El presunto abuso de una niña de 4 años ocurrido el viernes en el colegio católico Leonardo Murialdo ha producido una suerte de catarata de polémicas entre padres y empleados de la conocida institución.
En las redes sociales se formaron dos bandos: los que quieren que se dé a conocer el hecho y aquellos que creen que se debe proteger el buen nombre de la institución.
Luego de que el lunes se detuviera a un celador y se lo imputara por abuso sexual agravado por acceso carnal, la polémica estalló nuevamente: algunos docentes, padres y alumnos no creen que el detenido sea culpable; otros apuntan al entorno familiar de la pequeña.
Los Andes entrevistó al sacerdote Jorge Carreras -el conocido "padre Lalo"-, representante legal del colegio.
"Hay cosas que no son como se han dicho. El comentario es que la directora hizo tapar todo (hace un gesto de hacer silencio) diciéndole a la nena que no hablara. Hay versiones: se la acusa a la directora y ese día no estaba porque los viernes viene a la mañana", explicó.
-En las redes hay una división de opiniones de los padres.
-A mí la calle, las redes sociales, no me llegan porque no estoy en esos grupos. Pero cuando pasó, vinieron padres alterados, algunos agresivos, pero que se entiende porque ocurrió un abuso. Eso fue el viernes, cuando no sabíamos qué había pasado. La Justicia apunta a que fue acá adentro.
-¿Qué opina de los que creen que el celador detenido no tiene nada que ver?
-Eso no lo puedo pensar ni lo puedo decir. Hay gente que dice que no es verdad porque conocemos al celador. Yo puedo decir que nosotros cumplimos con lo que pide la ley, papel de buena conducta, test psicológicos, porque esta es una institución.
-Algunos dicen que el colegio es hermético.
-Lo que primero hicimos es abrir el espacio. Tenemos seguridad, tenemos 32 cámaras todo el tiempo y ahora 6 más, rejas, cuidados para que sepan los padres que acá educamos de una forma: no vas a ver chicos con aritos, ni tatuajes. Somos ‘cuadraditos’ en educar en los valores de la familia.
-¿Lo han llamado del Arzobispado?
-Me han llamado los dos ministros que están acompañando el proceso. Me dicen que hagamos lo que corresponde. Monseñor Dante (Braida) me habló el sábado desde Colombia; también Marcelo (Mazzitelli); no el nuevo (Marcelo Colombo) porque no está.
-¿Cuándo empiezan la clases en el turno tarde?
-Hoy (por ayer) comienza la primaria y mañana los de inicial, los jardines.
-¿Los celadores tiene acceso a los jardines?
-Los celadores varones no tiene acceso al jardín. Solo dos celadoras tienen acceso a los baños, a la cocina, a los pasillos y a la aulas del jardín.
No se descarta la hipótesis de encubrimiento
Luego de imputar a un celador, la investigación del presunto abuso de una niña de 4 años del Colegio Leonardo Murialdo sigue abierta y no se descarta la hipótesis del encubrimiento por parte de algún docente.
Por estas horas la investigación está en la etapa preliminar y la Fiscalía de Delitos contra la Integridad Sexual suma pruebas.
En los próximos días la fiscal Cecilia Bignert realizará dos medidas fundamentales para el futuro del detenido: la declaración de la pequeña en Cámara Gesell y una rueda de reconocimiento de la que también participará la menor en compañía de sus padres.
En la denuncia figura la versión que la niña le dio a su madre, la denunciante. Allí la mujer explicó que la nena -tras ser agredida- se lo había contado a una docente, quien se habría quedado con su bombachita.
"Se investigará como el caso Próvolo: primero el presunto abuso, y luego si hubo algún tipo de encubrimiento por parte de un docente", explicó ayer una fuente de Tribunales. Por ahora, ninguna maestra, directora o autoridad del colegio religioso de Guaymallén ha declarado ante la fiscal.
Esta medida -si es necesaria, es decir si surge algún elemento que haga pensar en un encubrimiento- se realizará recién cuando se termine de reunir toda la prueba, explicaron.
La denuncia
El caso salió a la luz el jueves por la noche cuando la mamá de una alumna de la salita de 4 del Instituto Murialdo fue a cambiarla y descubrió que le faltaba la ropa interior a su hija. "Alguien me tocó", dijo la niña, cuya bombacha aún no fue hallada. La investigación cayó en manos de la fiscal Cecilia Bignert.
El lunes Bignert ordenó la detención de un celador y lo imputó por abuso sexual agravado por acceso carnal y por la calidad de guardador.