Benedicto XVI emitió un "motu proprio" (documento papal) a través del cual dio libertad al Colegio de Cardenales para que pueda anticipar el próximo cónclave, documento que hizo público ayer el Vaticano.
Concretamente, los cardenales no deberán esperar dos semanas desde la renuncia del Papa para celebrar el cónclave que elija a un sucesor, sino que la reunión podrá celebrarse en cuanto estén todos reunidos en Roma. De esta forma, la Iglesia quiere garantizar que habrá un nuevo Pontífice para las celebraciones de la Pascua a fines de marzo.
El Pontífice mantiene que desde el momento en el que comienza la Sede Vacante, es decir el interregno existente desde que el papa fallece o renuncia y se elige al sucesor, "hay que esperar quince días completos para comenzar el cónclave". "Pero dejo al Colegio Cardenalicio la facultad de anticipar el inicio del cónclave si consta que están presentes todos los cardenales electores, como también la posibilidad de atrasarlo si hay motivos graves", afirmó.
"No obstante, transcurridos veinte días desde el inicio de la Sede Vacante, todos los cardenales presentes tienen que proceder a la elección", precisa el Papa en el documento. Dado que usualmente los papas se mantenían en su cargo hasta morir, las dos semanas que transcurrían desde el deceso ("sede vacante") eran utilizadas para la celebración de funerales y para dar tiempo a que los cardenales viajaran a Roma desde distintas partes del mundo.
La Sede Vacante comenzará en el momento en el que la renuncia de Benedicto XVI al papado sea firme, es decir un segundo después de las 20 horas de Roma (16 de Argentina) del próximo jueves 28 de febrero. En Roma se especulaba desde hace días con que la reunión podía comenzar el 10 u 11 de marzo. Los cardenales tomarán la decisión tras la renuncia del papa este jueves, pero la Iglesia no anunció por ahora la fecha exacta en que comenzará el cónclave.
"No estamos en condiciones de fijar la fecha del cónclave", dijo el portavoz vaticano, Federico Lombardi. En su opinión, el colegio cardenalicio tomará la decisión en los primeros días de marzo.
Los prelados con derecho a voto (previsiblemente 116) se reúnen el 1 de marzo para preparar la elección del sucesor de Benedicto XVI.
El Papa también redactó un juramento para mantener en secreto lo que ocurre dentro del cónclave, y todos los cardenales deberán prestarlo. En caso de no cumplirlo, serán excomulgados.
Benedicto XVI anunció el 11 de febrero de manera inesperada que renunciaría a su pontificado por razones de edad. El papa, de 85 años, es el primero desde hace casi 600 años que deja el puesto de manera voluntaria.
Una asignatura pendiente
A pesar del "giro radical" en la lucha contra la pederastia durante los ocho años del papado de Benedicto XVI, los abusos cometidos por sacerdotes son todavía uno de los grandes temas pendientes de la Iglesia Católica, que empañan no sólo su imagen en el mundo sino también la relación con sus propios fieles.
"Comparto totalmente la afirmación de que Benedicto XVI ha sido el Papa de la 'tolerancia cero'", afirma con rotundidad el sacerdote español Antonio Pelayo, colaborador de la publicación especializada Vaticaninsider.
"En los últimos años del papado de Juan Pablo II hubo titubeos. Se pensaba que era mejor ayudar a estos sacerdotes, no dar publicidad a los asuntos. Pero cuando Joseph Ratzinger era cardenal no compartía esta línea y cuando fue Papa tampoco. Es de justicia reconocerlo", recuerda.
Una opinión compartida por el prestigioso vaticanista italiano Marco Politi, a pesar de un final de papado marcado por nuevas revelaciones que parecen dejar en un segundo plano los esfuerzos de los últimos ocho años.