Boaz Solossa, capitán de la selección de Indonesia de fútbol, es conocido por su velocidad, su inteligencia y su instinto goleador. Pero él no es el único. Otras figuras del país proceden de Papúa, región pobre pero que suministra muchos futbolistas talentosos. La geografía y la genética de esta provincia montañosa situada en el extremo oriental del país asiático producen grandes futbolistas y equipos. El club Persipura Jayapura es el mejor ejemplo.
Apodados "Las perlas negras" por el color de la piel de los oriundos de la región, el Persipura ha ganado en cinco ocasiones el campeonato de Indonesia, siendo el club más laureado del país. Un motivo de orgullo para Papúa, donde la antipatía hacia sus compatriotas de Java persiste desde la anexión de la provincia por Indonesia en 1969, después de la retirada de los holandeses.
Numerosos papúes, pueblo ancestral y tribal, reclaman la independencia como Papúa Nueva Guinea, la otra mitad de esta gran isla, que la logró en 1975 después de haber sido colonia australiana. Los papúes son conocidos por su forma física y su habilidad para el fútbol.
Para Elvis Howay, entrenador en Sorong, la ciudad de Solossa, es la práctica del fútbol desde edades muy tempranas lo que explica sus dotes.
"Ya sea en un campo pequeño o con postes de tres metros, los chicos de Papúa están acostumbrados a jugar en todos sitios, por ello la mayoría de ellos son mejores que los chicos de Yakarta, la capital de la isla de Java, explica Howay.
"Es la genética"
Solossa, el más joven de una familia de cinco hijos, es con 31 años uno de los mejores jugadores de Indonesia, con cerca de 200 goles en total con su equipo y con la selección nacional. Boaz se convirtió este año en el primer indonesio en figurar en el Top 50 de futbolistas asiáticos publicado por la revista FourFourtwo.
"Creo que es la genética. Nuestro padre era también futbolista, aunque él no era profesional. Nosotros somos todos futbolistas profesionales, pero mi hermano pequeño Boaz es el mejor", cuenta a la AFP Joice Solossa, su hermano.
Los jugadores papúes tienen la reputación de tener gran forma física, señala Akmali Marhali, del grupo Save Our Soccer (Salvar Nuestro Fútbol).
"Su forma física les ayuda a convertirse en deportistas, al igual que las condiciones geográficas", añade aludiendo a las montañas y a las distancias de la zona.
Aunque Indonesia apenas tiene peso en la escena futbolística internacional, el éxito de los jugadores papúes se asemeja al de otras regiones del mundo, como Sudamérica. Chicos procedentes de medios de pobreza pasan muchas horas al día jugando a la pelota.
"La mayoría de los jóvenes juegan al fútbol desde muy temprano, y Dios ha otorgado a los jóvenes de Papúa un don", explica Bento Madabun, jefe de prensa del Persipura Jayapura.
"Nacen con un gran talento, reforzado por la situación en su región y su dura vida", indica.
"Eso no interesa a nadie"
En 1938, Indonesia (que entonces conocida como Indias Orientales Holandesas) se convirtió en el primer país de Asia en clasificarse para el Mundial, en su hasta ahora única participación. Actualmente ocupa el puesto 165 en la clasificación FIFA.
A pesar de ese declive, el fútbol, introducido en el país por los colonizadores holandeses, juega un papel importante en un archipiélago de 17.000 islas e islotes y con una población de 255 millones de habitantes.
Sin embargo, el talento de los papúes queda a veces ensombrecido por sus problemas de indisciplina o de nutrición, mientras que otros sólo quieren jugar en Indonesia para no abandonar un país con problemas. "El problema es que nuestros esfuerzos por mejorar el rendimiento de los atletas son débiles y centrados en Java", la isla más poblada del país, señala Marhali.
En Sorong, una de las mayores ciudades de la provincia, los futbolistas demandan estadios dignos de llevar ese nombre. "Toda una generación de futbolistas de gran clase es ignorada", lamenta Joice Solossa.
"Cuando hablamos de alentar a deportistas con talento, no hay apoyo por parte del gobierno. Las actuaciones de esta joven generación pueden mejorar, pero eso no interesa a nadie".