El papa Benedicto XVI, de 85 años, encendió esta noche en la ventana de su residencia una vela, símbolo de la luz de Navidad, en homenaje al pesebre inaugurado en ese momento en la Plaza San Pedro, y luego dio la misa solemne en la basílica San Pedro.
El sumo pontífice presidió todas las ceremonias de Navidad y Año Nuevo y se prepara a visitar en 2013 Rio de Janeiro, en Brasil, para presidir las Jornada de la Juventud.
Benedicto XVI avanzó en la oscuridad hasta la ventana en el tercer piso del palacio pontifical, y saludó silenciosamente a varios centenares de fieles reunidos en la noche fría frente al pesebre iluminado
Tras un año marcado por una agenda cargada, el pontífice, que en abril cumplirá 86 años, inició ayer el programa de ceremonias navideñas con la Misa de Gallo del 24 de diciembre, pese a los achaques de la edad.
Benedicto XVI, que no padece oficialmente ninguna enfermedad, se vio últimamente más delgado pero con el rostro descansado.
El Papa, que sufre de artrosis debido a la edad, suele ser ayudado cuando baja o sube escaleras, llegará abordo de una plataforma móvil a la basílica de San Pedro.
En su habitual discurso a los cardenales y la Curia Romana con ocasión de la Navidad, el Papa condenó con firmeza el matrimonio gay y afirmó que esa “lucha” “pone en juego la visión misma del ser humano”.
El mismo tono del mensaje que será leído el próximo primero de enero, divulgado con anterioridad, en el que el pontífice ataca el aborto, el matrimonio gay y la eutanasia porque, “ponen en peligro la paz”.
En una ofensiva mundial a favor de los valores tradicionales de la Iglesia católica, el pontífice defendió con fuerza el concepto de familia “compuesta por padre madre e hijo” y advirtió que “si hasta ahora habíamos visto como causa de la crisis de la familia un malentendido de la esencia de la libertad humana, ahora se ve claro que aquí está en juego la visión del ser mismo, de lo que significa realmente ser hombres”, afirmó.
Benedicto XVI deberá cumplir en 2013 su tercer viaje a América Latina, y segundo en Brasil, después del realizado en el 2007 a Aparecida y el de este año a México y Cuba. El Papa deberá oficiar la misa de clausura en julio de 2013 en Río de Janeiro a la que se espera que unos dos millones de jóvenes acudan, siendo Brasil el país con más católicos del mundo, unos 123 millones de sus 194 millones de habitantes.
El Vaticano y la ciudad de Río decidieron celebrar la vigilia y la misa de clausura de la Jornada Mundial de la Juventud en dos haciendas en Guaratiba, a unos 55 kilómetros del centro de Río. (AFP)