Pablo Pérez volvió a dar la nota en una práctica

El volante fue echado por Guillermo Barros Schellotto por propinarle una patada a un juvenil. “Me enojé porque no lo podía parar”, confesó.

Pablo Pérez volvió a dar la nota en una práctica

“Me enojé porque no podía parar al chico éste que me estaba volviendo loco, que incluso la rompió en el entrenamiento. Es algo personal, soy un cascarrabia, el ambiente estaba bien, la práctica estaba saliendo buena….”, relató Pablo Pérez al referirse a la patada que le dio a un juvenil por la cual Guillermo Barros Schelotto lo echó de la práctica de Boca.

El sub capitán de Boca reconoció que no debió reaccionar así pero minimizó lo acontecido: “Fue una patada normal de un entrenamiento, pero se armó mucho lío y ahora se va a hablar de esto”, consideró.

Pablo Pérez, que en abril de 2016 tuvo un crítico momento en Boca cuando, luego de varios actos de indisciplina en el campo de juego, se hizo expulsar tontamente ante River en un Superclásico, tuvo entonces una charla con el Mellizo tras la cual hubo un evidente cambio en sus modos diarios y en los encuentros.

Sin embargo ayer volvió a ser el de antes y provocó el enojo del DT. “Me fui rápido. No quería hablar en ese momento con el técnico porque yo estaba caliente y él también…  No nos íbamos a entender, pero creo que todos queremos lo mejor para Boca”, apuntó.

Pérez, que realizó declaraciones a Fox Sports, lamentó lo ocurrido porque la práctica era a puertas abiertas para la prensa y el suceso iba a tomar demasiada trascendencia. “Hay que evitar estas cosas. Yo soy el primero que habla para que no pase y por eso estoy en un momento incómodo”, dijo, y añadió: “Se habla más de lo que pasa afuera que de lo que hacemos adentro. Yo me crié con el ‘Flaco’ Schiavi y la patada más chiquita que te daba en un entrenamiento era a la cintura, pero nadie hablaba. Ahora se hace un escándalo de todo”, cerró.

¿Quién es el pibe que hizo echar a Pérez?

Aldo Tomás Luján Fernández nació en la localidad de Junín en 1998 y es una de las grandes promesas de las divisiones menores del club Xeneize.

Cuando tenía 11 años fue advertido por un cazador de talentos de Boca durante un partido que jugó en posición de mediocampista central jugaba para Ambos Mundos, el club de Junín.

En esa oportunidad un empresario que contó con el aval de la familia del jugador se hizo dueño de su representatividad y lo iba a llevar a Boca pero en el medio apareció nada menos que el Barcelona FC, y el agente negoció con el club catalán una prueba.

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