El hombre está sentado frente a la computadora, pensando darle los trazos finales al prólogo del libro que narra su vida. “Autorretrato se llamará”, dice Palito Ortega refiriéndose a la autobiografía que será presentada la primera semana de abril.
La buena memoria lo ha acompañado en esta escritura. Abre el manuscrito que reposa en su escritorio, al azar. Relee el capítulo de su adolescencia. A los 15 años, el muchacho partió de su Lules natal a Buenos Aires, buscando trabajo y persiguiendo su sueño: cantar.
La primera noche durmió en Retiro. La segunda, en el edificio del Comité del Partido Demócrata Cristiano, donde un hombre apellidado Mayorga (mendocino), le habilitó el sótano por caridad. Al poco tiempo, un griego que había estado en la Segunda Guerra, lo empleó en su bar de Once. Otra vez un sótano; pero en el cual quedaba encerrado bajo cerrojo, cuando el griego bajaba la tapa. Solía fantasear, agarrando la escoba como una guitarra.
"Yo era un cabecita negra- recuerda ahora Ortega en su casa quinta-; la llegada de un provinciano a Buenos Aires es lo más parecido a un parto".
Después de desempeñarse como lustrabotas, limpiasepulturas, albañil y todero de bar, finalmente se largó a cantar.
-¿Dónde fue tu primera vez?
-Precisamente en Mendoza. En la Radio LV10. Me acompañaba un grupo llamado Los Panamericanos. Por entonces me llamaba Neri Nelson. Cantaba rock and roll en español.
Con el tiempo, ya convertido en Palito, inició amistad con dos mendocinos fundamentales. La dedicatoria del libro da cuenta de una de ellas: “A mi admirado amigo Carlos Alonso, por haberme puesto la tapa dos veces en mi vida: una, en la portada del álbum ‘Un muchacho como yo’; otra, en este libro”.
En los '70's, el tucumano solía caer con la guitarra al taller donde el artista Carlos Alonso (que por entonces vivía en Buenos Aires) creaba su obra "con una sensibilidad extraordinaria". La amistad creció con los años. "Yo creo que Alonso se fue a vivir a Unquillo porque allí está la calle Spilimbergo", ríe.
El otro mendocino fue Tito Francia. "Mientras me enseñaba acordes de paso y armonías, yo le reprochaba por qué no se iba por el mundo, ya que era una figura reconocida a nivel internacional. Pero él quería su tierra".
Tres mendocinos han sido importantes para los Ortega, en realidad. Porque su hijo Luis (el cineasta) logró una gran conexión con Leonardo Favio. “Yo todavía lo venía observando, pero Favio estaba seguro. Dijo: Luis va a ser mi sucesor”. De hecho, cuando el director de ‘Gatica el mono’ recibió el único premio internacional, se lo regaló a Luis, quien años después dirigiría la tremenda serie “Historia de un clan” que se vio el año pasado por el Canal 9 porteño.
El Rey en la Feriagro
La película "Pajarito Gómez" (1965), de Rodolfo Kuhn, hizo una sátira al cantante y al resto de los integrantes del Club del Clan. También lo han asociado con el personaje Huesito Williams, en los espectáculos de Les Luthiers "Luthierías" y "Viegésimo aniversario". Lo mismo con Manuel Darío, también de Les Luthiers, en el espectáculo "Unen canto con humor".
Dolina lo ha parodiado con su creación de Nardo Warren para el programa radial “La venganza será terrible”. Por su parte, en 2009 Diego Capusotto encarnó a Bombita Rodríguez, también llamado “el Palito Ortega montonero”, una crítica a la producción cultural de los ‘70, exponiendo la antítesis entre algunos artistas con contenido político en sus letras como Mercedes Sosa y otros más populares pero cuyas letras lavaban cualquier crítica social, como “La felicidad” de Palito.
Precisamente “La felicidad” es el tema que no deja de pedirle, siempre, el público. “Ése y ‘La sonrisa de mamá’”, cuenta.
Y por supuesto que los va a cantar esta noche en su show de Feriagro. “La magia consiste en que canten todos”.
Y sí, “Cantando con amigos” se llama el último disco, que cuenta con la participación de Charly García, entre otros músicos invitados.
“Me encanta este disco, sobre todo por la gente que me acompañó y porque tuve el tiempo para escribir tranquilo”.
Con Charly al piano, de hecho, cantó una palística versión de “La casa del sol naciente”, de The Animals.
Es que Palito conoció a los Animals cuando participó de la película “El rey en Londres” (1964), cuya protagonista era Graciela Borges. No personalmente, porque los protagonistas argentinos no filmaban junto al Támesis sino con decorados de fondo. Pero ahí los escuchó. “Y me dije: un día la voy a grabar”.
En “Cantando con amigos”, Charly aportó sus voces y teclados en la canción "A mi amigo le gusta el rock", en tanto que Aznar sumó un bajo Hofner y toda su categoría en tres canciones nuevas del cantautor. Por su parte Samalea, percusionista actual de García, grabó baterías y bandoneones.
Mezclado por el legendario ingeniero Joe Blaney (The Clash, Prince, Charly García, etc.), en el Area 51 Studio del Uptown de Manhattan, el disco se completa con las participaciones del rosarino Mariano Braun (ex Roque Narvaja), el saxofonista Pablo Fortuna, Juan Pablo Ezquerra (Nube 9), la armoniquista Natacha Seara, y el baterista Diego Rodríguez.
Palito confesó que en la letra de su nuevo tema “A mi amigo le gusta el rock” había escrito que el personaje de la canción había saltado de un séptimo piso, pero que Charly, a quien alude en sus estrofas, le retrucó: “te dijo que no se tiró de un piso siete, sino de un noveno”.
Luján de lujo
Luego de cinco años de ausencia, el departamento de Luján reinició ayer su clásico encuentro de cuatro días de exposiciones, comidas típicas y música en vivo.
La agenda regresó al predio de Perdriel, en un festival que también incluirá entre sus noches a la Vendimia departamental, la que este año llevará por nombre “Leyendas de malbec y tiempo”.
La Feriagro, que arrancó ayer con Soledad, está abierta desde a las 10 y hasta la madrugada con distintas actividades como la exposición y competencia nacional de caballos criollos y una muestra agrícola y artesanal, combinadas con los recitales de distintas figuras al cierre de cada noche.
Siempre a partir de las 22 y con el acompañamiento de numerosos artistas locales, se presentan: hoy Palito Ortega, mañana Los Auténticos Decadentes y, finalmente el domingo, el cierre estará a cargo de Luciano Pereyra.
Las entradas tienen un valor de $100 por noche, con la opción de $300 las cuatro noches. Además, los niños menores de 10 años entran gratis.
El escenario de la Feriagro está ubicado en calle Quintana s/n y Acceso Sur, Perdriel, Luján de Cuyo.