"Quiero que juzguen a la madre en Argentina; por culpa de ella murió mi hija". Estas declaraciones realizadas a una emisora de la provincia de Misiones, encierran toda una historia detrás que comenzó hace una semana y que aún continúa.
Naiara Valentina Abigail había nacido hace 9 años, el 1 de octubre en la localidad de Candelaria, en el sur de la provincia de Misiones, y murió hace una semana después de ser violentamente golpeada y torturada por un hermano de la actual pareja de la madre.
Sus padres son Alejandra Mariela Benítez y Manuel Adolfo Briones Sanz y se habían conocido por internet, una relación de unos tres años. Sin embargo, la unión se rompió en 2012, cuando la mujer se fue a vivir a España, concretamente a Sabiñánigo, pequeña población de la provincia Huesca, donde se casó con Carlos, con quien tuvo dos hijos. Mientras que su ex se instaló en Valparaíso, Chile.
La sin razón
Y mientras en Sabiñánigo toda la población -no más de 10 mil habitantes- sigue sorprendida por lo ocurrido, el padre biológico de la nena reclama desde Chile "justicia". Utilizando las redes sociales y todos los medios de comunicación, Manuel Briones pide ayuda para viajar a España, con la intención de repatriar los restos de su hija, que ya fueron enterrados en Sabiñánigo, donde se decretaron dos días de duelo.
Por estas horas, nadie sabe qué llevó a Iván Pardo Peña (tío político de la nena) a encerrarla por más de diez horas en una habitación de su casa, para más tarde pedir el auxilio de los médicos, con el argumento de que la niña se había caído de lo alto de una escalera.
Hoy, Iván Pardo Peña está alojado en cárcel de Zuera (Zaragoza), después de haber pasado dos días en los calabozos de la Guardia Civil de Jaca, tras confesar ser el autor de los malos tratos que terminaron con la vida de la pequeña y que se reflejan en múltiples traumatismos y un fuerte golpe en su cabeza.
El hombre trabajaba como vigilante de seguridad en empresas locales y, después de las pericias a que fue sometido, quedó descartado que padezca patología alguna, sino que por el contrario "estaba en perfectas condiciones mentales".
Confesiones
En el otro extremo del mapa, la ciudad bañada por el océano Pacífico y declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, Manuel Adolfo, el padre de la niña, tras reiterar, una vez más, que "a mi hija la mataron", recordó que durante años, no hubo diálogo con la madre, aunque reconoció que no hace mucho ella le confió que se "quería divorciar de Carlos", aunque en ese momento de "malos tratos", reconoció que el hermano (Iván) "la torturaba".
Ayer, en declaraciones a Radio Libertad, el padre de Naiara señaló: "Estoy desesperado porque en la embajada del consulado argentino no me presentaron ayuda, hasta que la cancillería argentina se enteró de lo sucedido. Mi hija llevaba cuatro días muerta, estoy desesperado para llegar a España y no tengo ayuda, ahora la gente de Chile me agilizó los papeles para salir del país, pero no tengo los pasajes, estoy desesperado".
El padre de la niña pide ayuda para ir a España:
Según su mamá, "la nena era muy feliz"
Ante los testimonios que apuntan a que la niña había sido víctima de malos tratos previamente y que el padrastro los consentía, Mariela aseguró en una entrevista con la agencia EFE que su hija vivía "feliz con su familia".
No obstante, la mujer aclaró que sólo sufría a causa del acoso (bullying) al que era sometida en su colegio por parte de un grupo de compañeros que la llamaban "negra", "piojosa" o "mora", o le impedían entrar en el baño.
Según Mariela, se contaron "demasiadas cosas que no son ciertas", entre ellas las afirmaciones del padre biológico de Naiara, Manuel Briones, quien desde Chile, al enterarse del asesinato de la niña, sostuvo que ella misma era maltratada por su actual esposo y tenía intención de separarse. "Durante siete años estuvo sin hacerse cargo de su hija, sin interesarse si tenía leche o no, porque él sólo quería vivir su vida", señaló.
