Para el gobierno inglés “la invasión a Irak fue evitable”

Según el informe realizado por el experimentado diplomático británico John Chilcot, “la acción militar en aquel momento no era el último recurso”. Blair insistió en que fue la decisión correcta.

Para el gobierno inglés “la invasión a Irak fue evitable”

El entonces primer ministro británico Tony Blair llevó a su país a la guerra de Irak sin agotar las opciones diplomáticas, sin un plan posconflicto, y tras asegurar al presidente George W. Bush que lo seguiría en cualquier circunstancia.

Estas son las principales conclusiones de una muy esperada investigación oficial británica difundidas ayer. Se trata del informe Chilcot, realizado por el experimentado diplomático y consejero de los servicios secretos del Reino Unido, sir John Chilcot, quien ha sido el responsable desde 2009 de revisar la participación británica en el conflicto.

“Hemos llegado a la conclusión de que el Reino Unido decidió unirse a la invasión a Irak antes de que se hubiesen agotado las opciones pacíficas para el desarme”, afirmó Chilcot. “La acción militar en aquel momento no era el último recurso”, aseguró.

La investigación es particularmente incriminadora con el primer ministro británico de la época, Tony Blair, que, según reveló Chilcot, prometió al presidente estadounidense George W. Bush seguirlo “pasara lo que pasara”, tan sólo un año antes del conflicto.

Blair defendió su decisión de llevar al país a la guerra de Irak en respuesta a la investigación que le acusó de haber seguido ciegamente a Estados Unidos.

En una rueda de prensa, Blair amagó con pedir disculpas, pero luego insistió en que fue la decisión correcta.

“Expreso más pena, arrepentimiento y disculpas de lo que nunca llegaréis a saber o imaginar”, dijo Blair, antes de matizar: “Creo que tomamos la decisión correcta. El mundo está mejor y es más seguro”.

“Admito y asumo la responsabilidad de los errores en la planificación y el proceso. Acepto mi entera responsabilidad por aquellos errores, pero eso no es contradictorio con lo que digo, que creo que tomamos la decisión correcta”, razonó.

“Volvería a tomar la misma decisión”, insistió el político laborista, de 63 años.

Tras siete años de investigación, la comisión presidida por el funcionario jubilado John Chilcot determinó que Blair metió al país en la guerra sin haber agotado las otras opciones y sin un plan para administrar el país.

"Blair es un terrorista"

Las familias de los 179 soldados británicos fallecidos en Irak expresaron su “tristeza al descubrir que sus seres queridos murieron innecesariamente”.

Sarah O'Connor, cuyo hermano Bob murió en Irak en 2005, dijo en una rueda de prensa que “hay un terrorista que todo el mundo tiene que conocer, y su nombre es Tony Blair”.

Por su parte Rose Gentle, madre de otro soldado muerto, explicó que le gustaría preguntarle a Blair: “¿por qué mataste a mi hijo?”.

Ante el lugar donde se presentó el informe, muy cerca del parlamento, varios manifestantes coreaban consignas contra el ex primer ministro.

El líder del Partido Laborista de Blair, Jeremy Corbyn, que se opuso a la guerra, pidió perdón en nombre de la formación: “Quiero pedir disculpas en nombre de mi partido por la decisión desastrosa de ir a la guerra en Irak”.

La investigación Chilcot empezó en 2009, cuando las tropas británicas se retiraron de Irak, con el objetivo de investigar la decisión de participar en la guerra de 2003 y la ocupación subsiguiente.

Conclusiones

Estas son las cuatro conclusiones más destacadas de este colosal informe de 2,6 millones de palabras elaborado bajo la dirección del funcionario retirado John Chilcot:

Blair siguió ciegamente a Estados Unidos:

“Le acompañaré, pase lo que pase”, dijo Blair al presidente estadounidense George W. Bush en una nota del 28 de julio de 2002, un año antes de la invasión de Irak.

Blair puso al país en un camino “en el que iba a resultarle muy difícil retirar posteriormente su apoyo a Estados Unidos”.

Blair “no presionó al presidente Bush para que le diera garantías sobre los planes estadounidenses” .

El Reino Unido no agotó las opciones diplomáticas

“En ausencia de una mayoría para apoyar la acción militar, consideramos que el Reino Unido, de hecho, socavó la autoridad del Consejo de Seguridad”. “Hemos llegado a la conclusión de que el Reino Unido decidió unirse a la invasión de Irak antes de agotar todas las opciones diplomáticas para el desarme. La acción militar no era la única opción”.

Mala información

“Está claro que la política con Irak se hizo sobre la base de informaciones de inteligencia y consejos erróneos. No fueron cuestionados, y deberían haberlo sido”.

“Los veredictos sobre la gravedad de la amenaza que suponían las armas de destrucción masiva de Irak se presentaron con un grado de certeza injustificado”. Chilcot dijo que los responsables de los servicios de inteligencia “tenían que haber dejado claro a Blair que la información evaluada no establecía 'más allá de toda duda' que Irak hubiera seguido produciendo armas químicas o biológicas, o que siguiera intentando conseguir armas nucleares”.

Los planes para la posguerra eran "inadecuados"

“Pese a las advertencias explícitas, las consecuencias de la invasión fueron subestimadas. La planificación y los preparativos para el Irak post-Sadam fueron totalmente inadecuados”,

Blair “no se aseguró de que existiera un plan flexible, realista y con todos los recursos, que integrará las contribuciones civiles y militares británicas y abordara los riesgos conocidos”.

“Los preparativos del gobierno no tuvieron en cuenta la magnitud de estabilizar, administrar y reconstruir Irak”.

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