Protestones, pícaros, rápidos. Guillermo y Gustavo Barros Schelotto tienen mucho en común: el fútbol, su amor por Gimnasia y su cariño por Boca, el club en el que están trabajando y con el que sueñan levantar la próxima Copa Libertadores. Pero además, los Mellizos tienen otro hermano que, por estas horas, se convirtió en el héroe de una familia pampeana. Se llama Pablo, es cirujano y acaba de convertirse en noticia luego de realizar un complicado trasplante de hígado.
La historia comenzó hace ya más de diez años, más precisamente en el 2005, en Winifreda, una localidad de La Pampa. En aquel entonces, a Liliana le diagnosticaron cirrosis biliar primaria. La medicaron y le dijeron que continuara con su vida normalmente. Pero hace poco más de un año, todo se complicó: en uno de los controles de rutina a los que debía someterse, los médicos le explicaron que su hígado se había agrandado, se había deteriorado y que, por eso, la única solución era un trasplante.
Luego del miedo inicial y tras comprobar que la enfermedad no era hereditaria, Liliana aceptó la propuesta de Emanuel, su hijo, de ser donante. Así llegó hasta el 15 de noviembre último, cuando ambos ingresaron a dos quirófanos, bajo la supervisión general de el doctor Pablo Barros Schelotto, sí, el hermano del actual entrenador de Boca y su ayudante de campo.
La intervención no fue nada fácil. Se extendió durante diez horas y mientras a Liliana se le extrajo la totalidad del hígado, a Emanuel le quitaron el lóbulo hepático izquierdo para salvar a su mamá. Y no sólo resultó un éxito, sino que sirvió para que esta familia no parara de agradecerle al Barros Schelotto menos famoso. Bah, eso para el gran público, ya que Pablo es uno de los más reconocidos médicos de la Fundación Favaloro e integrante del staff profesional de la Unidad de Trasplante Hepático del HPC.
Ojo, cuando todavía era un pibe, Pablo también incursionó en el fútbol. De hecho, llegó a atajar en la Sexta División de Gimnasia, el club de sus amores, pero terminó eligiendo la carrera de Medicina al igual que su padre Hugo, quien es ginecólogo y obstetra. "Durante dos años estudié y era arquero, pero un día el técnico me dijo que no iba a poder jugar y ahí mismo dejé", contó hace un tiempo en una entrevista con Olé.
De perfil ultra bajo, Pablo prefiere que las luces y los flashes se queden con sus hermanos. O con Carolina, la cuarta hermana Barros Schelotto, quien es legisladora de la provincia de Buenos Aires por Cambiemos.
Aunque para la familia de Liliana y Emanuel, el doctor Barros Schelotto es único. "Hizo algo muy importante por nosotros. Por eso es clave que sigamos tomando consciencia sobre la importancia de expresar la voluntad de ser donante de órganos", aseguró el chico, en diálogo con Crónica, abrazado a su mamá.