A sus 72 años, Susana Giménez usó anoche un vestido que es incómodo hasta para una adolescente híper flaca: pegado, tubo, elastizado y con la panza al aire.
Cuando la diva entró con su look estallaron los comentarios en Twitter. La mayoría pedía que despidieran de inmediato al vestuarista, ya que Susana estaba incómoda desde que empezó el programa, tirándose del top para que no se le subiera.
Después, cuando se sentó, la gente empezó a fotografiar la pantalla para demostrar que la elección de ese fuxia pegado había sido un desatino: la pancita de Su asomaba todo el tiempo y, aunque está divina, no le quedaba bien.