno no se le dio ninguna indicación de modificación de horarios o alguna suspensión de tareas, frente a la dificultad que habrá para trasladarse, sumadas las complicaciones que habrá en los diferentes accesos a la ciudad por causa de los piquetes. "Será un día normal, todos vendremos a trabajar. El que llega, llega y el que no, se comprenderá", señaló un integrante del gabinete, analizando la situación.
El malestar en el Gobierno no se oculta ante lo que será un día "complicado para la gente" como señalan desde los pasillos de la Casa Rosada. Las principales críticas se dirigen hacia la decisión de los diferentes piquetes que se realizarán. "¿Por qué complicar el derecho a circular a la gente que buscará otros medios para ir a trabajar?", sostuvo un ministro consultado por la situación.
En el kirchnerismo las voces no se dividen al momento de calificar la medida impulsada por el líder camionero de la CGT, Hugo Moyano. "Esto es una extorsión", sostienen varios dirigentes K y aunque buscaron minimizarlo desde el discurso oficial durante esta semana, reconocen que hoy será una jornada complicada y "habrá que armarse de paciencia y listo. Nadie va a reprimir ni mucho menos. Es lo que algunos sectores esperan", indicó un fuente oficial.
