La inmensa mayoría de los argentinos atribuye una gran importancia a la familia como ámbito de ayuda mutua, de educación de los hijos y de transmisión de valores éticos.
Y considera que la educación de los hijos es ante todo función de la familia, más que de la sociedad. Esta es una de las principales conclusiones que arrojó el informe “Los argentinos y la familia”, un trabajo elaborado por el Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA), dependiente de la Pontificia Universidad Católica (UCA).
El informe fue presentado ayer en la sede de la UCA, en el barrio porteño de Puerto Madero, por el rector Arzobispo Víctor Manuel Fernández y los directores de la encuesta.
Tal como comentó el rector, a partir de la convocatoria del Papa Francisco a un Sínodo de Obispos sobre la familia, se decidió incorporar a la Encuesta de la Deuda Social Argentina, realizada en el último trimestre del año pasado, “una serie de preguntas que nos digan qué valores le asignan los argentinos a la familia y al matrimonio”.
La encuesta del ODSA está considerada la muestra privada más grande y amplia del país, y abarcó a casi 5.700 personas encuestadas. “Las preguntas han procurado ir a fondo, sin escapar a temas como la despenalización del aborto o el matrimonio igualitario”, explicó el rector.
Sobre este último punto, la premisa formulada fue: “Para que haya un matrimonio se requiere un varón y una mujer”. El 72 % se repartió entre “Muy de acuerdo” y “De acuerdo”, mientras que un 26% se inclinó por “En desacuerdo” y “Muy en desacuerdo”.
Esta dos últimas opciones treparon a un 37% si se considera el universo de encuestados entre los 18 y 34 años. Cuando el corte se hace por estrato socio-económico, en los niveles “Muy bajo” las opciones no acuerdistas con la premisa llegan al 39%. En el otro extremo, en el nivel “Medio alto” la respuesta trepó al 83%.
Entre los “Católicos comprometidos”, solo el 11% optó por el desacuerdo, contra un 88% a favor de que “Para que haya un matrimonio se requiere un varón y una mujer”.
Otra premisa fue el grado de acuerdo con “La educación de los hijos es principalmente responsabilidad de los padres”. Un abrumador 96% optó por “Muy de acuerdo” (58%) y “De acuerdo” (38%).
Mientras que ante la afirmación “De la educación de los hijos se ocupa la sociedad”, un 66% mostró su desacuerdo frente a un 32% que está “Muy de acuerdo” y “De acuerdo”.
Otra opinión que recibió una alta aceptación fue “La relación matrimonial busca crecer en el amor mutuo”, con un 93% de acuerdo. En tanto, un 87% de los encuestados se mostró de acuerdo con “Es propio de la relación matrimonial tener hijos y educarlos”.
El aborto divide opiniones
Sobre "El valor de la Familia", la encuesta incluyó la premisa "La familia es una institución social con gran valor público". Un 89% dio su acuerdo, contra un 9% en desacuerdo. También se pidió una opinión sobre "La familia es solo una cuestión de decisiones privadas". Un 70% mostró su acuerdo, contra un 26%.
“La ley no debería facilitar el aborto”, arrojó un 59% de respuestas repartidas entre “Muy de acuerdo” y “De acuerdo”, mientras que el 31% se pronunció por su desacuerdo. Al desagregarse por edades, las opciones en desacuerdo llegan al 36% entre los 18 y 34 años.
La encuesta también incluyó enunciados destinados a conocer algunos aspectos de las relaciones familiares. “Me considero capaz de ayudar a mis hijos, nietos y/o sobrinos a enfrentar las dificultades” es uno de ellos. El 67% respondió “siempre” y un 27% “casi siempre”. “Un porcentaje muy alto responde afirmativamente”, dice el informe.
“En caso de necesidad urgente podría confiar en mi familia”, otro enunciado, obtuvo un 70% de respuestas “siempre” y un 26% “casi siempre”. “Mi familia me transmitió valores humanos y éticos” es otra premisa que recogió altos porcentajes afirmativos: un 76% “siempre” y un 20% “casi siempre”.
Mayoría de católicos
Sobre el perfil religioso y sacramental de los hogares, se incluyó la pregunta "¿Cree en Dios?". Un 86% respondió que sí, pero con matices según la composición de ese hogar. A quienes respondieron afirmativamente se les consultó por su religión.
Un 87% dijo ser “católico”. Sobre la práctica, un 31% dijo asistir “alguna vez al año” a un oficio religioso, un 20% “una vez al mes”, un 18% “al menos una vez por semana” y un 31% respondió “nunca”.
También según datos del ODSA el 14% de los hogares es “unipersonal”, el 15% está representado por una pareja sin hijos; un 25% de hogares se compone por un padre o una madre con hijos (“hogar monoparental”) y un 45% son hogares con padres e hijos.
En los hogares “monoparentales”, la cabeza del hogar se divide entre solteros (37%), divorciados o separados (35%) y viudos (25%). Un dato que sobresale es que en un 72% son mujeres las jefas de los hogares “monoparentales”.
“En los hogares encuestados de pareja con hijos predominan los casados por civil y por iglesia (39%), aunque entre los más jóvenes el estado civil predominante es el de unidos”, dice el informe.
Por último, el análisis según la edad indica que el estado civil entre los más jóvenes (18-34 años) es principalmente soltero, mientras que en el segmento de 35 a 59 años los estados civiles predominantes son separados y divorciados.
Las bodas por iglesia ya son menos de la mitad
Sólo el 46% de los matrimonios contraídos en Argentina en 2011 pasaron por la iglesia mientras que ese porcentaje en 1990 era del 83%, reveló el mismo estudio de la UCA.
La curva descendente no fue pareja año a año: desde 1990 hasta el 2000 se produjo un descenso del 37%, con un pronunciado ascenso en 1995; y, a partir de 2001, la tendencia tomó forma de meseta.
Entre los interrogantes que se abrieron tras conocerse los resultados del análisis, los propios investigadores destacaron que “cabría preguntarse qué incidencia tiene sobre estas cifras el presunto aumento de los divorciados vueltos a casar”.
El estudio precisó en este punto que “las estadísticas de la Iglesia también registran el número de matrimonios sacramentales cada mil católicos”.
Para calcular esta relación, “se tuvo en cuenta el número total de población católica y no su distribución por grupo de edades ya que si se hubiera considerado este último criterio, la proporción sería aún mayor porque en una población envejecida, donde el número de personas mayores es alto, hay menos casamientos porque hay menos habitantes en edad de casarse”, aclara el informe de OSDA-UCA.
En relación a la población católica, en el año 2000, se produjeron 2,7 matrimonios sacramentales por cada mil habitantes católicos de Argentina; y en 2006, la relación fue de 2. Desde entonces, se produjo un descenso del número de matrimonios religiosos por mil habitantes católicos, llegando a 1,6 en los años 2010 y 2011, y 1,5 en el 2012.
No obstante, según el informe, "en Argentina, la institución familiar es valorada independientemente de las situaciones particulares".
Entre los entrevistados se consideró "católicos comprometidos" a los que respondieron que asisten a misa al menos una vez por semana.