Pandemia y Nuevo Orden Mundial: por qué se habla de que nada será igual

El mundo post coronavirus es una verdadera incógnita. En este contexto, toma fuerza la legendaria teoría conspirativa que data de 1.700.

Pandemia y Nuevo Orden Mundial: por qué se habla de que nada será igual
Pandemia y Nuevo Orden Mundial: por qué se habla de que nada será igual

Considerada quizás como una de las teorías conspirativas más antiguas de la humanidad -y con distintas versiones, casi tantas como intentos por aplicarla oportunamente-; la teoría del Nuevo Orden Mundial se ha convertido nuevamente en protagonista de charlas informales y hasta ha resurgido como material de estudio.

En la actualidad es la pandemia de coronavirus y las medidas adoptadas por los diferentes países de todo el mundo como consecuencia de ella. Y es que, con distintos matices; las reacciones han sido similares en todo el globo: confinamiento y restricciones de actividades, siempre coordinadas y delimitadas por el Estado.

Para remitirse a los orígenes de esta teoría de conspiración hay que trasladarse a fines del siglo XVIII, y a la fundación del grupo que le dio forma: la sociedad secreta de los Illuminati. Este enunciado afirma la existencia de un plan diseñado con el fin de instaurar un gobierno único a nivel mundial; que sea colectivista (es decir, que defienda la propiedad comunal de los bienes y medios de producción), burocrático y controlado por sectores elitistas y plutocráticos (forma de gobierno en que el poder está en manos de los más ricos o muy influido por ellos).


Los presidentes de China y de Rusia, Xi Jinping y Vladimir Putín; dos de los líderes de grandes potencias mundiales.
Los presidentes de China y de Rusia, Xi Jinping y Vladimir Putín; dos de los líderes de grandes potencias mundiales.

Más allá de sus orígenes, este concepto se ha mantenido durante todo el siglo XX -sobre todo en momentos de guerras y post guerras-; e incluso ha vuelto a ruedo en épocas de Covid-19.

NOM y Covid-19

En distintos momentos políticos, sociales y económicos a nivel mundial, la expresión Nuevo Orden Mundial se ha usado para referirse precisamente a un nuevo período de la historia. Por medio de esta teoría, se insiste y se pretende demostrar hay pruebas de cambios drásticos en las ideologías políticas y en el equilibrio de poderes. Tanto después de la Primera como de la Segunda Guerra Mundial, el concepto y su espíritu volvía a sonar por lo bajo (y cada vez con más fuerza) cuando los Estados más poderosos trabajaban en la creación de distintas organizaciones, como fueron por ejemplo la Sociedad de las Naciones (actualmente la ONU). Incluso, también volvió a tomar fuerza luego de la Guerra Fría, cuando los presidentes Mijaíl Gorbachov (URSS) y George W. Bush (Estados Unidos) citaron abiertamente el término "Nuevo Orden Mundial" para tratar de definir la naturaleza de la posguerra fría y el espíritu de cooperación que se buscaba materializar entre ambas potencias.

En la actualidad, el NOM ha vuelto a la escena pública -aunque hay quienes sostienen que nunca bajó del escenario- a raíz de la pandemia de coronavirus. La pregunta que todos nos hacemos por estos días es una sola: ¿qué ocurrirá con el mundo post pandemia?. Y, ajustando un poco más el foco, la pregunta puede centrarse un poco más aún en "¿Qué ocurrirá con la forma en que se relacionan los países post pandemia?".


El Nuevo Orden Mundial es una teoría que data de fines del siglo XVIII.
El Nuevo Orden Mundial es una teoría que data de fines del siglo XVIII.

A nivel mundial, los especialistas sostienen que quien mejor controle la pandemia y sus consecuencias, estará mejor situado para liderar el Nuevo Orden Mundial en el siglo XXI. A ello le agregan que, independientemente del Covid-19, hace tiempo que el rol de líder hegemónico de Estados Unidos ha evidenciado signos de cansancio y fracaso.

