Tenían poco margen de error y la tabla los obligaba, sobre todo al visitante que en la próxima jornada tiene fecha libre. Así las cosas, salieron decididos a conseguir el triunfo.
Cada uno con sus planteos y limitaciones. Y fue del local porque aprovechó las que tuvo (2-0) para sumar tres puntos claves de cara al resto del torneo.
Desamparados manejó la pelota al principio y Maipú salía rápido de contra. En ese contexto, Vuanello tuvo el primero y Pablo Lucero salvó de milagro. Luego Parisi remató por arriba y Ramos salvó sobre la línea.
En el rebote, Costi impidió la caída de su arco cuando el Toro empezaba a festejar. Eso no fue todo. Amaya también contó con una ocasión y su derechazo se fue rechazado al córner.
Pero en el momento más crudo del local, una pelota parada pegó en el palo y Costi, que andaba por ahí, la mandó a dormir al fondo de la red.
En el segundo, el local no hizo mucho y Maipú tampoco tuvo las ideas claras, aunque Parisi pudo empatarlo y su remate pegó en uno de los palos. Y como lo que se pierde en un arco se sufre en el otro, Costi volvió a ganar en las alturas y puso el 2-0 de cabeza y segundo de su cuenta personal.
El Cruzado fue por el descuento y lo tuvo con el Toro, pero Lucero le ahogó el grito sagrado. En el cierre, a pesar de las variantes del visitante, no hubo claridad y el triunfo fue del local por su eficacia.
Apostillas
Cambio de último momento. Maipú viajó ayer por la tarde para llegar cerca del horario del partido, pero sorprendió que entre los que viajaron no estaba Agustín Roques.
El carrilero tuvo una lesión muscular y su lugar en el once inicial fue ocupado por Judelín Aveska.
Ni una menos. El Cruzado lució una bandera con esa leyenda, en relación a los lamentables acontecimientos que se dieron en los últimos meses en Mendoza.
Además hubo minuto de silencio por tal motivo.