Minutos después de las 18, unas 300 personas -padres y alumnos de diversas edades- se reunieron frente al acceso principal del Liceo Militar General Espejo, desplegaron varias banderas y pidieron a los conductores que circulaban por Boulogne Sur Mer que tocaran bocina para acompañar el reclamo de las familias.
Mónica Calloni, madre de Nicolás (quien cursa tercer grado) y ex docente de la institución, manifestó que sentía incertidumbre sobre las medidas que se han tomado en la Nación, porque tanto padres como los chicos tienen la ilusión de que egresen como subtenientes de reserva. "Pagamos y algunos hacemos un sacrificio, porque elegimos este tipo de educación para nuestros hijos", planteó.
"En 60 años que está el Liceo nunca ha habido mal uso de armas, ni heridos. No hay bullying. Dicen que la formación es anacrónica y puede ser, porque acá les enseñan respeto, ideales, buenos modales. Y ahora lo quieren sacar", lanzó Cristian Estrella, papá de Lucas (primer año) y Chiara (segundo grado).
Los chicos deberían haber ido ayer con guardapolvo, pero decidieron usar su uniforme. Julián Tello, alumno de tercer año, dijo que había empezado las clases enojado porque no quiere que saquen la formación militar. Hace nueve años que cursa en el colegio y sostiene que le gusta saber que va a egresar como "civil de bien".
Assin Maya, quien también cursa tercer año, opinó que la formación que reciben les sirve para el futuro. "Una persona sale respetando a los demás y aprende a ser responsable. Una persona de bien", sostuvo.