Los defensores de esta teoría y su aplicación en el mundo post pandemia insisten incluso con que será el fin de la globalización, tal y como la conocemos.

Gobiernos intervencionistas y sanidad como “tesoro nacional”

Recientemente, el Bank of America (una de las entidades financieras más poderosas a nivel mundial) dio a conocer las conclusiones de uno de sus informes, justamente centrado en el mundo post Covid-19 y sus consecuencias.

Entre ellas, BofA habla de "gobiernos intervencionistas" y sanidad pública blindada ("como tesoro nacional"). "Desde la caída en picada de la globalización a una renovada guerra tecnológica, pasando por la revalorización de los sistemas sanitarios y una mayor influencia gubernamental", se explayan sobre las consecuencias. También hablan de mayor tensión entre Oriente y Occidente, que se reflejará en mayor gasto en tecnología de la información.

"El coronavirus ha otorgado a los gobiernos un nuevo mandato social para proteger a su ciudadanos, por lo que les da una mayor influencia sobre sus negocios a través de participaciones e incluso nacionalizaciones", detalla el informe. Y agrega que la crisis del virus "ha revalorizado la importancia del sistema sanitario y su rol, por lo que auguramos que esto eleve la presión sobre otros problemas sanitarios adyacentes como los precios de los fármacos, las vacunas universales...".

En la misma sintonía, concluyen en que la llamada "Generación Z" estará mejor preparada que ninguna para este nuevo orden. "Estará preparada de forma única para esta nueva era de distanciamiento social, entornos online y sosteniblidad". Y agrega que, en contraste, "los millennials quedarán desbancados".

Nueva relación entre países

Quienes auguran el denominado "Nuevo Orden Mundial" cuando termine la pandemia, sostienen que se fortalecerá la soberanía de los países, en detrimento de las relaciones internacionales. Medidas y políticas más egoístas y anti globalización serán las que marquen la agenda; y sostienen que el cierre de las fronteras (una realidad que ni siquiera se logró cuando tuvieron lugar los atentados terroristas) es un botón que basta como muestra. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ya manifestó públicamente su intención de "cerrar la inmigración" indefinidamente.

Sostienen que la pandemia ha exacerbado el nacionalismo y el aislamiento económico, lo que se ve fortalecido con medidas unilaterales (por parte del Estado) que han pasado a tener más protagonismo; debilitando al capitalismo mundial.

El mismo orden de siempre

También hay quienes sostienen que, más allá de los cambios que traerá aparejada la pandemia y sus consecuencias, no cambiará el orden mundial. Para la fundación española FAES, presidida por el ex presidente español José María Aznar; si bien la combinación de la pandemia con la economía global provocará algunos efectos geopolíticos, no cambiará el orden mundial.

"La historia demuestra que las pandemias nunca han afectado a las políticas entre grandes potencias: la gripe de 1918-19 apenas se menciona en el discurso moderno sobre las relaciones internacionales; el SARS de 2002-04 no frenó el ascenso de China en el sistema internacional; las pandemias de gripe H1N1 (2009) y ébola (2014 y 2019) tampoco trastocaron el equilibrio de poder entre las grandes potencias", detallan como primera razón.

Además, sostienen que desde las guerras napoleónicas, los cambios significativos en la distribución del poder han sido consecuencia de guerras (así, los órdenes surgidos después de la Primera y la Segunda Guerra Mundial, o tras la Guerra Fría).

"El Covid-19 cambiará nuestro estilo de vida, pero no el orden mundial mientras los países democráticos estén dispuestos a defender y conservar sus valores e instituciones. Y lo harán, porque estos son la base de la legitimidad de su poder nacional e internacional y porque los necesitan para proporcionar a sus ciudadanos seguridad, orden, bienestar económico y justicia sin renunciar a la libertad", concluyen desde la FAES.

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