Algunas obras públicas demoran mucho en nuestra provincia, al punto de que algunas que podrían inaugurarse a los dos o tres años de comenzadas, emplean mucho más tiempo para ponerse en movimiento.
Pasa generalmente con los trabajos viales; se recordará que un emprendimiento récord en materia de retraso fue la doble vía Luján de Cuyo-Tunuyán, cuyos 64 kilómetros tardaron aproximadamente 13 años en completarse.
Sin llegar a esos extremos, el que se prolonga en el tiempo de ejecución es el hospital regional de Luján de Cuyo, cuyos primeros pasos comenzaron a darse en 2014, y todavía no puede abrir sus puertas a los pacientes que necesitan de sus prestaciones.
La obra no está parada, se encuentra en marcha, aunque a velocidad de moderada a lenta, sobre el Acceso Sur, en las cercanías de la calle Quintana y también del Predio Ferial Luján de Cuyo.
Actualmente se observa la ejecución de los consultorios externos y la base para el servicio de emergencias coordinado del nosocomio, con un último presupuesto de 51 millones de pesos, aunque probablemente luego haya que hacer ajustes en este monto por las variaciones en los costos de la edificación.
La construcción del complejo asistencial arrancó en 2014 y pasó por varias reestructuraciones y paralizaciones, hasta que la primera etapa se retomó el año pasado.
Actualmente el Ministerio de Economía, Infraestructura y Energía trata de acelerar la obra con la expectativa de inaugurarla en el primer semestre del año en curso.
Previamente habrá que equipar el edificio y hacer las asignaciones de profesionales y personal correspondientes, de manera que el arranque de este efector contenga todas las previsiones del caso y no corra el riesgo de estar listo sin el equipamiento básico ni los empleados para asistir a los usuarios.
Como lo ha informado el Gobierno provincial el proyecto original fue modificado y ahora el hospital será menos ambicioso que el de los planes iniciales. En tal sentido, esta primera parte del establecimiento dispondrá básicamente de atención para emergencias y consultorios externos.
Sea como fuese, es necesario –con prescindencia del año electoral que ya comenzó a correr- que los responsables del control de esta ejecución la dinamicen lo más posible y se consiga de manera perentoria la puesta en servicio de dicha institución.
Una vasta zona al sur del río Mendoza, en los distritos de Perdriel, Agrelo, Ugarteche y El Carrizal, ha crecido inmobiliariamente de manera exponencial y la sucesión de barrios sociales y de tipo privado se reproducen en un territorio donde antes crecían excelentes viñedos y chacras. Igualmente se han radicado diversas bodegas y establecimientos industriales y la cantidad de habitantes se incrementó notablemente. Por estas razones y el hecho de que la región es cruzada por dos rutas nacionales de indudable importancia y elevado caudal de tráfico vehicular, como son la 40 y la 7, se hace necesario disponer del hospital regional, ante la potencial emergencia de incidentes de tránsito graves, como lamentablemente ha ocurrido en el pasado. En la actualidad, por cualquier circunstancia médica hay que proceder a la derivación de pacientes a otros centros de asistencia hospitalaria, lo que implica numerosas complicaciones y un mayor riesgo para la salud de los accidentados.
Por otra parte, como el proyecto en realización comprenderá áreas de consultorios externos, los habitantes estables de esos distritos momentáneamente se ven privados de disponer de una cercana atención, y deben desplazar a centros de salud zonales o a unidades sanitarias del radio céntrico, como son los hospitales Lagomaggiore, Central, Humberto J. Notti y Diego Paroissien, este último de Maipú. El hospital, entonces, es muy importante para esas personas y también para habitantes de la ciudad de Luján de Cuyo, y hasta de Maipú, que deben recorrer grandes distancias para atender sus necesidades. El hospital, como se lo ha concebido, en esta primera fase no tendrá atención de alta complejidad pero estará en condiciones de responder a un número elevado de pacientes potenciales. Por eso, nos preguntamos ¿será este que transitamos, por fin, el semestre del hospital de Luján de Cuyo o habrá más dilaciones?