Pacífico fue muy efectivo. Pintaba para un partido ida y vuelta. El local era puntero y quería seguir siéndolo y Huracán quería ratificar su levantada y quitarle el invicto al Lobo.
A los 8’ Rosón la aguantó muy bien entre la marca de Tallura y Giusseponi, y descargó para Herrera que venía entrando de frente al arco, y desde la medialuna el Negro sacó un derechazo que se clavó en el ángulo superior izquierdo de Agüero que nada pudo hacer. Se quedó parado
El gol despertó la rebeldía de la visita que se lo llevó por delante al local y a los 36 minutos tuvo su recompensa. El fondo del local intentó salir jugando rápido, Stipech perdió la pelota con la presión Cámara que terminó en un tiro de esquina. Martín, de cabeza, ponía el empate.
Para el segundo tiempo, Pacífico fue a buscarlo. Se abrió la cancha, ya estaban diez contra diez. Ojeda pasó de derecha a izquierda, y este movimiento de pieza fue clave. El gol estaba al caer. Gran jugada individual de Herrera, que apiló marcas y asistió a Ojeda, quien ingresando al área definió cruzado y rasante por debajo de la humanidad de Herrera.
De ahí en más, fue un monólogo de Pacífico. Huracán se desesperó, corrió todo el tiempo detrás de la pelota. Los conducidos por Mosiuk fueron inteligentes para manejar la pelota, abrió la cancha y con un par de jugadas del ingresado Sánchez y otra de Ojeda pudo haberlo liquidado mucho antes del final sin sufrir tanto. Huracán inquietaba con la pelota parada y mantenía el suspenso en el resultado final.
Lo que terminó de sentenciar la historia, fue la expulsión de Fernando Pistone, quien había ingresado en la segunda parte por Cámara, y vio la roja por una falta desde atrás luego de estar poco más de veinticinco minutos dentro del campo de juego.
Con nueve hombres, el arco de Vouilloud le quedó muy lejos a Huracán, que terminó dejando una imagen de desesperación. Pacífico, de esta manera, se consolidó en la cima de la tabla de posiciones y conserva la condición de ser el único invicto.
El árbitro expulsó dos jugadores que no eran
La hecho curioso de la noche lo protagonizó el árbitro Yamil Peralta. En un tumulto de futbolistas, Barón y Moyano se agredieron mutuamente y el árbitro no lo vio. Luego es informado por uno de sus colaboradores sobre la agresión y Peralta termina expulsando a Stipech y Tallura que nada tenían que ver. De terror.
Los jugadores se 'robaron' una bandera de Pacífico
Cuando se retiraban los jugadores de Huracán de la cancha, uno de ellos se ‘robó’ una bandera de Pacífico. Inmediatamente llovieron los proyectiles. En zona de camarines, Peinado fue hasta el camarín visitante y le devolvieron el ‘trapo’ a los hinchas locales.