Pese a la cuarentena, hay muchas industrias que se mantienen en actividad, especialmente aquellas que se asocian a los rubros esenciales (alimentos), como Ramondín América Latina. Por ahora, la empresa no logra definir cómo continuará 2020, en medio de la crisis económica y sanitaria de carácter mundial, pero hace tiempo que tomaron el desafío de adaptarse a lo que solicitan los clientes y, sobre todo, a un mundo que requiere de una mayor conciencia ecológica.
Por ello, Pablo Da Souza, director general de Ramondín América Latina, explicó que el objetivo de 2020 es continuar ganando mercados y llevar a 650 millones de unidades las ventas de las cápsulas ecológicas y sustentables que fabrican y por las que tienen patente mundial.
"Parece uno de los insumos de menor relevancia cuando uno compra una botella de vino y es lo primero que se descarta al abrirla, pero es al mismo tiempo un precinto de seguridad y cada vez se exige más que todos los componentes sean ecológicos", explicó Da Souza.
-¿Cuándo comenzaron con este desarrollo en particular?
-E-cap es un producto que patentamos en 2018. Pudimos lanzarlo al mercado hacia el tercer trimestre de ese año ya con mucha fuerza, y con todas las pruebas y tests que requiere un producto nuevo.
-¿En qué se diferencian de sus consumidores?
-En el mundo de cierres y sobretaponado, que se conocen como cápsulas, o precinto de seguridad que se coloca encima del tapón en cualquiera de sus variantes (técnicos o de corcho natural) existen tres alternativas: las cápsulas de pvc, el complejo (aluminio y pvc), y el estaño. Sólo las últimas eran 100% ecológicas, porque el estaño es un metal sano.
Este cierre nuevo viene a jugar entre las líneas de los dos materiales intermedios. No remplaza al estaño, pero sí a los otros, y está siendo solicitado por su precio. En muchos lugares del mundo la utilización del plástico en los envases de alimento está mal vista por el consumidor.
Los vinos de gama media que utilizan cápsulas de complejo hoy se enfrentan a un consumidor exigente que les pide apostar por la ecología, y el sobretaponado es lo más económico dentro de los insumos para el vino. Entonces el E-cap se vuele una opción atractiva.
-La crisis sanitaria ¿interrumpió el plan de inversión?
-Por ser una empresa ligada a la cadena alimentaria estamos exentos de la cuarentena. Tenemos que seguir funcionando y el abastecimiento de materias primas no se ha visto afectado, porque el 80% lo autogenera el grupo Ramondin con sus nueve plantas en todo el mundo. Salvo las demoras que se han visto en los aviones, barcos y todo el sistema logístico mundial, no hemos visto mayores inconvenientes
Además, estamos en comunicación permanente con el mercado día a día. Ramondín es una empresa global, con nueve fábricas alrededor del mundo (en España, Francia, Estados Unidos y América Latina), y habíamos arrancado el año con buenas expectativas para el sector. Teníamos negocios interesantes y preveíamos un primer trimestre bastante bueno.
Dentro de lo que esperábamos, comenzamos bien, pero ahora arranca el segundo trimestre en el que no se sabe lo que va a pasar. Se hacen estimaciones, pero poco se sabe. Como empresa global producimos un 50% para Argentina y el resto para exportar, básicamente a América Latina. Lo mismo sucede en Chile (con tapas a rosca).
Todavía nadie se anima a un pronóstico. De aquí en adelante, vemos un abril normal, como todos los años, dentro de los planes. El problema es qué vaya a pasar después.
-¿Ha bajado la demanda?
-Hasta hoy las bodegas están trabajando. No han tenido que parar y tampoco sus negocios, porque venían con pedidos previos. El problema es que con los hoteles sin funcionar, los restaurantes cerrados y el consumo a la baja, seguramente en algún momento se va a producir un bajón en las ventas. El sector turístico no ve una recuperación hasta pasado setiembre y eso no ocurrirá sólo en Argentina.
-¿Qué volúmenes de producción están manejando?
-Lo medimos a nivel de América Latina, en las dos plantas (Argentina y Chile). En el mundo se producen 1.300 millones de botellas de vino y nosotros planeábamos producir 650 millones de unidades, un 7% más que el año pasado, producto de nuevos negocios y desarrollos de mercado.
