En una familia, muchas veces, dos o más hermanos no pueden negar su origen común, puesto en evidencia por el parecido físico, que puede originar confusiones. Sin embargo, el trato y conocimiento de cada uno permite establecer diferencias, ya por su comportamiento, ya por su modo de relacionarse con el entorno. Del mismo modo, encontramos en el hablar cotidiano algunos términos, muy parecidos entre sí, con un origen común, pero con funcionamiento distinto regulado por los contextos en que aparecen insertos.
Esto nos sucede, por ejemplo, con los vocablos 'cobertura', 'cubierta' y 'cubrimiento': los tres provienen del verbo latino "cooperire", con el valor significativo de "cubrir del todo". En relación con ese origen, la voz 'cobertura' se deriva directamente de "coopertura", traducible como "velo, todo objeto que recubre". En ese sentido, nuestro sustantivo 'cobertura', según el Diccionario integral del español de la Argentina, tiene las siguientes aplicaciones: "Elemento que se coloca sobre una cosa para taparla, protegerla o adornarla", como en 'chocolate de cobertura'; también es el "acto de tapar o proteger una cosa con algo", como en "Se realizó la cobertura de la galería para tener otro ambiente más".
Otra acepción es la de "extensión en un territorio que alcanza un servicio, especialmente de telecomunicaciones": "No alcanza ese punto la cobertura de la nueva red inalámbrica". Se denomina también 'cobertura' al "conjunto de prestaciones ofrecidas por un servicio": "La cobertura médica que ofrece esa mutual es muy amplia".
La quinta acepción se relaciona con el seguimiento periodístico del desarrollo de un hecho": "Hubo una rigurosa cobertura de los terremotos de México". En el ámbito financiero, se llama 'cobertura' a la garantía del papel moneda, generalmente en metálico o valores: "El grado de cobertura ha mejorado porque ha aumentado la recaudación impositiva". En el ámbito militar, 'cobertura' puede ser equivalente tanto a un dispositivo de protección militar como a la vigilancia u ofensiva de artillería para proteger el avance de una unidad militar: "Todas esas medidas garantizan la cobertura de posibles ataques".
Por su lado, el sustantivo 'cubierta' también encierra la idea de protección, de algo colocado encima de otro elemento para salvaguardarlo. Así, leemos en la fuente citada que puede ser una "pieza de papel, colocada sobre la tapa de los libros para protegerla"; también, una "pieza de goma especial, reforzada, dispuesta sobre un tejido muy resistente que, inflada, recubre exteriormente la cámara de la rueda de un vehículo" y una "pieza de tela o plástico que se coloca sobre un objeto para protegerlo y evitar que se arruine".
Vemos estas acepciones en ejemplos como "El diseño de la cubierta del nuevo libro quedó muy bello", "Las cubiertas nuevas para mi auto me costaron muy caras" o "Siempre se debe proteger los monitores con una cubierta que los libre del polvo". La idea de aquello que está por encima de otra cosa se patentiza en los significados de "cada uno de los pisos de un barco, especialmente el superior" y "parte exterior del techo de una construcción".
Por lo que se refiere a 'cubrimiento', si bien el diccionario académico nos lo define como "acción y efecto de cubrir" y como "cosa que sirve para cubrir", en nuestro medio parece limitarse su uso a dos contextos: cuando significa "ocultamiento", como sinónimo de 'encubrimiento', y cuando significa "revestimiento". Lo advertimos en "Se produjo el cubrimiento de los nombres por parte de los cómplices" y "Esa pintura garantiza el cubrimiento de todas las fisuras".
Dudas también nos engendra el uso de 'abertura' y de 'apertura': ¿cuándo emplear una y cuándo, la otra, si las dos tienen en común el relacionarse con el verbo 'abrir? Tanto la Fundación del español urgente como el Diccionario panhispánico destacan que estos dos sustantivos no significan lo mismo en todos los contextos. Las dos voces se originaron en el verbo latino "aperire" ("abrir") y en el sustantivo de aquella lengua "apertura" ("brecha, agujero, hendidura"). En uno de los términos, la P entre vocales cambió a B; en el otro, se mantuvo como en la voz originaria. Esa diferencia en la escritura y pronunciación conlleva también diferencias en el uso; efectivamente, una 'abertura' es una "hendidura o espacio que rompe la continuidad de una superficie, permitiendo una salida al exterior o comunicando dos espacios" y se emplea, sobre todo, en sentido físico: "Para mejorar la ventilación del lugar, es necesario ensanchar esa abertura".
En fonología, el vocablo es empleado para nombrar la amplitud que los órganos articulatorios dejan al paso del aire en la emisión de un sonido: "Clasificamos las vocales según el grado de abertura de la boca". En cambio, se prefiere usar 'apertura' para designar el hecho de abrirse algo que está cerrado: "Puse la clave para producir la apertura de la caja fuerte".
También se utiliza 'apertura' para referirse a la acción de dar inicio a un acto público, una temporada de espectáculos, un ciclo de hechos culturales, etc. Así, lo advertimos en "Habló el decano en la apertura de los cursos de verano" o "Con ese sencillo acto, se produjo la apertura de las sesiones de las Cámaras". Además, cuando una persona o un grupo adopta una actitud más favorable ante procesos nuevos, se habla de 'apertura': "Ya no hay tanta rigidez de criterios; se ha producido una considerable apertura ideológica". Finalmente, en el campo de la óptica, se usan tanto 'apertura' como 'abertura' para designar el diámetro útil de la lente de un instrumento óptico.
El mismo Panhispánico nos recomienda no confundir 'apertura' y 'abertura' con 'obertura'. Este vocablo designa la "pieza de música instrumental con que se da principio a una ópera, oratorio u otra composición lírica"; como podemos advertir, subyace en esta definición la noción de algo que abre o da comienzo a una obra mayor. Y realmente es así: lo que ha sucedido es que 'obertura' proviene del francés "ouverture", vinculado al verbo "ouvrir", cuya traducción es "abrir". Curiosos parentescos entre lenguas romances.