Pasadas las seis de la tarde, el sitio del Fondo Monetario Internacional dio a conocer el comunicado con su primera conclusión sobre los resultados de la misión del organismo en el país, tras una semana de reuniones con funcionarios argentinos: "el personal del FMI ahora evalúa que la deuda de Argentina no es sostenible", afirmaron en el sexto párrafo del comunicado, Julie Kozack y Luis Cubeddu, los técnicos del Fondo que encabezaron la reunión.
Horas antes, desde el entorno del ministro de Economía Martín Guzmán, se abonaba la expectativa después plasmada en el comunicado del FMI. "Entendemos que el repaso que hicieron los técnicos estos días sobre la situación del país, los va a llevar a concluir que así como está, la deuda es insostenible", dijo a este medio un allegado al ministro. El comunicado del FMI cumplió con esa expectativa.
La misión del FMI abarcó un trabajo desarrollado entre el 12 de febrero y este miércoles. El objetivo fue discutir “con las autoridades argentinas los recientes desarrollos macroeconómicos y conocer en mayor detalle el programa económico del gobierno”.
"Las autoridades argentinas están actuando para resolver la difícil situación económica y social que enfrenta el país. Han implementado un conjunto de medidas para atacar la problemática de la pobreza y estabilizar la economía. Se ha buscado aumentar la recaudación en parte para financiar un mayor gasto social, que por lo general está dirigido a atender las necesidades de los más vulnerables. Las reservas internacionales y el peso se han estabilizado con el apoyo de los controles de capital y el superávit comercial. La inflación y las expectativas de inflación han bajado en los últimos meses, pero esfuerzos adicionales serán necesarios para reducirlas aún más desde sus altos niveles actuales. Las autoridades también se encuentran en un proceso para garantizar una resolución sostenible y ordenada de su situación de deuda", afirmaron los técnicos de la misión del Fondo.
De acuerdo a la mirada de Kozack y de Cubeddu "la capacidad de enfrentar el nivel y el servicio de la deuda pública de Argentina se deterioró significativamente en comparación con el último análisis de sostenibilidad de la deuda del FMI, publicado en julio de 2019, en el contexto de la Cuarta Revisión bajo el Acuerdo Stand-By (SBA)".
Señalaron que en julio pasado, "la evaluación general fue que la deuda pública de Argentina era sostenible, pero no con una alta probabilidad, dados los riesgos sustanciales, que incluían: (i) problemas en refinanciar la deuda por el aumento de nuevas emisiones de corto plazo; (ii) vulnerabilidad de la trayectoria de la deuda pública a la volatilidad del tipo de cambio, dado que una gran parte está denominada en moneda extranjera; y (iii) grandes necesidades de financiamiento externo, variable que por lo general es buen un predictor de crisis en economías emergentes".
Kozack y Cubeddu indicaron que "desde entonces, esos riesgos a la sostenibilidad de la deuda se han materializado. De hecho, desde julio de 2019, el peso se ha depreciado en más del 40 por ciento, el riesgo soberano ha aumentado cerca de 1100 puntos básicos, las reservas internacionales han disminuido alrededor de US$ 20 mil millones y el PIB real se ha contraído más de lo que había sido proyectado".
En el sexto párrafo aparece la definición más importante de la misión del FMI: “A la luz de estos desarrollos, y sobre la base del análisis de la sostenibilidad de la deuda de julio de 2019, el personal del FMI ahora evalúa que la deuda de Argentina no es sostenible”.
Se argumentó que “el superávit primario que se necesitaría para reducir la deuda pública y las necesidades de financiamiento bruto a niveles consistentes con un riesgo de refinanciamiento manejable y un crecimiento del producto potencial satisfactorio no es económicamente ni políticamente factible”.
Así es que los técnicos del Fondo concluyen que “se requiere de una operación de deuda definitiva, que genere una contribución apreciable de los acreedores privados, para ayudar a restaurar la sostenibilidad de la deuda con una alta probabilidad”.
El FMI destaca “la importancia de continuar un proceso colaborativo con los acreedores privados para maximizar su participación en la eventual operación de deuda”.
Según trascendió, el gobierno argentino apunta reprogramar el calendario de desembolsos firmado por los funcionarios del gobierno de Mauricio Macri.
De acuerdo a información de la Secretaría de Finanzas, el país le adeuda al FMI en concepto de intereses y capital, 49.351 millones de dólares. Lo pagos más abultados ocurren en 2022 y 2023, mientras que ya operan los vencimientos de intereses. Este año, Argentina debe afrontar el pago de 1604 millones de dólares en intereses.
El FMI vino a analizar, entre otros temas, la sostenibilidad de la deuda. El organismo internacional la ubica en un 93% del PBI argentino.
La opinión del FMI, dicen los especialistas, actuará como un moderador de las expectativas de los bonistas privados.
La misión mantuvo reuniones con los ministros Guzmán (dos veces), Matías Kulfas (Desarrollo Productivo), Daniel Arroyo (Desarrollo Social), Ginés González García (Salud) y con el titular del Banco Central, Miguel Pesce (que ayer bajó de 44 a 40 la tasa de las Leliqs). También escucharon a la Secretaria de Comercio Interior, Paula Español, al secretario de Planeamiento Estratégico, Gustavo Bélíz; a la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca y al director del INDEC, Marco Lavagna.
Este fin de semana, en el marco de la reunión de ministros de Economía de los países que integran el G-20, en Riad (Arabia Saudita), el ministro Guzmán volverá a reunirse con la titular del Fondo, Kristalina Georgieva.
A la par de los últimos movimientos de la misión del FMI en Buenos Aires, en la Casa Rosada, el presidente Alberto Fernández se reunió -durante cuatro horas- con el gobernador bonaerense Axel Kicillof.
Ayer, el expresidente Eduardo Duhalde, en una entrevista radial, habló sobre la renegociación de la deuda: “Nunca me preocupó (un eventual default). Los usureros siempre quieren cobrar y siempre aprietan. Lo único cierto es que van a arreglar, siempre arreglan. Nunca me interesó la deuda. La deuda hay que pagarla y se va a pagar, siempre se ha arreglado”.
También dijo: "El más preocupado debe ser el acreedor, y mejor es preocuparlo un poco más. Macri cometió un grave error, pidió demasiada plata en poco tiempo. La deuda que se ha tomado es un desastre, peor que en 2002. La inseguridad es más importante que la deuda".