El Departamento de Estado norteamericano reconoció hoy que, desde una perspectiva puramente militar, liberar a Irak del grupo yihadista Estado Islámico (EI) puede llevar entre tres y cinco años, en otra jornada de atentados que dejaron al menos 27 muertos en el país árabe.
Irak atraviesa una grave crisis política y humanitaria desde que EI conquistara amplias zonas del norte y oeste del país, incluyendo la norteña ciudad de Mosul, la segunda más grande de la nación, que mañana cumple un año bajo el yugo de los yihadistas.
Una campaña de ataques aéreos de una coalición internacional encabezada por Estados Unidos ha sido insuficiente para frenar al EI, que en las últimas semanas tuvo avances inéditos tanto en Irak, donde capturó la ciudad de Ramadi, como en Siria, donde conquistó la antigua localidad de Palmira.
Pese a esto, la coalición ratificó la semana pasada su estrategia durante una cumbre en París de los países que la integran, y Estados Unidos afirmó que los bombardeos ya mataron a unos 10.000 yihadistas en Irak y Siria desde su inicio, hace 10 meses.
El portavoz del Departamento de Estado, John Kirby, admitió hoy que la lucha contra el Estado Islámico "va a llevar tiempo" por lo que hace falta "paciencia estratégica" para enfrentarla, en declaraciones a la cadena de televisión estadounidense MSNBC.
Las declaraciones de Kirby se dan luego de que ayer, el presidente, Barack Obama, afirmara desde Alemania, adonde participó en la cumbre del G7, que su país aún no tiene una "estrategia completa" para el entrenamiento de los soldados iraquíes de cara al combate con las milicias extremistas. "Sí que tenemos una estrategia (para enfrentar al EI). A lo que el presidente se estaba refiriendo ayer es a un plan específico para mejorar el entrenamiento y equipamiento de las fuerzas de seguridad iraquíes, y el Pentágono está trabajando en ese plan ahora mismo", aclaró Kirby.
El ex Contralmirante de la Armada detalló que la estrategia incluye los bombardeos de la coalición, el entrenamiento y equipamiento a las fuerzas iraquíes, el bloqueo al flujo de combatientes extranjeros que quieren unirse al EI y el trabajo conjunto con el primer ministro iraquí, Haider Al Abadi, hacia un gobierno más inclusivo.
Desde agosto pasado, Estados Unidos y algunos de sus aliados en la región y el mundo lanzaron una campaña de bombardeos aéreos en el oeste y el norte de Irak contra posiciones del EI, y un mes después la campaña se extendió a Siria.
Pese a los millones de dólares invertidos tanto en los ataques aéreos como en entrenar y armar a los soldados iraquíes y a las milicias kurdas chiitas que combaten en el terreno, el EI no sólo logró avanzar, sino que además se hizo de nuevas y potentes armas en cada uno de los combates en los que hizo retroceder a las tropas locales.
A los combates se suman los bombardeos que caen en las ciudades así como los atentados suicidas en zonas de mucho tránsito. Hoy, al menos 20 personas murieron en una serie de atentados en Bagdad, la capital iraquí, y sus alrededores, incluyendo uno al caer la noche que dejó 10 muertos y 24 heridos en una zona de restaurantes y bares en Palestine Street, en el este de la ciudad, informó la policía.
Además, otras seis personas perdieron la vida en dos explosiones separadas cerca de un mercado de verduras y en una calle comercial en el oeste de Bagdad y tres soldados y un civil murieron por la explosión de una bomba en el suburbio de Yusifiyah, al sur de la capital, agregó la misma fuente.
Siete personas más murieron y otras 20 resultaron heridas en dos atentados suicidas consecutivos perpetrados en el edificio de la administración local de la localidad de Amiriyah, cerca de Fallujah, en la provincia de Al Anbar, en el oeste de Irak, informó una fuente policial citada por la agencia de noticias EFE.
En Mosul, así como en otras ciudades controladas por el Estado Islámico, las mujeres han sido obligadas a cubrirse con el velo, mientras que los hombres han sido amenazados con ser castigados o incluso ejecutados si no se dejan crecer barba.
Además, los precios de los alimentos y otros productos de primera necesidad han aumentado debido al escasez generada por el cierre del camino que une con Siria, única ruta de ingreso de las mercancías.
Además están las otras víctimas, las que huyeron y ahora intentan sobrevivir en otras ciudades como Bagdad, las provincias del Sur o la región autónoma del Kurdistán iraquí.