Pablo Chacón: “Estamos de pie, trabajando en silencio”

Se cumplieron 10 años de la última pelea que realizó el ex campeón mundial. Con Más Deportes recordó ese momento y habló de su presente.

Pablo Chacón: “Estamos de pie, trabajando en silencio”

El directo de derecha corto y torpe de Julio Algañaraz que se estrelló en el ojo izquierdo, pareció inofensivo para Pablo Chacón, la figura central de aquella noche del 2 de diciembre en el Luna Park. Los días y el tiempo dirían que la piña del puntano en el cuarto round fue letal en la carrera del lasherino. Una pelea que terminó en las tarjetas con un triunfo rotundo del medallista olímpico de Atlanta 96, y se consagró campeón Internacional superpluma de la Organización Mundial (OMB).

De aquella noche han pasado 10 años, fue la última presentación del boxeador que marcó un punto de inflexión en los últimos 25 años de nuestro boxeo, Pablo Chacón. ex campeón mundial pluma OMB. Todo un referente histórico del pugilismo moderno local.

El golpe en el ojo izquierdo de lasheriano fue un desprendimiento de retina. Chacón se hizo ver por un oftalmólogo 2 meses después, pero ya era tarde. Se había complicado la lesión y fue operado de sus dos ojos. En el izquierdo aún tiene la secuelas de aquella velada.

Aquel pibe, que con 13 años llegó en carretela a mítico gimnasio Mocoroa de Don Paco Bermúdez y con el sueño de ser campeón mundial, a sus 40 años junto a Más Deportes habló de aquellos momentos, sus proyectos como técnico, formador y captador de talentos.

“¡Cómo pasa el tiempo!  Hace 10 años de mi última pelea. Lo recuerdo y me da nostalgia, pero  estoy feliz porque tengo una vida activa, porque dejé de boxear y prácticamente tuve trabajo. Gracias a Dios he tenido pupilos con buenas condiciones, en mi gimnasio permanentemente estamos recibiendo gente y en la Federación Argentina (FAB) siempre están endulzándome con lo de la Selección”, dice y ríe largamente.

-No te convence mucho eso de la Selección.

-No, no me convence irme, es muy difícil. Estamos con proyectos muy firmes; buenos resultados a nivel amateur. En el torneo Guantes de Oro mi gimnasio fue el que tuvo más campeones.  Joel Mafaua salió el mejor del torneo y  fue llamado a la Selección Argentina, ahora verá si se puede quedar en el preolímpico o en Los Cóndores.  Se tendrá que ganar su lugar.

- Te has vuelvo afianzar.

-Gracias a Dios sí, afianzado con mi familia, con mi esposa y con mis hijos, con trabajo y con ganas de sacar más campeones. Siempre soñando con darle más campeones mundiales a Mendoza y al país.

-Tuviste una curva muy alta como técnico y luego pasó lo de Cotón Reveco y pasaste a estar en el llano.

-Volví  a empezar de cero. Siempre digo que en la vida de las personas y principalmente en lo deportivo, son momentos; buenos momentos y  momentos malos, en estos hay que tener la fuerza espiritual para bancarlos y levantarse. Me levanté gracias a mi familia a mi esposa y mis amigos. Fue un nocaut fulminante y me levanté y estamos de pie, trabajando en silencio. Fue durísimo.

- ¿Qué se aprende cuando uno pasa estas situaciones?

- Principalmente a no confiarme demasiado y también hacer una mea culpas; sé que tuve culpas, por la falta de preocupación por los boxeadores, esa fue mi culpa. Mi falta de compromiso. Hoy se que cometí errores,l os acepto y busco mejorar día a día.

-Seguís soñando

- Estoy soñando con que Jonathan Barros vuelva a ser campeón mundial en 2016. Trabajando con chicos como Nahuel  Galessi, que va por el título latino; con mi hermano Javier, que hace unos días se consagró campeón latino y varios proyectos de boxeadores.

-Volviendo a los 10 años que dejaste de boxear, que recordás de aquel  4º round.

-En aquel cuarto round pensé que era vaselina que me había entrado en el ojo y le dije a Braca (Ricardo Bracamonte, su entrenador), que me echara agua que no veía bien. Pelee 8 rounds con la vista nublada pensando que tenía vaselina en los ojos. No le di importancia no me hice ver y me dije: “ya va a pasar”.  Me sucedió un poco por ignorancia y un poco por irresponsable. Después se agravó el problema de la retina,  ya no era un ojo sino los dos.

-Estabas cerca del retiro o que aún tenías mucho para dar.

-Tenía muchas ganas de dejar de boxear, sinceramente después de que perdí el titulo mundial, nunca más volví a entrenar bien y nunca más volví a motivarme igual, me costaba muchísimo. De ser un pluma me costaba dar superpluma y liviano.  Estaba mucho tiempo parado y me ponía a entrenar cuando me decían que iba a pelear.

-¿Te quedó algo pendiente?.

-Lo único que me motivaba a seguir, es que a mediado de ese año (2006) íbamos a pelear con Rodrigo “La Hiena" Barrios por el titulo mundial, el era el campeón. En mi ultima pelea quedé como retador Nº 1 de la OMB. Eso es lo que lamento, no perdí ni yo ni La Hiena Barrios, perdió el boxeo.

-¿Cómo ves a aquel pibe que llegó en carretela a entrenar al Mocoroa, a este que hoy recibe chicos en su gimnasios?

-Tuve la suerte de pasar por la mano de tremendos maestros: Don Paco Bermúdez, Ricardo Bracamonte, Amílcar Brussa, Sarbelio Fuentes, todos me dejaron una enseñanza y una sabiduría. Hoy con 40 años me siento un tipo maduro con conocimiento y tengo la visión de cuando un chico llega al gimnasio, lo ves moverse y te das cuenta que algo puede hacer ese chico en el boxeo, algo tiene.

-Sos feliz con tu carrera

-Gracias a Dios soy muy feliz, siempre digo que soy lo que soy y tengo lo que tengo gracias al boxeo. No sólo porque el boxeo me ayudó a mejorar mi calidad de vida, sino también mi calidad humana. No pude estudiar, pero lo que no aprendí con el estudio lo aprendí teniendo mundo. La cabecita de uno se va nutriendo, se enriquece y uno se convierte en una mejor persona...

Pero en esto mucho tiene que ver Verónica, mi señora y una gran mujer, que  me ha dado dos hijos hermosos. Llevamos 19 años juntos y la amo.

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