Siete panaderías de San Rafael adhirieron a la campaña que busca reducir la sal en los alimentos con el objetivo de mejorar la salud de los consumidores. Es que desde el área de Bromatología del municipio conjuntamente con la dirección de Salud, se convocó a los fabricantes de estos productos alimenticios a unirse a esta cruzada, y por ello reciben capacitaciones al respecto.
De esta manera, los panaderos sanrafaelinos comenzarán a producir pan, tortitas y facturas entre otras cosas, con menos sal, pero la idea es que se vayan sumando cada vez más.
Ésta es una iniciativa que persigue disminuir el consumo de sal de la población en su conjunto para reducir la importante carga sanitaria que representan las enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares y renales.
Desde Bromatología invitaron a las panaderías del departamento de San Rafael a adherirse a la campaña “Menos Sal, Más Vida”, con el objetivo de reducir el uso de ese producto en sus elaboraciones diarias y potenciar la venta de alimentos sin sal.
“Ya son siete los comercios que forman parte de esta iniciativa del Ministerio de Salud de la Nación. Las empresas panificadoras que quieran sumarse a la cruzada deberán solicitarlo en las oficinas de Bromatología en la planta baja de la municipalidad”, explicaron.
“Creemos que es importante colaborar para que entre todos cuidemos nuestra salud”, señaló a Los Andes Martín, empleado de una panificadora que adhirió al programa. “Vamos a recibir capacitación, haremos unos talleres para que sepamos cómo debemos trabajar porque la idea es que a la vez no perdamos ventas”, agregó.
El programa a nivel nacional incluye la concientización de la población sobre la necesidad de disminuir la incorporación de sal en las comidas, además de hacer una reducción progresiva del contenido de sodio de los alimentos procesados mediante acuerdos con la industria de alimentos y la reducción del contenido de sal en la elaboración del pan artesanal.
“Tenemos muchos clientes que nos piden productos sin sal, algunos porque son hipertensos, una señora que tiene problemas renales y así varios. Por eso cuando nos enteramos decidimos ser parte de esto”, comentó el propietario de una panificadora del centro de la ciudad.
“Creo que reduciremos 25% de la sal que se coloca a los productos, pero hasta que no recibamos los talleres no puedo asegurar el porcentaje”, indicó.
Cabe destacar que el consumo de sal tiene impacto directo en la mortalidad cardiovascular. Es que por cada gramo de sal se producen 2.000 muertes por año y 20.000 eventos que dan discapacidad, infartos y ACV (accidentes cerebro vasculares). Ésta es la razón que llevó a que se diseñen programas que intentan disminuir algunos gramos en el consumo.
