Papá Noel - Por Jorge Sosa

¿Es que Papá Noel no estuvo en Belén? ¿Papá Noel no participó en aquel momento histórico para la cristiandad? Vos sabés que no, che.

Papá Noel - Por Jorge Sosa
Papá Noel - Por Jorge Sosa

Hay muchos elementos ligados a la Navidad. Está el pan dulce sobre el que pende aún una duda: ¿quién fue el que le metió la fruta abrillantada? Está el arbolito de Navidad, que hemos recibido de las culturas nórdicas de Europa lo mismo que él muérdago presente en las decoraciones hogareñas.

Están los fuegos artificiales, cada vez más prohibidos y que, sin embargo, siguen llenando el cielo de los últimos instantes del 24 y los primeros del 25. Está la costumbre de los regalos que transforman a la fiesta en una gran deuda futura porque la mayoría se paga con tarjeta.

Y por supuesto el pesebre, que se arma al pie del arbolito y que acapara toda la devoción de los presentes aunque cada vez sean menos los que lo arman.

Repaso el pesebre y veo: al niño, por supuesto, y a sus padres; algún ángel custodio necesario y también alegórico, que le pone alas a los sentimientos; los pastores, infaltables, de ambos sexos y aún algunos pastorcitos mirando curiosos hacia el interior.

Sigo viendo: los reyes magos, que llegaron días después de la natividad pero bueno, están bien puestos, no desentonan, les concierne el asunto. Sigo con los animales: dos ovejitas en representación de la majada, una vaca, un burro, camellos que abundaban por la zona y un choco callejero y sin dueño o tal vez dos.

Ahora, me pregunto: ¿dónde está Papá Noel? ¿Dónde está el gordito de rojo con la barba blanca y su trineo tracción a renos, ah? Le juro que lo busco por todos lados y no lo encuentro. ¿Es que Papá Noel no estuvo en Belén? ¿Papá Noel no participó en aquel momento histórico para la cristiandad? Vos sabés que no, che. No estuvo, no se enteró, no fue invitado, no participó, no formaba parte de aquel instante fundacional.

Y entonces me viene otra pregunta: ¿qué hace Papá Noel en esta celebración? Miren, che, con todo respeto a los que inventaron el personaje y lo hicieron popular, Papá Noel no estuvo en aquella circunstancia ocurrida hace aproximadamente 2019 años atrás, no figura en la Biblia ni en los relatos religiosos, ni en las crónicas romanas. Es un invento muy posterior.

Y entonces me digo: ¿estaremos siendo justos che, estaremos atendiendo verdaderamente a los asuntos sustanciales? ¿No debería ser el niñito Jesús, o el Niñito Dios si ustedes lo quieren, el protagonista del festejo? ¿No es él el que vino a cambiar la historia, el que vino a fundar una nueva fe y una nueva esperanza?

Sin embargo, nosotros no adoramos a un bebé fundamental en su cunita de paja que vino a regalar vida; nos distraemos con un señor que viaja en trineo y viene a regalar objetos.

Con todo el respeto que el gordito me merece y el respeto por la santidad comprobada de San Nicolás, me parece que el gordito es una engañapichanga del sistema capitalista  para vender más, para que consumamos más, para confundir afectos con rentabilidad, y que tiene muy poco, pero muy poco, casi nada que ver con el espíritu navideño.

Los que regalaron fueron los reyes magos, ¿se acuerdan la mirra, el incienso y el oro? Pero no, nosotros insistimos en duplicar las instancias de los regalos. Regalos a fin de año, regalos a principios de año. ¿Así, cómo no vamos a andar todo el año regalados?

Al final, Papá Noel tiene gorro, tiene renos, tiene trineos y tiene barra de precios a un costado.

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