Pablo Cedrón: “Es como una especie de Blade Runner, pero en Morón”

El actor protagoniza y escribe “Romanos”, un relato tragicómico que se estrena hoy por I-Sat en la que se despliega un mundo paralelo, donde el fetichismo sexual es ley.

Pablo Cedrón: “Es como una especie de Blade Runner, pero en Morón”

En un universo paralelo, un presente distópico, dos amigos, Lionel (Pablo Cedrón) y Garda (Pablo Plandolit), después de un extenso período de encontrarse desempleados, son contratados por el “Departamento Nacional de Esparcimiento y Asesoría Creativa” del Estado, para un trabajo al menos curioso: deberán vestirse de soldados romanos para satisfacer las fantasías sexuales de un grupo de clientes.

Así arrancan los primeros ocho minutos del episodio piloto de “Romanos”, la serie pensada para la web que esta noche, a las 22, estrenará el canal I Sat.

Después de conocerse en el set de “Sos mi hombre”, Pablo Cedrón y Pablo Plandolit se hicieron amigos y Cedrón no tardó en invitarlo a coprotagonizar una historia que él hacía tiempo tenía en su mente.

La fuente de iluminación fue un estallido catódico muy al estilo Crónica TV; un escándalo en una casa de prostitución masculina había desenmascarado la relación entre un juez de la Suprema Corte con un taxi boy. Allí, en ese cabaret VIP, los empleados, de acuerdo a sus roles sexuales, se presentaban disfrazados de romanos o hadas.

"La idea tenía varios años en mi cabeza. Al principio habíamos desarrollado y grabado con un formato más berreta, bien under. No era VHS pero casi.  Se me había ocurrido a raíz de algo que pasó y que se vio en las noticias, aunque nadie parece que se acuerda. Eso que pasó con aquella casa de prostitución VIP, Spartacus, en la que se supo que había caído un juez”, nos recordó Pablo Cedrón vía telefónica desde Buenos Aires.

- ¿Siempre se te ocurrió que  esta idea podría trascender el mero sketch?

Pablo Cedrón: -Sí. Me había parecido interesante que la gente que trabajaba allí estaba vestida de soldados romanos y algunos como hadas. Al principio era un formato de chiste bizarro, que perfectamente podría filmarse en una pequeña habitación, pero sabía que a esto le faltaba un contexto sólido, articularle a la idea un mundo más completo. Lo otro era meramente un chiste. Comencé a pensar que podía pasar en otra época, en otro lugar, mi amigo Martín Lavini, que también actúa y es uno de los productores de la serie, aportó otras cosas y se reescribió todo otra vez ubicando la trama en una especie de futuro. Pero para expresar ese espacio debíamos construirlo.

- ¿Cómo llegó Andrés Cedrón al proyecto?

- En realidad, el director es mi primo, es mi primer trabajo con él. Quería que él dirigiera la serie porque venía de hacer un documental y le había ido muy bien. Él podía ayudar a desarrollar la idea y si bien el argumento estaba en mi cabeza, se armó una especie de colectivo creativo. Yo mismo me puse a construir edificios estatales, vías de trenes, barrios bajos. Un mundo de maquetas que se mezclan con habitaciones subterráneas, estudios precarios. Los personajes viven como en una especie de Blade Runner pero en Morón.

- ¿Siempre desde el comienzo pensaron en una serie web?

-  Sí, nos convenía. Primero por el presupuesto y el tema de la libertad creativa. No queríamos que un productor de la tele, por ejemplo, nos condicionara la historia o la estética. Una serie web te permite una libertad de formato que está muy buena. No te influyen las estructuras narrativas de la duración y calidad de lo que se ve en la televisión. Fue cambiando de todas maneras en el proceso. Pero quedó en episodios de ocho minutos. Pensamos que también podía engancharse en la televisión con otro programa similar, en algún canal de entretenimiento.

- ¿La historia que tenés escrita se alcanza a contar completa en estos microrelatos?

- Yo tengo toda la historia completa. Pero como va todo en fragmentos, el propósito fue expandirla más allá de una primera temporada y esa es la idea por ahora, poder financiarla hasta alcanzar al menos otras dos temporadas más. Veremos si podemos contarla toda.

- ¿Qué les pasa Lionel y Garda?

- Estos dos hombres se pasan el primer episodio buscando trabajo. Duermen en callejones y casas abandonadas. Están naufragando en una crisis de desempleo que parece  abarcar a todo un país. Un país adormecido, nublado eternamente. Una ciudad en la que viven ciudadanos cínicos  moviéndose como títeres. Pero, tras una encuesta con una máquina, ambos son detectados por el Estado para entrar a un refugio. Comienzan a ser fetiches sexuales disfrazados de romanos en un universo en que la sexualidad se ha naturalizado, se ha frivolizado de tal manera que son tratados como empleados municipales. Los clientes son tratados como si estuvieran en una clínica, como en una sala de espera gubernamental. Es una realidad paralela, pero muy parecida a la que podemos observar en cualquier oficina pública.

- ¿Algo así como un país orwelliano del Tercer Mundo?

- Tal cual. Aunque la idea es reírnos, cada cual puede hacer sus propias interpretaciones políticas, o sus propias analogías actuales. Esto es un futuro demasiado parecido al presente. Es un espacio ficcional que corre en paralelo. Allí está prohibida la música y la ciudadanía parece acostumbrada a vivir en sótanos subterráneos y oscuros. Lo divertido es que en cada episodio intervienen actores increíbles. En el primero, quien nos pone de patitas en la calle es el Puma Goity mientras habla por teléfono con una esposa a la que suponemos insoportable. Luego se van sumando otros (Gonzalo Urtizberea, Martín Lavini, Alejandro Awada, Rafael Ferro y Claudio Rissi).

En el proceso de creación, la producción subió el proyecto en el sitio Idea.Me, la plataforma latina de financiamiento colectivo y resultó la primera producción integral de la productora audiovisual Dontask.

En la tercera semana de abril la serie se estrenó en la plataforma Cine.ar Play unos días de se proyectara en una sala de CineAr.

La comedia negra “Romanos” viene ganando varios premios internacionales, como el de “mejor guión” y” mejor serie web en lengua extranjera” en el Festival Internacional Web de Londres ;  “mejor serie web y TV” en BIFF de Brasil y tres premios en el local BAWEBFEST  en los rubros sonido, arte y actor de reparto, para Marín Lavini.

Andrés Cedrón, el director, se convirtió en una figura de primer plano del cine tras el estreno de su ópera prima, el documental “La Caracas”, que resultó ganador del Work in Progress en el 24º Festival de Cine de Mar del Pata y seleccionado en la sección Mejores Documentales Iberoamericanos en el 37º Festival de Cine de Huelva, España. Por su lado, Pablo Cedrón, además de ser un excelente actor y valorado comediante, escribió guiones para “Cha, Cha, Cha” y co escribió el libro cinematográfico de “Felicidades”, de Lucho Bender.

“Romanos” podrá verse en I-Sat, hoy, a las 22, el lunes 3, el martes 4 y el miércoles 5 de julio a las 12 y el miércoles 19, a las 22.

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