El supremo Omar Palermo se toma licencia sin goce de haberes desde el 1 de agosto hasta el 31 de diciembre de su cargo en la Suprema Corte de Justicia provincial. La fundación alemana Alexander von Humboldt le otorgó una beca posdoctoral para llevar a cabo un proyecto de investigación en ese país. En el comunicado oficial del Poder Judicial se asegura que la ausencia de Palermo no afectará el normal desenvolvimiento del Máximo tribunal, "ya que están previstas las subrogancias en los casos que corresponda".
Desde el Gobierno no dudaron en calificar el hecho como "vergonzoso". El subsecretario de Justicia, Marcelo D'Agostino consideró que "un juez cabeza de poder se tome licencia por 6 meses con el colapso que tiene la Justicia, y en especial la Sala 2...". Y agregó: "¿Qué pensaría el ciudadano común que no puede tomarse este tipo de licencias sin arriesgar su trabajo?". Y sumó que si el gobernador Alfredo Cornejo lo hiciera, "sería un escándalo provincial".
Palermo parte incluso días antes del inicio de la licencia ya avalada por la Corte. El juez trabajó en la feria de enero y se toma días compensatorios para hacer una actualización de idioma en la misma Universidad de Freiburg.
Palermo no es un ministro de Corte más; es el Supremo enemigo del gobernador, durante mucho tiempo el mandatario lo fustigó por su pensamiento en derecho penal, cercano al "garantismo" que Cornejo llama "abolicionismo".
Pero en el entorno de Palermo el viaje entiende como una distinción y un honor que prestigia a toda la Corte. La Fundación Alexander von Humboldt se creó en 1953 en Alemania, y tiene su sede en la ciudad de Bonn. Actualmente, mantiene una red de 26 mil científicos en 141 países, incluidos 51 ganadores del Premio Nobel.
La beca posdoctoral es para desarrollar un proyecto de investigación sobre "Responsabilidad penal en el ámbito de la empresa" en la Universidad de Freiburg, Alemania, bajo la dirección del catedrático de derecho penal Prof. Dr. Dr. h.c. mult. Michael Pawlik.
En los despachos judiciales se repite que el proyecto de investigación fue seleccionado entre numerosos trabajos presentados por aspirantes de diversos países y premiado con la obtención de la beca bajo un programa para investigadores experimentados.
Para llegar a ese programa hace falta ser doctor en derecho con menos de doce años de antigüedad y presentar un proyecto de investigación que demuestre tener importancia y aplicación práctica en la región a la que pertenece el postulante.
Desde el Poder Judicial ventilan que hay una condición más para acceder esa beca: hace falta que dos catedráticos europeos aprueben el proyecto, requisito que Palermo obtuvo de su director de tesis doctoral, Jesús María Silva Sánchez de la Universidad Pompeu Fabra (Barcelona) y de Urs Kindhäuser, catedrático de la Universidad de Bonn.
Un detalle a tener en cuenta: Palermo se toma unos días para actualización del idioma alemán, pero no es la primera vez que el supremo pisa el suelo de ese país; pasó por la Universidad de Bonn para investigar con el penalista Günther Jakobs, una de las influencias en el pensamiento penal de Palermo.