El amanecer mostraba todos los cañones apuntando al cerro enclavado en plena cordillera de los Andes. Los tambores redoblaban sin cesar. Las escuadras orientaban sus brújulas al oeste sin titubear y la vanidad por alcanzar el triunfo iba in crescendo de manera constante.
Las estrategias diagramadas por unos y otros parecían coincidir. La codicia era la misma. El trofeo no se podía compartir bajo ningún punto de vista. Era para el goce de uno, y esa exclusividad quedó una vez más en manos de Juan Pablo Dotti; el bonaerense que ya conocía las mieles de obtener la “Más Argentina de las Vueltas” en el año 2012.
Algunos no conocían el terreno pero creían que todo lo podían. La realidad, inexorablemente, fue otra. Viento, arena, agua, tierra, sol, piedra, nieve y rivales se presentaron como obstáculos naturales en esa osadía por emprender el viaje a la etapa ciclística más alta del planeta. Correr era la consigna y el triunfo el premio. Correr y ganar, ganar y correr para obtener como único resultado la victoria bajo la inmensa e incomparable imagen del Cristo Redentor.
Uspallata fue el lugar elegido para emprender el rumbo al macizo Andino y la “dotación” de Dotti, integrada por las escuadras de la Municipalidad de Guaymallén y el Centro Empleados, entendió desde el arranque cual era la estrategia para defender la primera posición del nacido en Bolívar.
Sergio Godoy (Continental San Luis), Gabriel Brizuela (Municipalidad de Guaymallén), Javier Gastón (Sindicato Empleados Públicos de San Juan) y Mauricio Graziani (Construcciones Avellaneda) intentaron mover el avispero desde el arranque pero en todo momento los intentos de fuga fueron aplacados.
Luego de la meta sprinter, disputada en los primeros kilómetros del parcial, el ecuatoriano David Villarreal saltó en solitario intentando el quiebre pero de inmediato se sumaron a esa escapada Emanuel Guevara (Continental San Luis), Germán Muñoz (Municipalidad de Las Heras), Adrián Chávez y Franco Vecchi (ambos del Centro Empleados de Comercio), Sebastián Rodríguez (Las Heras – Fecarchi), Miguel Nebot (Municipalidad de Guaymallén), Diego Charri, Juan Salas (los dos corredores de la Scuadra Marzán).
A medida que la tropa devoraba kilómetros en la montaña, la fuga fue perdiendo presencia. Charri, Chávez, Vecchi, y Villarreal prosiguieron en esa escapada pero a ellos se sumaron Cristian Bertola (Continental San Luis) y Miguel Nebot (M. de Guaymallén).
Se acabó el asfalto y los ciclistas, liderados por Jonathan Pastrán y Rubén Rojas, se descolgaron y cuando parecía que el sanrafaelino concretaba el escape asomó la estirpe de Dotti que colgó, sin dificultad alguna, a los que intentaban atraparlo para arrebatarle la malla líder.
Los últimos kilómetros fueron desesperantes. Godoy desplegaba sus alas para llegar a la cima. Rojas tiraba todas sus energías en pos de recuperar el primer puesto de la etapa y Durán junto al “Lobito” Brizuela desfiguraban sus rostros evidenciando sacrificio y cansancio. Nada de eso alcanzó.
La superioridad de Juan Pablo Dotti fue total. No sólo conservó la ventaja sino que la agrandó para adjudicarse con total autoridad la etapa reina de la vuelta justo frente a la mirada del Cristo Redentor; quien gozó el triunfo de un sufrido ciclista que abraza la gloria.
