El Fondo Monetario Internacional (FMI) afirmó ayer que el nuevo gobierno argentino “ha iniciado una importante transición para corregir desequilibrios macroeconómicos y distorsiones microeconómicas”, aunque advirtió que durante 2016 Argentina sufrirá una “leve recesión”, con una caída del PBI del 1%.
Así lo expresó el reporte del FMI para la región titulado “América Latina y el Caribe en 2016: Ajustándose a una realidad más dura”, que se difundió ayer en la ciudad de Washington.
En ese sentido, indicó el Fondo que “en el caso de América Latina y el Caribe, se prevé ahora que en 2016 el crecimiento sea negativo por segundo año consecutivo, la primera vez que algo así ocurre desde la crisis de la deuda de 1982-83, que desencadenó la ‘década perdida’ para la región”.
Respecto de la Argentina, el organismo multilateral pronosticó que el crecimiento del PBI será de -1% en 2016, tres décimas más de lo que había pronosticado en octubre en sus perspectivas para este año.
Al respecto, señaló que en Argentina el nuevo gobierno “ha iniciado una importante transición para corregir desequilibrios macroeconómicos y distorsiones microeconómicas”.
Así, “este nuevo enfoque - agregó el reporte- ha mejorado las perspectivas de crecimiento para el mediano plazo”, aunque “es probable que el ajuste genere una leve recesión en 2016”, advirtió.
El encargado del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner, dijo en ese sentido que tras el período de crecimiento negativo que atravesará este año Argentina mientras transcurre la transición de su economía, se comenzarán a ver “los efectos positivos de empezar a tener un impulso importante”, siendo que “algunos de estos” pueden comenzar a darse en 2016.
“Puede haber escenarios donde la economía argentina crezca este año”, afirmó.