El paro publicitado de antemano por la CGT como "el más grande en 8 años" en Mendoza no se sostuvo plenamente. La organización sindical señaló 85% de acatamiento, mientras el Gobierno, envalentonado con el Ítem Aula como factor de presión, apuntó a un poco creíble 1%, durante una jornada que tuvo escaso eco en comercio y estaciones de servicio.
Cada una de las partes en pugna sacó pecho al avanzar el día. La CGT con un acto al que asistieron unos 300 militantes de distintos gremios, y también funcionarios desde la sede del Ejecutivo.
Lo cierto es que bastó pulsar la calle para tener una idea clara de la “grieta” que impidió un bloque monolítico. Bancos cerrados y escaso movimiento en el Poder Judicial contrastaron con no pocos locales comerciales abiertos y expendio alternativo de combustible, en sintonía con el faltazo del CEC (Centro Empleados de Comercio) al igual que la conducción de Suoes (Sindicato Unión Obrera de Estaciones de Servicio) y de la Uocra.
Igual, en la sede de la UOM la plana mayor de la CGT local no se privó de lanzarle dardos discursivos al Gobierno nacional y provincial. Fueron varios los NO. Contra "la política neoliberal", no más tarifazos y no a los topes de paritarias salariales.
"Cornejo es igual o peor que Macri. En un año de conducción y sólo nos atendió 5 minutos. Hacemos esto también porque no nos convocan", remarcó el secretario general, Luis Márquez, en medio de bombos y asistentes que alternaban aplausos y silbidos según la mención.
"Con el ajuste habrá dos millones de trabajadores en la calle, compañeros. Por eso vamos a torcerle el brazo al Gobierno", añadió mientras flameaban banderas de UDA (Docentes Argentinos) y Sadop (Privados), Sutiaga (Aguas y Gaseosas), UOM, Supos (Obras Sanitarias), Uolra (Ladrilleros) y Atilra (Lecheros), entre gremios que luego saldrían a la calle.
Márquez admitió que la adhesión no fue la esperada. "Hubo gente que no paró, como maestros y trabajadores privados, porque no llegan a fin de mes", enfatizó antes de remarcar que "no queremos quemar el país sino apagar el fuego" y considerarse "satisfecho" con el 85% apuntado de acatamiento.
El Gobierno y la calle
Por su parte, el ministro de Gobierno, Justicia y Trabajo, Dalmiro Garay, apeló a relevamientos online para aseverar que "la actividad ha sido casi normal", y en base a un universo docente condicionado por el ítem Aula aseguró que "el acatamiento al paro en Mendoza ha sido del 1%".
En un repaso por sectores, Garay asignó el 1,22% de adhesión a la Dirección General de Escuelas sobre casi 26 mil cargos de 405 establecimientos educativos, que se mantuvieron abiertos.
"Antes era normal un 80%, pero con el Ítem Aula el acatamiento bajó al 15%. Adherir significa perder $1.500 por día", señaló Sandra Lacoste, de la Agrupación Celeste del SUTE.
En la Administración Central “tenemos un 1% de acatamiento, lo que ha implicado que todos los servicios que presta el Estado se hayan brindado con normalidad”, agregó el ministro. En cuanto a los hospitales, Garay garantizó que se trabajó “de manera normal, prestando servicios programados y no programados”.
La Administración Tributaria de Mendoza (ATM) "también funciona con normalidad", mientras que el transporte público funcionó al 20% de frecuencias mínimas desde las 7, con una demora promedio de 35 a 40 minutos.
En el ámbito de la justicia, donde el paro comenzó a las 23 del domingo, las versiones contrastaban. Recursos Humanos del Poder Judicial, citando un recorrido del propio titular de la Corte, Jorge Nanclares, apuntó una adhesión del 5%.
Para el gremio la adhesión entre los 4.000 trabajadores del sistema en la Provincia no bajaba del 40%. En las estaciones de servicio pudo comprobarse una actividad irregular, lo que de acuerdo al sindicato explicó un 50%.
En una postal parecida, muchos comercios abrieron. Y aunque para el CEC la mayoría estaban atendidos por los propietarios, no fueron pocos los trabajadores detrás de cada mostrador tanto en el Centro mendocino como en otros puntos de la Ciudad y Guaymallén por ejemplo.